jueves, marzo 28

Giro en plena campaña: a dos semanas de las PASO, Gobierno y oposición recalculan estrategias

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Giro en plena campaña: a dos semanas de las PASO, Gobierno y oposición recalculan estrategias

Las principales coalición modifican su discurso contrarreloj. La diferencia entre candidatos y líderes, y la atención al frente interno

En el tramo final de la campaña para las elecciones primarias (PASO) del 12 de septiembre, el Frente de Todos y Juntos por el Cambio empezaron a recalcular sus respectivas estrategias con discursos más confrontativos y con el objetivo común de evitar una merma de votos «propios», en un contexto marcado por escándalos, deudas de gestión y un alto porcentaje de «indecisos».

Si bien todas las encuestas que se dieron a conocer hasta el momento vaticinan resultados muy diferentes para ambas coaliciones, coinciden en que el porcentaje de personas que todavía no definió su voto oscila entre el 15 y el 18% del padrón y que una amplía mayoría (que ronda el 60%) tiene expectativas negativas para cualquier escenario.

La economía es el punto más débil para el Gobierno y también para la oposición -que ensaya una autocrítica pública por los resultados de su paso por la administración nacional- y a ello se le suma el impacto mediático de la foto del presidente Alberto Fernández durante un festejo de cumpleaños en la quinta de Olivos en plena cuarentena dura y la de Elisa Carrió, co fundadora de Juntos por el Cambio, en circunstancias similares.

Entre el 15 y el 18% del padrón todavía no definió su voto

En ese contexto, ambos espacios se vieron forzados a meter un giro en el discurso proselitista. «Siempre se ajusta la estrategia a medida que se acerca el día de la elección», señaló un operador del oficialismo a iProfesional que minimizó el cambio en el libreto del Frente de Todos.

El oficialismo dejó en segundo plano la reivindicación sobre el manejo de la pandemia de Covid-19 en medio de la escasez de segundas dosis de la vacuna y empezó a seguir una línea discursiva en la que responsabiliza por la situación económica a la crisis sanitaria y a «la deuda que dejó» el ex presidente Mauricio Macri, al tiempo que destaca que ya inició la recuperación.

«En los primeros tres meses que pudimos gobernar recuperamos en 6 puntos el salario real, pero al tercer mes, cuando nos estábamos recuperando de la pandemia que fue el macrismo, vino la pandemia que azotó al mundo», afirmó el presidente Alberto Fernández recientemente, en un acto de campaña en La Pampa.

Además, afectado por el impacto del «Olivos gate», el Presidente intenta también reconstruir su imagen hacia adentro de la coalición oficialista, por lo que las críticas cada vez más agudas a su antecesor sirven también a ese objetivo, con la mira puesta principalmente en el ala kirchnerista que tiene la parte mayoritaria de la base electoral del Gobierno.

La confrontación directa con Juntos por el Cambio también es adoptada por otras figuras del Frente de Todos como el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y el jefe del bloque de diputados, Máximo Kirchner, que llaman a «salir de la pandemia hacia adelante y no hacia atrás, con más desigualdad y deuda». Pero, lateralmente, se intenta evitar el choque frontal por parte de los candidatos.

El último «manual» con los ejes de campaña salido del comando que encabezan Santiago Cafiero y Mariano Recalde llegó a la primera candidata a diputada nacional por la provincia de Buenos Aires, Victoria Tolosa Paz, con la indicación de hablar de «futuro», hacer hincapié en la reactivación económica y, principalmente, evitar las «posturas extremas».

Victoria Tolosa Paz comenzó a hablar de «futuro» y de «reactivación económica»

La candidata bonaerense empezó así a recorrer los medios con un discurso más moderado que el de los líderes de la coalición, con predisposición a «entender al que está enojado», al punto que se mostró comprensiva con los desplantes que recibió en una recorrida de campaña y que fueron televisados.

El último viernes, durante un acto en Escobar, Tolosa Paz remarcó que «el final de la pandemia es claro y concreto, es darle velocidad a la reactivación, darle velocidad al salario y a las jubilaciones para que vayan para arriba» y agregó: «A partir de septiembre vamos a subir los escalones de dos en dos para darle dinamismo a la recuperación económica en función del trabajo que es lo que nos pide el pueblo».

Si bien la aspirante al Congreso no dejó de lado las críticas a la oposición y la gestión anterior -especialmente a la ex gobernadora y actual precandidata a diputada por la Ciudad María Eugenia Vidal- redujo las menciones al ex presidente, de las cuales se ocupan los dirigentes que no van a las urnas este año pero tienen la función de retener al votante más fiel y al que, dentro de ese grupo, hoy tiene sus dudas.

El nuevo discurso opositor

Para Juntos por el Cambio, el giro en el discurso de campaña obedece no solo a la necesidad de ganar las elecciones legislativas sino también a la pulseada interna por el liderazgo de la oposición con vistas a 2023. En ese juego están el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, y Macri.

En la Ciudad de Buenos Aires, el PRO se ve amenazado por el crecimiento -especialmente entre el electorado más joven- de los liberales y, particularmente, de Javier Milei, el único de ese espacio que se le escapó al armado político del mandatario porteño.

Fuentes que trabajan en la campaña de Vidal aseguraron a iProfesional que están «tranquilos» para las PASO porque la precandidata tiene «el doble de intención de voto que (Ricardo) López Murphy» y le restaron importancia al crecimiento que tuvo en las últimas semanas su rival en la interna, referente del liberalismo.

Sin embargo, Vidal endureció su discurso. «Hoy se están planteando dos caminos: uno en que te quieren burro, pobre y sometido, y otro que te quiere libre, con trabajo y educación», disparó la dirigente del PRO en una de sus últimas actividades de campaña. En el mismo acto, mencionó un «abuso de poder en el marco de la pandemia» por parte del Gobierno.

Además, la precandidata buscó marcar la diferencia en un evento relevante como fue la conferencia de Américas Society/Council of the Americas (AS/COA) del pasado jueves. Allí confluyeron Rodríguez Larreta, Cafiero y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, entre otros, y mostraron -alejados de la arena de la campaña- coincidencia en la necesidad de «un gran acuerdo» y un «diálogo» post electoral entre todos los sectores para salir de la crisis.

Vidal endureció su discurso para evitar una fuga de votos hacia los precandidatos liberales

En tanto, Vidal pronunció un discurso duro contra el manejo de la pandemia por parte del Gobierno nacional y, en referencia al diálogo, sentenció: «Acuerdos sí, pero no cualquier acuerdo». La precandidata afirmó que los líderes políticos deben ponerse «de acuerdo sobre los temas difíciles» pero que no es «negociable la reforma institucional para favorecer al poder».

Así, la precandidata busca evitar una fuga de votos hacia los liberales. Tanto para el lado de López Murphy -que «en definitiva es parte de la coalición», afirman en su equipo de campaña- como para el de Milei.

El otro cambio de la estrategia opositora es la incorporación de Macri a la campaña. Cerca del ex presidente evaluaron ante iProfesional que el armado electoral de Larreta intentó «dejarlo de lado» pero «ahora lo piden». En efecto, el último sábado el jefe de Gobierno porteño subrayó que su participación en la campaña «no resta, suma».

Macri empezó a mostrarse con los candidatos a legisladores porteños y a visitar localidades «amistosas» como Pinamar, y su aparición también revitalizó a a Bullrich, representante del ala «dura» de Juntos por el Cambio, que había sido, también, «corrida» del armado larretista.

Ambos buscan reforzar el voto más antikirchnerista en favor de la coalición opositora en todos los lugares donde sea posible pero, al mismo tiempo, empezaron a acercarse a la figura de Milei, el excéntrico economista que critica e insulta por igual al peronismo y a Rodríguez Larreta y Vidal.

«Con Milei tengo un eje que comparto profundamente, que es la libertad. Milei tiene razón: nada justifica que te atropellen tu libertad», afirmó el ex presidente durante una visita a Pinamar. «Me parece que es un candidato interesante porque ha propuesto un debate sin tener vergüenza, lo cual es bueno y sincero. Aporta un debate de ideas que a la Argentina le hace bien», agregó por su parte Bullrich, en una entrevista televisiva.

Esa línea discursiva busca captar al sector juvenil que más critica al sistema política y ve en Milei a un nuevo representante pero también fortalece la línea interna de los «halcones» dentro de Juntos por el Cambio, en su pulseada con las «palomas» de Rodríguez Larreta.

De hecho, Bullrich también afirmó recientemente que ella «hubiera sacado más votos que Vidal» en la Ciudad de Buenos Aires, lo cual muestra que la interna de Juntos por el Cambio, pese a la campaña, sigue al rojo vivo.

De estar casi relegado, Macri pasó a tener un rol más protagónico en la campaña

Por su parte, el precandidato a diputado por la provincia de Buenos Aires Diego Santilli centra su discurso en las propuestas legislativas, con críticas menos directas al Gobierno nacional. En parte, porque al igual que Vidal debe superar primero las PASO, en su caso, con el radical Facundo Manes. Pero, a diferencia de la interna de la Ciudad, la de Buenos Aires no es con un ala dura, sino lo contrario.

El neurocientífico machaca en «salir de la grita por arriba» y en pedir un debate «sano» con Santilli, que no se lo dará. En ese contexto, «el Colo» apuesta por un perfil más moderado pero centrado en temas como «reformar el Código Procesal Penal para evitar que los delincuentes entre por una puerta y salgan por la otra», o «que la evaluación del nivel educativo sea obligatoria».

Del discurso adversarial se ocupa, en tanto, Rodríguez Larreta. Al igual que su candidata porteña, el jefe de Gobierno empezó a mostrarse más duro con el Gobierno. Recientemente, afirmó que «la foto de Olivos genera vergüenza y bronca» y remarcó: «Si queremos frenar al kirchnerismo y decirles basta, los únicos que tenemos 120 diputados en el Congreso y un bloque grande de senadores, somos Juntos por el Cambio».

A dos semanas de las PASO que definirán a los candidatos de Juntos por el Cambio y servirán de termómetro sobre el humor social respecto de la gestión de Alberto Fernández, ambos espacios afinan el lápiz. En base a los resultados de esa instancia, todo puede cambiar de cara a la elección de noviembre, que definirá la nueva integración del Congreso.