Floyd Mayweather vuelve al ring a los 46 años para una exhibición contra el nieto de un capo de la mafia de Nueva York

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El ex campeón mundial realizará una nueva exhibición el 11 de junio frente a John Gotti, expeleador de artes marciales mixtas.

Así como Los Chalchaleros giraron por el país durante dos años en una extensísima gira de despedida que puso fin a una carrera de más de medio siglo, Floyd Mayweather también está estirando cuanto puede su adiós a los cuadriláteros. A los 46 años y lejos de la exigencia del deporte de altísimo rendimiento, el ex campeón mundial en cinco categorías realizará una nueva exhibición el 11 de junio frente a John Gotti, expeleador de artes marciales mixtas, novel boxeador y nieto del homónimo líder de la mafia neoyorquina en la décadas de 1980 y 1990.

La velada, que fue presentada como “Los apellidos cuentan”, se llevará a cabo en el FLA Live Arena de Sunrise, en las afueras de Fort Lauderdale (Florida), y no solo incluirá actividad pugilística, sino también shows musicales: en ese sentido, la atracción estelar será el cantante puertorriqueño Ozuna. “Será un acontecimiento sin precedentes en el mundo del deporte y del espectáculo. Se trata de combinar el entretenimiento, con actuaciones musicales de primer nivel, con habilidades de primer nivel en el ring. Los aficionados del sur de Florida van a apreciar este evento de primera categoría que les vamos a ofrecer”, adelantó el jueves Floyd, en su rol de promotor del evento, en la conferencia de prensa de presentación de la velada.

Ese ropaje le calza muy bien desde hace tiempo. Ya había empezado a coserlo durante el último tramo de su inmaculada carrera, que incluyó 50 victorias (27 antes del límite), y no renunció a él desde que abandonó la alta competencia tras noquear al irlandés Conor McGregor el 26 de agosto de 2017 en el T-Mobile Arena de Las Vegas. Mientras ve crecer The Money Team, su firma de indumentaria, y promociona espectáculos de mujeres desnudistas en Las Vegas (labor que realiza con denuedo en su cuenta de Instagram), sigue explotando sus habilidades con los puños enguantados.

Floyd Mayweather y John Gotti se saludan durante la presentación de la exhibición que protagonizarán el 11 de junio.

Floyd Mayweather y John Gotti se saludan durante la presentación de la exhibición que protagonizarán el 11 de junio.

Mayweather siempre fue tan hábil para los negocios como para fintar los golpes de sus adversarios (no en vano lo apodaron Money). Por eso supo acomodar las velas para valerse de los vientos que soplan. Como muestra vale mencionar que su exhibición ante Gotti será transmitida por la plataforma Zeus, un servicio de streaming lanzado en julio de 2018 y “creado por millennials para millennials”, según se define desde su nacimiento.

En esa sintonía, el hombre nacido en Grand Rapids (Michigan) comprendió antes que nadie que resultaría redituable abrirse camino más allá de las fronteras del boxeo. Lo hizo en 2017, cuando se enfrentó con McGregor. Pese a que era la principal estrella de la Ultimate Fighting Championship (UFC), la empresa de artes marciales mixtas más importante del planeta, el irlandés debió adaptarse a una nueva disciplina y aceptar los términos de la negociación que estableció su rival, el dueño de la sartén y del mango. Y lo hizo porque enfrentar al mejor boxeador del siglo XXI era una oportunidad única y le reportaría un cheque incomparable.

Floyd Mayweather noqueó a Conor McGregor en su último combate oficial en agosto de 2017. Foto: Christian Petersen / Getty Images / AFP.

Floyd Mayweather noqueó a Conor McGregor en su último combate oficial en agosto de 2017. Foto: Christian Petersen / Getty Images / AFP.

Ya retirado, Floyd reforzó esa tendencia y se embarcó en una serie de exhibiciones que comenzó el 31 de diciembre de 2018, cuando vapuleó en menos de tres minutos al kickboxer japonés Tenshin Nasukawa en una contienda sin equivalencias que se llevó a cabo en Saitama. Si bien la pandemia de coronavirus la colocó en pausa, la máquina de facturar volvió a poner en movimiento sus engranajes en junio de 2021, cuando el ex campeón mundial hizo ocho asaltos ante el youtuber Logan Paul (hermano mayor de Jake Paul) en el Hard Rock Stadium de Miami Gardens. Esa faena le reportó ingresos por 65 millones de dólares.

El año pasado, también completó ocho rounds con su exsparring Don Moore el 21 de mayo en Abu Dabi y luego noqueó al peleador de MMA japonés Mikuru Asakura en Saitama el 25 de septiembre y al youtuber Deji Olatunji en Dubái el 13 de noviembre. Su última presentación fue el 25 de febrero en el O2 Arena de Londres ante Aaron Chalmers, quien había saltado a la fama en 2014 por su participación en el reality show Geordie Shore, había participado en la serie Ex on the beach de MTV y luego había probado suerte en el muay thai y las artes marciales mixtas.

Esa noche, en la que el medallista olímpico en Atlanta 1996 demostró una superioridad abrumadora durante ocho rounds, sonrió y hasta bailó con una mujer sobre el cuadrilátero, buena parte de los asientos del estadio estuvieron vacíos. Sin embargo, según la prensa británica, el espectáculo reportó al excampeón ganancias por 20 millones de dólares, principalmente gracias a la venta de paquetes de pago por evento.

Ahora el Mayweather Show volverá a suelo estadounidense con una velada que servirá también como homenaje a Marikit Kitchie Laurico, quien falleció el 31 de marzo a los 47 años. Laurico, quien nació en Filipinas y emigró a Estados Unidos con su familia a los 11 años, fue durante una década la asistente personal del excampeón y la directora de Marketing de The Money Team.

Floyd Mayweather junto a Marikit Laurico, su asistente, quien falleció el 31 de marzo. Foto: Instagram @ikitchie.

Floyd Mayweather junto a Marikit Laurico, su asistente, quien falleció el 31 de marzo. Foto: Instagram @ikitchie.

Esta vez, el partenaire será John Gotti, quien tiene 30 años, realizó seis combates de artes marciales mixtas (registró cinco victorias y una derrota) entre 2017 y 2020 bajo el paraguas de la empresa CES y el año pasado incursionó en el boxeo profesional, en el que registra dos triunfos. Para las dos contiendas, ante Albert Tulley y Alex Citrowske, pesó poco más de 79 kilos, 10 más que los que marcó Mayweather en su último pleito oficial ante McGregor.

Para Gotti, esta exhibición se asemeja al billete dorado que el pequeño Charlie Bucket hallaba en una de las barras de chocolate fabricadas por Willy Wonka. “Nunca había visto a Floyd antes de hoy y ni en un millón de años pensé que estaría en esta pelea”, reconoció en la conferencia de prensa del jueves. Y detalló: “Crecí idolatrándolo, soy fanático de él desde los nueve años, veía videos de él en YouTube y por él me metí en el mundo del boxeo. Me siento honrado de tener esta oportunidad”.

De todos modos, el peleador neoyorquino, que tendrá ventaja de tonelaje y talla (1,80 metros contra 1,73 de su rival), avisó que no pensaba ir de paseo a Sunrise: “Voy a mostrarle lo que estos youtubers anteriores no pudieron hacer porque apestan. Floyd va a tener que ganarse su dinero. No estoy acá para jugar. Lo voy a castigar. No me importa si es una pelea de exhibición o no, es matar o morir”.

John Gotti ganó cinco de sus seis peleas de artes marciales mixtas. Foto: Instagram Team Gotti.

Esa bravata sonó como música para los oídos del Mayweather promotor. “Me encanta su confianza. Siempre que competís al más alto nivel, tenés que creer en vos. Y él lo hace. Se supone que tiene un plan de pelea, no estaría acá si no creyera en sus habilidades”, lo elogió el excampeón, quien reveló que lo unía un vínculo de amistad con el padre de su contendiente.

Justamente alrededor de la familia del rival de Floyd giró en estas horas gran parte de la cobertura mediática sobre esta exhibición. Porque su abuelo, John Joseph Gotti, fue el líder de la familia Gambino, la más numerosa y poderosa entre las cinco que gestionaban las actividades ilícitas en Nueva York (y también una de las más potentes entre las 19 que operaban en Estados Unidos) en las décadas de 1960, 1970 y 1980.

Gotti ascendió a la cima de su organización, de origen siciliano, tras ordenar el asesinato de su entonces líder, Paul Castellano, el 16 de diciembre de 1985 en la entrada del restaurante Sparks de Manhattan. Y allí se mantuvo hasta que fue detenido, acusado de chantaje, conspiración, asesinato, juego ilegal obstrucción de justicia, soborno y fraude fiscal. Por esos delitos fue juzgado en 1992 junto a su mano derecha, Frank Locascio.

John Gotti fue el capo de la familia Gambino desde 1985 hasta su detención. Foto: David Cantor / AP.

John Gotti fue el capo de la familia Gambino desde 1985 hasta su detención. Foto: David Cantor / AP.

Ese juicio, que tuvo como testigo clave a Salvatore Gravano, otrora consejero del capo de la familia Gambino, despertó un interés mayúsculo en Nueva York. Celebridades como los actores Anthony Quinn y Mickey Rourke clamaban por la inocencia de Gotti, a quien definían como «un amigo». Tras 72 días de proceso, los dos acusados fueron sentenciados a cadena perpetua por su responsabilidad en 13 hechos, entre ellos el asesinato de Castellano.

Cuando John Joseph fue condenado, cedió el mando a John Angelo, su hijo mayor (y padre del próximo rival de Mayweather), quien también terminó en prisión en 1999, tras declararse culpable en una causa por soborno, extorsión y amenazas, y recibir una pena de seis años y cinco meses. Entonces el liderazgo de la familia Gambino recayó en Peter, otro de los hijos de John Joseph.

El patriarca de la familia Gotti murió como consecuencia de un cáncer de garganta el 10 de junio de 2002, a los 61 años, en la Prisión Federal de Springfield (Misuri), donde llevaba una década encerrado y bajo régimen de aislamiento. John Angelo fue liberado en 2004 y si bien fue sometido a otros cuatro procesos por extorsión, en todos salió airoso. Desde entonces, no volvió a exhibir vínculos con organizaciones delictivas. La vida de ambos fue reconstruida en la película Gotti, dirigida por Kevin Connolly, escrita por Lem Dobbs y Leo Rossi, y protagonizada por John Travolta, Spencer Lofranco y Kelly Preston.

f:Clarín