martes, abril 23

Gasto público: de las jubilaciones a los planes sociales, por qué es complejo un ajuste fiscal

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El gasto social explica 2 de cada 3 pesos que eroga el Estado. Con alta inflación, pobreza y desempleo, la reducción del déficit podría venir con la segmentación de tarifas y licuación de las jubilaciones.

Gasto público: de las jubilaciones a los planes sociales, por qué es complejo un ajuste fiscal

Casi dos de cada tres pesos que gasta el Estado Nacional se destinan a prestaciones sociales.

El gasto social equivale al 12% del Producto Bruto Interno (PBI) y tres cuartos se dedican exclusivamente a jubilaciones y pensiones, según los datos del Monitor Presupuestario de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) y la consultora Equilibra.

Asimismo, con base en el proyecto de ley de Presupuesto 2022 que se envió al Congreso y todavía no se trató -a la espera de la presentación de un programa económico plurianual-, la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP) determinó que el año que viene el gasto público social ascenderá a unos $ 8,9 billones, un 66,6% de los $ 13,3 billones que erogará en total el Tesoro, según el crédito inicial previsto.

En las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), los técnicos del organismo piden reducir el déficit fiscal y financiarlo cada vez con menos emisión monetaria para bajar la inflación.

En este sentido, la corrección de los desequilibrios macroeconómicos queda acotada al restante 33% del gasto público o a la forma de financiarlo (impuestos, con una carga tributaria que ya las empresas califican como «muy alta» y creen que desincentiva la creación de empleo privado y fomenta la evasión).

La presión tributaria saltó de 24% del PBI en 2004 a un pico de 31,5% en 2015 y cerró 2020 en 29,5%. Incrementar los impuestos al sector privado podría ser contraproducente con el objetivo de crear empleo

Con una situación social que arroja que la pobreza que ronda el 40% y el desempleo en torno al 10%, la economista jefa de Labour, Capital & Growth (LCG), Melisa Sala, marcó: «Obviamente los servicios sociales son difíciles de tocar, pero el rezago de la ley de movilidad -aunque se haya acortado- todavía garantiza que en un contexto de aceleración de la inflación, la parte que se ajusta por movilidad (40% del gasto primario aproximadamente) se licúa en términos reales».

De acuerdo a las planillas de LCG, el gasto primario equivale al 21,4% del PBI en 2021, con los servicios sociales en 10,7% y el extraordinario gasto Covid en 1%. El resto se va en subsidios corrientes (3,2% del PBI), salarios de la administración pública (2,5%), transferencias discrecionales a las provincias (1,2%), obra pública (0,8%), entre los principales rubros.

Sala indicó que «salarios es una partida grande del gasto primario». «No digo que el ajuste deba ir por ahí, pero si se achica el gasto es candidato. Mientras tanto, la obra pública tiene un porcentaje menor y ajustar ahí no va a hacer la diferencia».

Evolución y composición del gasto primario como porcentaje del PBI. Fuente: LCG

Así las cosas, los subsidios a la energía y el transporte aparecen también en la mira del ministro de Economía, Martín Guzmán, que volverá a la carga en 2022 con la segmentación de tarifas y su idea de aplicar aumentos en línea con la evolución de las paritarias, luego de chocar este año con la negativa del sector del Frente de Todos que se referencia en la vicepresidenta Cristina Kirchner y su hijo, el diputado nacional Máximo Kirchner.

Con los números acumulados al 30 de septiembre, la ACIJ detectó que los servicios económicos se llevaban el 18,4% del gasto público total.

Los subsidios a la electricidad y el gas suman hasta el momento $ 650.000 millones y la asistencia financiera a empresas públicas y entes energéticos otros $ 200.000 millones. En tanto, después de la reestructuración de 2020, los pagos de deuda pública se achicaron al 8% del gasto total.

Tocar los subsidios puede elevar un escalón más la inflación, como le pasó al Gobierno de Mauricio Macri.

Además, los aumentos de tarifas de luz y gas le restarán vigor al crecimiento económico, la gran apuesta que tienen Cristina y Máximo Kirchner para ganar las elecciones en el 2023.

De vuelta en el renglón de los servicios sociales, las asignaciones familiares constituyen un poco más del 10%, según Equilibra.

Rafael Flores, miembro de ASAP, sostuvo: «Queda muy lindo decir en la tele que hay que bajar el gasto de la política, pero con este nivel de déficit no alcanza y eso explica por qué todos los gobiernos tocan las jubilaciones, porque ahí está la mitad del gasto».

«Los planes sociales son menos de lo que piensa la gente, así que cortándolos no se soluciona, y por eso también está el tema de la suba de tarifas; los subsidios son el otro gran gasto del Estado».