jueves, marzo 28

Guerra abierta en el Vaticano:el Papa decapitó a un poderoso movimiento de laicos dentro de la Iglesia

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Cambios en la Iglesia

Es Memores Domini, que depende de Comunión y Liberación. Francisco quiere una importante reforma de los estatutos.

El Papa Francisco quiere una profunda reforma de los estatutos del movimiento laico Comunión y Liberación. Foto: AFP

Los enfrentamientos del Papa con la conducción del Movimiento Comunión y Liberación, de 300 mil miembros distribuidos en 70 países, se convirtieron este sábado en guerra abierta, al anunciar el Vaticano que Francisco resolvió decapitar a las autoridades del gobierno de Memores Domini, la asociación de 1.600 laicos consagrados en 32 países que constituyen el corazón de “CL”.

Comunión y Liberación fue fundada como asociación de laicos en 1954 por el sacerdote Luigi Giussani en Milán y se expandió rápidamente en Italia y muchos otros países hasta constituir el principal movimiento eclesial de laicos de todo el mundo.

Tras un largo tira y afloja con el español padre Julián Carrón, sucesor de don Giussani, como era popularmente conocido el poderoso fundador de CL, el Papa decidió descabezar lisa y llanamente las autoridades de Memores Domini, cuyos miembros formaban el núcleo central de adultos del movimiento, con votos de castidad, obediencia y pobreza, vivían en familias y proseguían su vida como laicos consagrados.

Entre los Memores Domini en Italia todos recuerdan la figura de Roberto Formigoni, 74 años, uno de los discípulos de don Giussani, que fue presidente de la región de Lombardía, la más grande y rica de Italia, con capital en Milán.

El Papa Francisco y el padre Julián Carrón, titular de Comunión y Liberación. Foto: Vatican Media

El Papa Francisco y el padre Julián Carrón, titular de Comunión y Liberación. Foto: Vatican Media

Primero diputado, senador y subsecretario de gobiernos democristianos, Formigoni se pasó después a las huestes de Forza Italia, el partido de Silvio Berlusconi y se convirtió en una de sus principales figuras.

Pero Formigoni terminó acusado de corrupción en varias áreas como la sanidad y el turismo, además de llevar una vida ultra lujosa. Fue condenado a casi seis años de cárcel. Su figura cayó en el desprestigio total, Memores Domini y la propia Comunión y Liberación aun pagan las consecuencias negativas.

Además de Formigoni son Memores Domini las cuatro monjas que cuidan en el monasterio de los jardines vaticanos al Papa emérito Benedicto XVI, Joseph Ratzinger, de 94 años.

Los motivos

La intervención ordenada por el Papa de los consagrados de Memores Domini señala culpas graves en la gestión del gobierno de la asociación.

El comunicado de la Sala de Prensa de la Santa Sede dice: “El Santo Padre, Francisco, teniendo en el corazón la experiencia de Memores Domini y reconociendo en el carisma una manifestación de la gracia de Dios, ha dispuesto cambiar la conducción de la asociación nombrando su delegado especial, monseñor Filippo Santoro, arzobispo de Taranto, a partir del sábado 25 de setiembre de 2021”.

El Papa Francisco, durante una misa en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, este jueves. Foto: EFE

El Papa Francisco, durante una misa en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, este jueves. Foto: EFE

Monseñor Santoro es también uno de los viejos discípulos de don Giussani, quien lo envió en 1984 como misionero a Brasil y que años después se convirtió en el responsable de Comunión y Liberación para toda América Latina.

El Papa otorgó plenos poderes a monseñor Santoro con el fin de “custodiar el carisma y preservar la unidad de los miembros”.

A la vez, el dicasterio vaticano para los Laicos, la Familia y la Vida nombró al jesuita Gianfranco Ghirlanda para que revise los reglamentos y todas las cuestiones canónicas referidas a la Memores Domini.

Dos años de enfrentamientos

Uno de los enfrentamientos que se prolongaban entre la Santa Sede y el jefe de CL, padre Julián Carrión, comenzó hace dos años y se originó en las demoras y negativas para reformar los estatutos de la asociación y responder a pedidos que venían del Vaticano sobre situaciones planteadas en el Movimiento.

La decapitación pontificia alcanzó también a Antonella Frongillo como presidente de la Memores Domini, identificada totalmente con la gestión de Julián Carrión.

La decisión del Papa sobre el movimiento Comunión y Liberación desata una nueva tormenta en el Vaticano. Foto: AP

La decisión del Papa sobre el movimiento Comunión y Liberación desata una nueva tormenta en el Vaticano. Foto: AP

El documento de la Santa Sede conocido este sábado señala que miembros de la asociación advirtieron al Vaticano de “gestos de autorreferencialidad y, por lo tanto, de clausura como con frecuencia ocurre en los movimientos”.

Los cambios que quiere Francisco

El Papa decidió reorganizar las relaciones y la vida interna de los grandes movimientos eclesiales laicos. Algunas fuentes vaticanas dijeron que quería terminar con la autorreferencialidad y las exageraciones carismáticas de los líderes de estos movimientos eclesiales.

Bergoglio los convocó el 16 de setiembre en el Vaticano, desde donde hicieron saber al padre Carrón que especialmente el Papa esperaba encontrarlo en la reunión. Pero ni el líder de CL ni la presidenta de Memores Domini, Antonella Frongilllo, se presentaron.

Carrón mandó a su segundo en Comunión y Liberación, Davide Prosperi.

La ausencia de Carrón en la audiencia papal convocada oficialmente por el dicasterio de los Laicos recalentó el clima y según parece terminó de decidir al Papa de pasar a la acción.

El Papa, durante una misa con miembros de las Conferencias Episcopales de Europa, este jueves en la Basílica de San Pedro. Foto: EFE

El Papa, durante una misa con miembros de las Conferencias Episcopales de Europa, este jueves en la Basílica de San Pedro. Foto: EFE

¿Más purgas?

Esta acción no se detendrá con la decapitación de Memores Domini. Es todo el gobierno de Comunión y Liberación el que está en la mira del pontífice argentino. El futuro del padre Carrón como lider del Movimiento aparece muy comprometido.

Aunque el plazo automático de diez años que puso el Papa como ciclo máximo de su mandato a los líderes de los movimientos eclesiales, permite a Carrón sobrevivir hasta septiembre de 2023, esta posibilidad suena hoy imposible.

Toda la realidad de Comunión y Liberación está siendo revisada en el Vaticano. Su principal figura eclesiástica se ha alejado desde hace años.

El cardenal Angelo Scola, otro discípulo de don Giussani, llegó a ser el arzobispo de Milán (hoy es emérito, o sea retirado) y entró favorito en el cónclave de 2013 que eligió a Jorge Bergoglio.

El 7 de noviembre, Scola cumplirá 80 años y perderá el derecho de voto en el próximo cónclave, según la disposición que se remonta a Pablo VI.

La tunda que el Papa les propinó en el encuentro con los jefes de los movimientos eclesiales iba ante todo dirigida al padre Carrón.

“Caemos en la trampa de la deslealtad cuando nos presentamos a los otros como los únicos intérpretes del carisma, los únicos herederos de nuestra asociación o movimiento. O cuando pretendemos decidir a priori quien debe ser nuestro sucesor”, dijo

“¿Esto sucede?”, se preguntó Bergoglio. “Si y con más frecuencia de lo que creemos. Ninguno es el dueño de los dones recibidos por el bien de la Iglesia, somos administradores, ninguno debe sofocar esos bienes, sino dejarlos crecer, conmigo o con los que vienen después de mi”, concluyó el pontífice.

f: Clarín