sábado, noviembre 16

Grandes empresas de alimentos empiezan a bajar precios, tras derrumbe del consumo por remarcaciones récord

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La mercadería que subió de precio, la gente no la compra. En las grandes cadenas volvieron las bonificaciones y hay rebajas para los comercios de barrio

Grandes empresas de alimentos empiezan a bajar precios, tras derrumbe del consumo por remarcaciones récord

El «overshooting» es un término vinculado a los movimientos financieros que explica la suba exponencial de algún precio por encima del nivel de equilibrio y luego una caída al valor real. Pero Argentina, que todo lo puede, logró bajarlo al vocabulario popular para la compra de un alfajor o de un kilo de carne.

Esa disparada y la posterior corrección a la baja, resultó un perfil característico en varios rubros en los últimos dos meses, desde que, luego del triunfo electoral de Javier Milei, se produjo una liberación de hecho del precio de los alimentos.

Cae la demanda y estos rubros bajaron los precios

Un buen ejemplo ofreció Fernando Savore, presidente de la Federación de Almaceneros: «Hace 20 días la empresa Arcor nos envió un lista con aumentos de hasta 35% sobre otros aumentos que ya habíamos recibido. Traducido en plata, eso significaba que un alfajor tenía un precio de $800. A través grupos de colegas decidimos no comprarles más porque esos productos se nos pasaban de la fecha de vencimiento en las góndolas. Entonces, Arcor comenzó ahora a ofrecer productos con una rebaja de entre un 10% y 15%». Savore afirmó que «hay mercadería que subió tanto de precio que la gente no compra porque la gente es la que decide la compra», resumió.

Otro rubro que tuvo que dar marcha atrás con los aumentos que había planteado es el frigorífico en lo que respecta especialmente a los fiambres. «Los aumentos también habían sido de hasta 50% durante diciembre, pero desde hace 10 días también tuvieron que comenzar a ajustarlos y ya tenemos rebajas de entre un 10 y 15%».

No obstante, el representante de los almaceneros precisó que no es una rebaja generalizada ni tampoco tiene que ver con primeras o segundas marcas: «Depende cada empresa y de su estrategia», indicó. En consecuencia, insistió en la necesidad de que los consumidores recorran y observen precios porque la distorsión es muy fuerte.

Vinculado al tema de la carne, indicó que por ejemplo la empresa «Paty» comenzó a ofrecer una rebaja «por bulto» entre 6 y 7%, pero enfatizó que «no es nada con respecto a lo que había subido y en función de lo que cayó el precio de la carne».

La gente elige lo que va a comprar de acuerdo al precio que tenga el producto.

La gente elige lo que va a comprar de acuerdo al precio que tenga el producto.

Productos que mostraron caída en los precios

Entre los productos que también mostraron caída en los precios por baja en el consumo puntualizó la yerba, que en las últimas entregas tuvo descuentos de entre 7 y 10%. Sin embargo, sobre la yerba, Savore puso un signo de interrogación porque se espera un nuevo aumento para los próximos días.

Respecto de los lácteos el representante de los almaceneros indicó que la empresa La Serenísima sumó dos aumentos en enero que acumulados llegaron al 30%. «El sachet de leche pasó a $900 y el litro de yogurt a $1.800. A la gente no le alcanza y no lo compra y otro grupo decide no pagar», indicó, al tiempo que reveló que cuenta con proveedores de productos de primera calidad que le permiten vender un sachet de leche a $700 y el litro de yogurt a $900.

Consultado sobre si La Serenísima aplica algún descuento sostuvo: «Todavía no, pero supongo que van a tener que reaccionar por pérdida de mercado».

En este contexto, insistió que ante la intransigencia de bajar los precios «las empresas monopólicas están perdiendo mercado porque la gente es la que decide». En esa línea, incluyó a las gaseosas de primeras marcas: «No están haciendo ninguna política de retracción de precios y pierden mercado». Debido a esta situación, el 50% de las ventas ya son de segundas o terceras marcas.

Respecto del conjunto de los alimentos, Savore estimó que en enero la suba de precios está entre un 15-17%, por debajo del 29,7% que se registró en diciembre. «Lo agresivo que fue diciembre no puede repetirse en enero porque el consumo se plancha y la mercadería tiene fecha de vencimiento», explicó.

En las grandes cadenas de supermercados el panorama es similar. Fuentes del sector admitieron que comenzaron a recibir listas de precios con «bonificaciones», algo que se había cortado durante diciembre.

Fiambres, yerba y lácteos son algunos de los alimentos que bajaron su precio por la menor demanda.

Fiambres, yerba y lácteos son algunos de los alimentos que bajaron su precio por la menor demanda.

«No hay bajas de precios en las listas, lo que hay son bonificaciones y promociones por parte de las alimenticias», indicaron fuentes del supermercadismo. En definitiva estas herramientas operan como una baja formal del precio que luego puede transferirse a las góndolas.

Consultados sobre los sectores, no difieren de lo comentado por la cadena minorista. Los productos frescos y con menor tiempo de exposición (por ejemplo los lácteos) son los que concentran las mayores ofertas especialmente con promociones de «rebajas en las segundas unidades» o el famoso «dos por uno».