jueves, abril 18

*EVANGELIO DEL DÍA* *Lc. 14, 15-24: *

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EVANGELIO DEL DÍA*

*Lucas (14,15-24):*

Palabra del Señor*
En aquel tiempo, uno de los comensales dijo a Jesús: «¡Dichoso el que coma en el banquete del reino de Dios!»Jesús le contestó: «Un hombre daba un gran banquete y convidó a mucha gente; a la hora del banquete mandó un criado a avisar a los convidados: «Venid, que ya está preparado.» Pero ellos se excusaron uno tras otro. El primero le dijo: «He comprado un campo y tengo que ir a verlo. Dispénsame, por favor.» Otro dijo: «He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas. Dispénsame, por favor.» Otro dijo: «Me acabo de casar y, naturalmente, no puedo ir.» El criado volvió a contárselo al amo. Entonces el dueño de casa, indignado, le dijo al criado: «Sal corriendo a las plazas y calles de la ciudad y tráete a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los cojos.» El criado dijo: «Señor, se ha hecho lo que mandaste, y todavía queda sitio.» Entonces el amo le dijo: «Sal por los caminos y senderos e insísteles hasta que entren y se me llene la casa.» Y os digo que ninguno de aquellos convidados probará mi banquete.»

Palabra del Señor*



MEDITACION DEL EVANGELIO *
*Lc. 14, 15-24: *


*No vivas de excusas. *


*1) El banquete: *


La figura del banquete es la figura de la comida en familia y con amigos. Porque esa relación que tenés con Dios es una relación familiar y cercana. Qué lindo es poder ver a Dios así, familiar y cercano, simple, sencillo… Es esa relación que se abre en familiaridad y amistad. Por eso en la misa se habla del «banquete pascual» o banquete de la fe. Es ese juntarnos para celebrar y para compartir lo vivido. Es como ese almuerzo dominguero donde uno habla lo que vivió en la semana, relajado. Es ese mismo tinte, pero en la fe y con el mismo Dios.


*2) Los negocios: *


Los que no pueden dejar un rato sus cosas para ir a celebrar la vida son estos que están metidos en sus negocios. Hoy capaz que a vos también el tema del negocio y de la plata te llevó a no darle tiempo a Dios. Pero peor aún, ya no tenés tiempo para celebrar la vida y compartir la vida en la mesa con los que más te quieren o los que más querés. Siempre tenés algo que no te permite compartir la mesa con alguien, o también puede pasar que compartís la mesa con alguien, pero tu mente está en otro lado y tu cara de perro muestra que no estas ahí aunque tu cuerpo lo esté. Hoy te invito a que reveas en tu vida si tus negocios y tus cosas materiales te llevan a olvidarte de compartir la vida con Dios y con los demás.


*3) Los invitados: *
Hoy nos deja la enseñanza Jesús que te invita a una buena comida. Esa juntada linda que podés tener con amigos y disfrutar. Es compartir mi vida con el otro, saber que la vida no se la lleva solo y que se da uno con el otro. Es jugársela y vivir para vivir. Saberte pobre y necesitado del otro y de Dios. Qué lindo es compartir la vida ¿vos tenés con quién compartir la vida? ¿O los negocios ya te aislaron de todo?… ¡animo! Aquí estamos.[

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