El Presidente expuso por videoconferencia tras la invitación de Joe Biden. También se refirió al «sobreendeudamiento irresponsable» y pidió por justicia «social, financiera y climática».

Esta mañana comenzó la Cumbre de Líderes sobre el Cambio Climático, con varios de los jefes de Estado y de gobierno más importantes del mundo. Alberto Fernández participó del encuentro virtual tras haber sido invitado por Joe Biden el mes pasado. Para Estados Unidos se trata de un claro viraje en su política medioambiental, ya que Donald Trump tenía otro enfoque.

El Presidente aprovechó que decenas de líderes mundiales lo escuchaban para referirse a los temas prioritarios para el país y puntualmente sobre la cuestión de la deuda. En esta línea, se apoyó en el presidente francés Emmanuel Macron y coincidió en que «necesitamos renovar la arquitectura financiera global», y bregó por nuevas asignaciones de derechos especiales de giro «sin discriminar a los países de renta media para mejorar nuestro medio ambiente».

En ese sentido pidió una «reconfiguración de los análisis que realizan las calificadoras de riesgo para no distorsionar la realidad de nuestros países».

Además, en un mensaje que puede leerse tanto en clave local como en relación a la renegociación de la deuda, habló de «fenómenos de sobreendeudamiento irresponsable provocados antes de la pandemia y agravados por la presencia de este virus», y volvió a pedir «mayor previsibilidad de plazos, tasas y condiciones».

Por otra parte, en referencia al objetivo de la cumbre, el presidente argentino destacó que  celebra «que Estados Unidos retome esta agenda esencial para el futuro de la humanidad», y agregó que la Argentina «ha puesto la política ambiental y climática en el centro de sus convicciones».

Al respecto, citó al fundador de su espacio político. «Como dijera proféticamente hace 50 años el General Perón, debemos tomar conciencia de la marcha suicida que la humanidad ha emprendido a través de la contaminación», sostuvo.

Fernández también resaltó políticas del país, como «honrar» el Acuerdo de París. También anticipó que dio instrucciones al gabinete para elaborar un plan nacional de adaptación y mitigación, que será presentado en la COP26 de Glasgow. Se trata de la 26° Conferencia de la ONU sobre el cambio climático, que se realizará en esa ciudad escocesa en noviembre.

Además, detalló algunos nuevos compromisos, como la meta de reducción de carbono del 27,7% respecto a 2016, lo que consideró «consistente con la meta de neutralidad de carbono hacia 2050».

Y asumió el compromiso de que el país tenga un 30% de la matriz energética nacional con energías renovables.

Sobre otras medidas relacionadas, anunció que tomarán «medidas profundas» para erradicar la deforestación ilegal y que buscará tipificarla como un delito ambiental. En este sentido, sostuvo que enviará un proyecto de ley al Congreso para una «ley de presupuestos mínimos de protección ambiental de los bosques nativos».

También se refirió a la cuestión cultural del fenómeno y citó al Sumo Pontífice. «Para que esta transición sea justa y comience por los últimos para llegar a todos, necesitamos recordar lo que magistralmente nuestro querido Papa Francisco suele decir: la crisis económica y social son dos caras del mismo problema», sostuvo Fernández.

Finalmente, convocó a sus pares de América Latina y del Caribe para que «coordinemos medidas regionales y solidarias». Reafirmó que «nadie se salva solo» y abogó por «justicia social, financiera y ambiental».

Del encuentro participan los 17 países más responsables de emisiones y otros mandatarios comprometidos con la temática. De América Latina, además de Argentina, hubo presencia de Brasil, Chile, Colombia y México.

Entre las grandes potencias mundiales se encontraron los mandatarios de Estados Unidos, China, Alemania, Corea del Sur, España, Francia, India, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia. También estuvieron representantes de países que especialmente pueden verse afectados por el calentamiento global, como Islas Marshall, Indonesia y Bangladés.

F; Cronista