Nota extraída de IProfesional por Claudio Zlotnik

Se trata de una dinámica que ya lleva siete años pero que se agravó en los últimos meses. La derivación política de este escenario

Los números son dramáticos desde el punto de vista de los asalariados, y pone «blanco sobre negro» las chances que tendrá el Frente de Todos en las próximas elecciones presidenciales. Los salarios perdieron -en promedio- un 7,2% de poder de compra desde que Alberto Fernández fue elegido como Presidente. Un quebranto que llega al 20% en el caso de los trabajadores informales, los más afectados por la alta inflación, sobre todo en los alimentos.

Para ponerlo en cifras: el salario promedio, que ahora se encuentra en $155.611, en las elecciones PASO de 2019 ascendía a $167.704 (medido en pesos constantes). Es como si a los ingresos de los trabajadores les quitaran $12.093 mensuales. Los datos están incluidos en el último informe de la consultora PxQ, que dirige el ex viceministro de Economía Emmanuel Álvarez Agis.

Más profundo fue el quebranto de los salarios si se los compara con los que existían en las PASO del año 2015, las elecciones que derivaron en Mauricio Macri como Presidente. Desde aquel momento hasta ahora, la pérdida de poder adquisitivo totalizó un 23,2% en promedio, pero -otra vez- fue más impactante en el caso de los trabajadores «en negro».

Para ponerlo en cifras, es como si a los salarios les hubieran recortado $47.092 mensuales respecto de los $202.700 que en promedio los trabajadores ganaban en las PASO de 2015. Está más que claro que ni el gobierno de Macri ni el de Fernández (transcurrieron siete años) pudieron mejorar la calidad de vida de la sociedad. Más bien todo lo contrario.

La inflación, indomable

La aceleración inflacionaria de los últimos años tiene costos inocultables. Perjudica notablemente el poder adquisitivo de la gran mayoría de los asalariados, al mismo tiempo que torna inviable la dinámica macroeconómica.

Desde 2015 hasta acá, la inflación pasó del 25% anual al 50% en el último período de Macri al 100% de ahora. No hay manera de tener una macroeconomía sana en este contexto.

Hay una acelerada caída del salario real que pone en jaque al Gobierno, de cara al año electoral

El momento complicado desde la macro se transmite sin demoras al humor social. 

De ahí que Macri haya perdido la posibilidad de la reelección. Y que la administración de los Fernández se encuentre con la peor imagen pública desde su asunción, en diciembre de 2019.

Freno de emergencia para los precios: el reclamo de Cristina Kirchner

La constante suba de los precios y el consiguiente deterioro salarial está generando fuertes tensiones dentro de la coalición de Gobierno. Tanto es así, que desde el kirchnerismo buscan imponer a Sergio Massa un plan de congelamiento de precios para los alimentos de la canasta básica.

Desde sectores vinculados a la vicepresidenta Cristina Kirchner proponen un congelamiento por 180 días que debería exceder la pequeña muestra de «Precios Cuidados» y tomar en cuenta a la mayoría de los alimentos de consumo familiar. Algo parecido a lo sucedido durante el peor momento de la pandemia, en el año 2020.

Desde el kirchnerismo asumen que no existen, hoy en día, anclas inflacionarias -sobre todo para los alimentos- que se encarecieron por encima del resto durante las últimas semanas.

Al mismo tiempo, crecen los reclamos

Una encuesta reciente de la consultora del analista político Raúl Timerman reveló que el 56,4% de los consultados está a favor de un congelamiento por 90 días de los precios de la canasta básica de alimentos.

Obviamente, un 92% de los consultados «oficialistas» dijeron que estaban a favor de esa medida. También un 33,4% de quienes se consideran «opositores» a este Gobierno.

Álvarez Agis, al fin de cuentas, un ex funcionario kirchnerista que conoce de cerca la dinámica del escenario político, escribe en el último reporte de su consultora:

«La imposibilidad de subir el salario real es probablemente el punto más débil desde el punto de vista económico de la actual administración. El fenómeno del trabajador pobre y el reclamo por parte de la vicepresidenta de que «el crecimiento no se lo queden 4 vivos» generan conflictos internos en la coalición de gobierno», analiza Álvarez Agis.

Desde las PASO de 2015, la a pérdida de poder adquisitivo totalizó un 23,2% en promedio, pero -otra vez- fue más impactante en el caso de los trabajadores «en negro»

Justamente, para los próximos meses, no sólo habrá que prestarle atención al impacto macro de la elevada inflación y la escasez de dólares.

La lupa habrá que ponerla en la conducta política de Cristina Kirchner en las próximas semanas, ya de cara al verano, cuando muy probablemente quede claro que al oficialismo no le da la nafta para ganar las elecciones en medio de un ajuste acordado con el FMI. Temas relacionados