Falabella acelera su salida de Argentina: los locales que cierran y los candidatos a quedarse con sus activos

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La empresa de capitales chilenos había anunciado durante 2020 que evaluaba irse del país, en medio de la propagación de la pandemia y la nueva gestión de Alberto Fernández. El paso del tiempo ha conducido a que se materialicen los que en su momento constituyeron plenos discursos. En ese sentido, la salida de Falabella de la Argentina ya es un hecho concreto y, al mismo tiempo, demostrado con el cierre de locales a lo largo y ancho del territorio. En las últimas horas, la empresa de capitales chilenos le comunicó a sus empleados en Mendoza el cierre de su tienda en el shopping Mendoza Plaza.

La confirmación de lo anunciado durante el 2020, influenciado por la crisis que acarreó la pandemia de coronavirus y las restricciones impuestas en la importación -la base de sus funciones- por la actual gestión de Alberto Fernández, está acompañada con el lanzamiento de un plan de retiros voluntarios para todo el personal.

De la misma manera, otras provincias que se verán implicadas son Córdoba, San Juan y Santa Fe, éste último con el cierre del local en Rosario. Al momento, existen solamente dos locales abiertos -en la calle Florida y el shopping Unicenter-, pero se espera que continúen por el mismo camino que las restantes sucursales.

La despedida que lleva a cabo Falabella constituye un duro impacto para un gran porcentaje de familias argentinas que son empleadas. La decisión de la compañía tiene como principal implicancia la venta de todos sus activos: los homecenters que operan con la marca Sodimac (que hoy cuenta con siete locales), la tarjeta de compras CMR y la cadena de tiendas departamentales que operan con su nombre.

La salida deja consigo una serie de especulaciones en torno a quiénes se quedarán con el negocio de Sodimac Argentina. De los tres candidatos, uno es Inverlat, un fondo de inversión privado que tiene como socios a los exbanqueros Carlos Giovanelli, Damián Pozzoli y Guillermo Stanley.

La firma cuenta con un portafolio de empresas que incluye a marcas como Havanna, Fenoglio y GNC Aspro y administra capitales por más de US$1000 millones. Además, hasta julio de 2018 controlaron a la firma Degasa (que opera las marcas de comida rápida Wendy’s, KFC, China Wok).

Inverlat fue uno de los grupos que intentó quedarse con Garbarino -finalmente terminó en manos del empresario Carlos Rosales- y Walmart Argentina -que fue adquirida por Francisco de Narváez-.

Las especulaciones lo podrían colocar como principal candidato a quedarse con el negocio de Sodimac y adquiere ese papel al incorporar como asesor a Diego Sola Prats, uno de los ex ejecutivos que más conoce de retail en la Argentina y cuyo currículum incluye Tía y Jumbo. En el CV de Sola Prats también figura un paso como número uno del negocio en la Argentina y Chile de Easy (el principal competidor de Sodimac).

A la carrera por quedarse con el activo de Falabella se suma la cadena Bercomat, una empresa tucumana fundada hace 60 años y liderada por la tercera generación de la familia Bercovich. La empresa cuenta con 35 locales y varios formatos de tiendas: Familia Corralón -especializada en la venta de materiales de construcción, apuntando a la base de la pirámide-, Familia Bercomat Metalúrgico (focalizada en la comercialización de chapas, hierros, tubos) y Familia Bercomat Diseño, con una propuestas más sofisticada y con la que apunta a competir contra cadenas como Blaisten (hoy controlada por Easy) o Barugel.

El tercer candidato es un grupo liderado por José Manuel Ortiz Masllorens, uno de los socios del fondo Cono Sur Investments con una larga trayectoria en private equity. La experiencia se completa con su paso por el fondo The Exxel Group -que en los 90 concretó las compras de Norte, Tía, Havanna, Freddo y Musimundo, entre otras empresas- y posteriormente en CoInvest.