miércoles, abril 24

EVANGELIO DEL DÍA

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EVANGELIO DEL DÍA🌾

Juan 3,16-18:

Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios.

Palabra del Señor
💫MEDITACIÓN DEL EVANGELIO 💫

Jn. 3, 16-18:

💫Dios es familia.

1) Dios ama:

Lo definimos a Dios como amor, porque quien ama es capaz de darlo todo por alguien y sale de sí para contentar al otro. Es lo mismo que hace Dios por vos y por mí, sale de sí mismo y está atento a mí. No como un árbitro de fútbol quien cuando me ve una falta me saca amarilla o roja. Me acompaña porque sabe que soy débil y me quiere ayudar a saber caminar en la vida, como ese papá o esa mamá que ayuda al niño a caminar y enderezarse.

2) Dios es familia:

Uso este término porque en una familia el papá, la mamá y los hijos son totalmente diferentes, pero son uno. Lo mismo pasa con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Son distintos y lo considero al Padre como el amor, al Hijo como el amado y al Espíritu Santo como el amante, que en un solo ser denominamos amor. Así es Dios.

3) Dios es luz:

Cuenta la historia que el fósforo le dijo a la vela que debía darle fuego para que ilumine. La vela no quería ser encendida porque decía que su cera se iba a consumir y por tanto, perdería vida. A mayor fuego y luz, mayor consumo. Pero el fósforo le dijo que había sido creada para ello. Sin embargo, la vela permanecía en su orgullo y su soberbia. Cuando uno vive en su orgullo y su soberbia no se anima a arriesgar y permanece en sí mismo. El fósforo se entristeció y dijo: “ya no puedo hacer nada, solo decirte mis últimas palabras, antes de perder mi última chispa, quiero decirte que fuiste creada para iluminar y ayudar a dar luz, no para mantenerte como vela”. Al escuchar esto la vela vio que ya estaba por consumirse el fósforo, porque su vida era más corta que la de ella y comprendió que debía iluminar. Así tomó del fósforo la última llama. El fósforo terminó su vida alegre y sonriente porque cumplió su misión en este mundo, y la vela lo terminó iluminando. Dios te llama para que ilumines y te puso personas fósforos para encender tu llama . Ahora vos ilumina y anima la vida de muchos. No te preocupes por lo que te consumís, sino preocúpate por iluminar. Algo bueno está por venir.