EVANGELIO DEL DÍA

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EVANGELIO DEL DÍA🌾

Mateo 8,1-4:

En aquel tiempo, al bajar Jesús del monte, lo siguió mucha gente.
En esto, se le acercó un leproso, se arrodilló y le dijo: «Señor, si quieres, puedes limpiarme.»
Extendió la mano y lo tocó, diciendo: «Quiero, queda limpio.»
Y en seguida quedó limpio de la lepra.
Jesús le dijo: «No se lo digas a nadie, pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y entrega la ofrenda que mandó Moisés.»

Palabra del Señor
🌾 MEDITACION DEL EVANGELIO🌾

Mt. 8, 1-4:

💫La lepra.

1) Se aísla:

Una primera característica de la persona que tiene lepra espiritual es que se aísla y la sociedad lo aísla. Son cosas que suceden en este tiempo, cuando te descubren manchas de tu vida, cuando conocen tus errores, muchos te alejan y se alejan de vos. Quedas excluido por tu roña. El tema es que hasta de la iglesia te hemos corrido y no te hemos curado ni limpiado, sino que te hemos excluido. Cuántas veces en tantos lugares te hicieron sentir sapo de otro pozo. Cuántas veces hasta te hicieron sentir que te hacían un favor de prestarte atención. Me pongo a pensar en las personas que fueron calumniadas injustamente. Pienso en personas que fueron condenadas y no tuvieron a alguien que los acompañe en su tiempo de condena, no tanto de condena penal, sino también social.

2) Mal olor:

Una segunda característica es el mal olor que emite y genera un leproso. Son personas que todo el tiempo están al ataque y en sus comentarios siempre son prejuiciosos o incluso, maliciosos. Hay allí una mezcla de venganza y de dolor en donde uno no puede quitar tan fácilmente y se desquita con todo aquel que se le aparece. En esto se une la envidia, porque la envidia no es tan solo que no tengo lo que tiene el otro, sino que va más a fondo: “no quiero que progrese en su vida ese otro, que cambie para mejor con aquello que tiene y que yo no tengo”.

3) Sangrado:

Todos tenemos heridas. El problema es cuando nos quedamos estancados y no hacemos nada para curar. Ese sangrar significa que todo el tiempo estás sacando a luz todo lo que te hicieron o que te hacen, todo el daño que viviste y el centrarte en tus heridas y dolor más que en tu salud y en tus proyectos personales. Hoy pidamos a Jesús que nos cure el corazón y nos haga personas sanas en la mente y en el corazón. Algo bueno está por venir.