jueves, marzo 28

Florianópolis, dólar Qatar y caipirinha: a qué precio los argentinos van a las playas de Brasil

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Clarín estuvo en la isla del sur de Brasil para saber cómo será veranear allí. Los valores de la comida, el alquiler y otros gastos.

Difícil decirle "no" a Canasvieiras. Aún con los impuestos a viajar al exterior. Foto: Andres D'Elia

Difícil decirle «no» a Canasvieiras. Aún con los impuestos a viajar al exterior. Foto: Andres D’Elia

Es el mediodía del viernes sobre la Avenida das Nações, en el centro de Canasvieiras. Es el único momento de silencio en este centrinho. Las caipirinhas quedan en la orilla y de lejos se escucha más el mar que la bossa nova. Pero en las inmobiliarias hay casi tanta gente como en los locales con percheros de bikinis, bolsos y pareos verde amarelo.

No es una buena señal para los argentinos.

Es que se espera una temporada altísima, activada esta vez por el turismo brasileño –que apuntan a que sea récord– y la llegada de los turistas de nuestro país. Pese al Dólar Qatar, este verano 2023 se sentirá la ola argenta en Florianópolis. Aunque, claro, en plan más gasolero.

Quienes no hayan reservado ya o no lo hagan en breve, se van a disputar la oferta entre los mejores alojamientos y los más costosos. De la franja media, ya quedan pocos departamentos disponibles. Mucho menos si se busca balcón frente al mar o casa con parrilla.

Los turistas de nuestro país comparan los precios de Pinamar, Cariló y hasta Mar del Plata y no se resisten a la variedad de playas (ni a todo lo demás) que ofrece Brasil. Sigue siendo más conveniente. Incluso sin cuotas. Porque viajar por Argentina también es más caro.

El "buffet livre", un clásico de los argentinos en Florianópolis. Foto: Andres D'Elia

El «buffet livre», un clásico de los argentinos en Florianópolis. Foto: Andres D’Elia

Es diciembre y ya se siente lo que va a pasar en la temporada. Es indiscutible: entre los viajes al exterior, el sur brasileño será el más visitado por quienes tengan el límite de la tarjeta más ajustado y unos dólares guardados bajo el colchón. 

La mayoría va a llegar en auto, algo que históricamente es así, pero muchos otros también optarán por avión. Aerolíneas Argentinas tendrá vuelos diarios a Florianópolis a partir de enero desde Buenos Aries, partiendo de $ 123.363, ida y vuelta, precio final, sin despachar valija. Pero también habrá dos por semana desde Rosario y tres desde Córdoba.

Gol, que ya tiene vuelo diario desde Aeroparque, este lunes sumó ese destino cada 24 horas desde Ezeiza (desde $115.000). Flybondi tendrá dos vuelos diarios, el más barato a unos $ 100.000. Por otra parte, Río de Janeiro encabeza la caravana de los que abordan hacia el norte.

¿La buena señal para los argentinos que siempre le temen a los días feos en la costa? El clima en Brasil. Se viene un verano seco, con lluvias intermitentes por esta zona, la capital de Santa Catarina.

¿Es más barata la comida o hay que ir con el auto cargado de latas de conserva? ¿Por cuánto se come bien afuera? ¿Para evitar el dólar Qatar, se puede pagar cash un hotel o un departamento? ¿En dólares? ¿Conviene pagar los consumos con tarjeta o en efectivo? ¿Es mejor llegar con reales? 

Hay que tener paciencia (o moderación) en la playa de Canasvieiras, a cada instante aparecen vendedores de tragos. Foto: Andres D'Elia

Hay que tener paciencia (o moderación) en la playa de Canasvieiras, a cada instante aparecen vendedores de tragos. Foto: Andres D’Elia

Primera aclaración: durante este viaje de Clarín hubo varias advertencias sobre tener mucho cuidado con dónde se elige pasar la tarjeta, para evitar fraudes. Segunda aclaración: hasta en los carritos de la playa se puede pagar con débito o crédito. Y en cualquier supermercado hay cajas para cambiar dólares por reales. 

Florianópolis es el destino gostoso​ para hacer las 27 horas en auto desde Buenos Aires y cruzar Paso De Los Libres – Porto Alegre (BR290 + BR101), parada incluida.

Eso es más económico y permite conocer las playas que quedan a 15 minutos de Canasvieiras, como Jureré Internacional, más top y con más presencia policial; Praia Brava, para el surf, Ingleses, más familiar, con un buen centrinho y con la playa ampliada, o Ponta das Canas.

Y las que están a unos 40 o 50 minutos, como Barra da Lagoa, especial para quienes tienen niños, y Praia da Joaquina, con esa arena fina y el agua más clara, que se ve mejor en el fondo de alguna selfie al trepar las piedras.

«Normalmente son familias o grupos grandes de amigos. De entre 8 y 12 personas. Pero como está pasando todo eso de los impuestos en Argentina, están llegando grupos más reducidos. Parejas con sus hijos o tres o cuatro amigos», dice a Clarín Thiago Milán, de la inmobiliaria Prosperare.

Además de reducirse, este verano caminarán más con la sombrilla y la reposera.

Como acá, las bikinis se cobran en dos piezas (de 49 a 79 reales cada una). Pero hay mallas enterizas desde 140 reales. Puede haber descuento del 5% por cash. Foto: Andres D'Elia

Como acá, las bikinis se cobran en dos piezas (de 49 a 79 reales cada una). Pero hay mallas enterizas desde 140 reales. Puede haber descuento del 5% por cash. Foto: Andres D’Elia

«A diferencia de otras temporadas, también veo por primera vez que los que alquilaban frente al mar ahora alquilan a tres cuadras de la playa. Por los impuestos, hay una buena diferencia de precio cuando reservan desde allá o cuando lo hacen desde acá. Y un problema para los argentinos, que se les dificulta mucho, es poder depositar la seña», sigue Milan.

Por esa traba, los brasileños se flexibilizaron. Un poco. «Si el propietario acepta, reducimos al 30% la seña, que normalmente era del 50%».

En la primera semana de diciembre crecieron un 20% las consultas en las inmobiliarias de Floripa, pero hay menos reservas ya cerradas para el verano. «Probablemente vengan y alquilen directo desde acá», explica.

Sí, se puede pagar en cash, para evitar superar los 300 dólares mensuales en gastos en el exterior y que empiece a correr el dolar Qatar. Pero en esto hay una paridad entre pesos argentinos y dólares: en las inmobiliarias no aceptan otra cosa que no sean reales. Todas trabajan en conjunto con casas de cambio, así que señalan a cuál ir para hacerse de los reales.

«Esperamos una temporada más que buena. Por eso va a ser más difícil que los argentinos puedan encontrar un buen inmueble, frente al mar, al precio que estaban acostumbrados acá», cierra.

Allá no se habla de habitaciones sino de pessoas. Para cinco personas, entonces, frente al mar, va a estar complicado conseguir algo. «Fin de Año y enero ya está casi todo alquilado», dice a Clarín, con los pies en la arena de Praia Ingleses, Pablo Acuña, de Cibersale Brasil.

Fabian y Daniela "mechan" entre cash y débito. Foto: Andres D'Elia

Fabian y Daniela «mechan» entre cash y débito. Foto: Andres D’Elia

Es un argentino radicado en Floripa que, con su emprendimiento turístico, conoce perfectamente todo lo que hacen sus compatriotas acá. Y se anticipa. «Van a querer gastar mucho menos, pero van a venir».

¿Cuánto gastará, en promedio, una familia de 5, en 10 días? Alquilar frente al mar, algo simple, pero con piscina: unos 3.000 dólares. Y en salidas: unos 2.000 dólares.

En departamentos más modestos, a 200 metros o más de la playa, en Canasvieiras (es la zona más barata y plagada de argentinos), arrancan en 350 reales por día ($ 22.500). En ese caso, van a gastar unos 1.000 dólares en hospedaje y otros 1.000 para otros gastos. Y 750 reales uno «bien puesto», para hasta seis personas, frente al mar, en Praia Ingleses ($ 47.250). Las casas, en cambio, pueden estar hasta unos 2.000 reales por día en un buen condominio.

Veranear en reales

Los tenedores libres o «por peso» de Canasvieiras están siempre llenos de argentinos y son muy accesibles: 49 reales, más 8 reales un agua o gaseosa. Son $ 3.591. Hay mariscos y carnes de mejor calidad que en la mayoría de los tenedores libres que superan ese precio en Buenos Aires. En Praia Ingleses, comer una hamburguesa está desde 29,90 reales ($ 1883), y 12 reales una crepe dulce o salada ($ 756).

Las porciones son muy abundantes por lo que muchos de sus platos se pueden compartir. Un clásico son los camarão a milanesa: en los paradores, según la playa, para dos personas están 85 reales (en Ingleses, $5.355, en Canasvieiras, $5.000 y en Joaquina, $ 6.174).

El mar brasileño siempre es una atracción para los argentinos. Foto: Andres D'Elia

El mar brasileño siempre es una atracción para los argentinos. Foto: Andres D’Elia

A diferencia de los restaurantes, que según la categoría van de los 39,40 a los 100 reales (con sobremesa, que es el postre), los precios de la comida y la bebida que se vende en los carritos de la playa están estandarizados. No importa sobre qué arena se esté. Unos 20 reales la caipirinha ($ 1.260) y 10 el choclo o el queso.

«Te puedo conseguir fernet si querés, desde enero lo tenemos siempre acá en la playa, pero los argentinos eligen la piña colada», dice a Clarín el barman de Psico Dreams, que sirve los tragos con los pies en el mar.

La sombrilla arranca en 20 reales y 15 está la silla de plástico. Pero hasta las posadas que están en la playa (desde 60 dólares la habitación en Canasvieiras) dan gratis las reposeras. Los pareos de Brasil primero están 55 reales, pero se terminan regateando a 50 ($ 3.150), el mismo precio que en los locales. Y están 40 las capelinas ($2.530).

Todo depende del día, claro, pero lo más fácil para saber cuánto están las cosas -como un bolso de playa, 29 reales ($1.827), o una malla enteriza, 140 reales-$8.820) es multiplicar cada real por $63.

Los pesos argentinos son o diabo en Brasil. Aunque no pase por la cabeza querer pagar con nuestra débil moneda nacional, en los paradores y comercios se anticipan y lo aclaran constantemente: «No aceptamos pesos argentinos».

Tragos junto al mar en Florianópolis. Foto: Andres D'Elia

Tragos junto al mar en Florianópolis. Foto: Andres D’Elia

Un dólar equivale a entre 5,25 y 5,17 reales. Lo mejor es no cambiar en la isla. En los bancos no cambian y están en la calle los que dicen «trocar», que te llevan a las casas de cambio. Pagan un poco menos en los supermercados, pero es lo más cómodo porque se puede cambiar a cualquier hora y hasta los domingos. 

Lo importante: es más conveniente cambiar los dólares en Brasil que llegar con los reales (se pueden conseguir algunos reales más en la frontera, pero hay que confiar en quien cambia). La clave: no cambiar en el aeropuerto de Floripa. Esa terminal –casi a cielo abierto, totalmente renovada, y con el nivel de lujo del Caribe– tiene que ser la última opción. ​Por cada dólar dan 4,41 reales.

Fabian Olivieri es de Pilar, tiene una casa de repuestos de autos y acaba de llegar a Florianópolis en auto. «Primera y ultima vez que lo hago, estaba mal la ruta y fue muy pesado el viaje, mejor hay que hacerlo en dos tramos. La próxima hacemos como siempre, venir en avión», dice a Clarín.

Está cansado y sentado en el parador Trilegal, sobre la arena de Canasvieiras. Daniela, su mujer, se ríe de la «aventura», no tan gostosa, que emprendieron para ahorra costos. A sus dos hijos, Joaquín y Micaela, con la remera de Boca, también se los ve con poca energía.

«Conseguí un departamento frente al mar, en Canasvieiras, a 300 reales por día, de 120 metros cuadrados. Fue gracias a un amigo, lo pagué desde allá (por Argentina). El dólar Qatar te mata si no», dice.

¿Con qué elige pagar esta familia de cuatro? «Trajimos poco efectivo. Así que vamos viendo, entre reales y débito», dice la mujer.

Pero Fabián insiste en que hay dos tipos de turistas y que «depende de eso cómo se paga». Tiene razón.

Siempre hay que estar atentos a la cotización del día. Hoy, es mejor pagar con cash verde (aunque hay que ir y cambiar a reales). Si se opta por hacerlo con plástico, es mejor con débito que con crédito, para que sea al precio del dólar de ese día y no al del día del cierre. Para el débito no es necesario tener una caja de ahorro en dólares.

No termina ahí.

El dólar Qatar, para quienes acumulen consumos de más de u$s 300 al mes, ya supera los $ 350 como el tipo de cambio más caro del mercado. Pero si se paga Ganancias o Bienes Personales, conviene pagar con tarjeta si se quiere esperar hasta mayo del año que viene para recuperar las retenciones de AFIP. Incluso aunque los gastos de hoy no se actualicen por inflación.

¿Qué pasa con el changuito? «Puede ser que convenga traer alimentos en el baúl. Algunas cosas son más caras en el supermercado (como el aceite, las latas de choclo, la leche y la bolsa de carbón). Pero es poca la diferencia. Si vienen cargados, es porque es parte de que los argentinos van a gastar menos acá, por el tipo de cambio tan desfavorable», marca Pablo.

Un auto de categoría media, un Fiat Argo, arranca en unos $ 14.000 por día, con un seguro base. ¿Y la nafta? sí, es mucho más cara en Brasil, desde $ 308. Y hay recargo por pagar con crédito. Es mejor llenar el tanque de este lado, en las ciudades fronterizas.

El boom de Río de Janeiro

Es difícil decirlo en clima de Mundial. Pero a los argentinos nos encanta Brasil (tanto como a ellos les gusta Punta del Este). Para este verano , la reina del carnaval será Río de Janeiro.

«Brasil es siempre uno de los destinos internacionales preferidos de los argentinos. El ránking está liderado por Río de Janeiro, y le siguen Florianópolis, Recife, Sao Paulo y Salvador», dice a Clarín Paula Cristi, Gerente General de Despegar para Argentina y Uruguay.

Quienes eligen ir en avión, van más a Copacabana que a Canasvieiras. Aerolíneas sumará en enero la ruta Río de Janeiro, ida y vuelta desde Córdoba y Mendoza.

Un paquete a Rio de 7 noches, en enero está $ 286.000 por persona. Incluye vuelo directo y alojamiento con desayuno buffet y piscina con vista a la bahía de Guanabara. En febrero sale $ 208.000.

Florianópolis. Enviada especial

PS