Guerra de promos: la recesión obliga a fabricantes y supermercados reforzar su plan de descuentos

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La recuperación de los ingresos no llega a las góndolas y las empresas se ven obligadas a liquidar stocks y a reforzar su política de rebajas

Caída del consumo, recesión

Los últimos datos sobre consumo masivo no son muy alentadores, aunque los empresarios del sector prefieren ver el «vaso medio lleno».

El cierre de agosto marcó un nuevo golpe para gran parte de las compañías, ante la pérdida del poder adquisitivo de la población.

Así lo transmiten algunas grandes fabricantes de alimentos, que tratan de no perder «market share» a manos de las segundas o terceras marcas; y es por eso mismo que en la calle se empezaron a ver importantes ofertas en productos alimenticios de primera línea.

Otras empresas, como en bebidas gaseosas, han decidido postergar nuevos aumentos en los precios hasta nuevo aviso, ante el notorio avance de las marcas menos tradicionales. Por eso mismo, algunos expertos en el sector dan rotulan a este momento como «la economía Manaos».

Empresas y supermercados, con números en rojo: una explicación

La CAME -cámara que agrupa a las pequeñas y medianas empresas y comercios- informó un retroceso del 1,6% en las ventas entre julio y agosto. Y una merma del 10,5% versus agosto del año pasado.

La caída interanual ya no sorprende, en medio de un ciclo recesivo. Pero tanto en pequeñas como en empresas líderes admiten, en diálogo con iProfesional, que sorprenden que no haya una mejora en el mes a mes.

Un informe de Ecolatina, presentado ante la CAC (Cámara Argentina de Comercio), midió una variable clave para entender qué está pasando: el ingreso de la población, descontado el valor de la canasta de los servicios públicos, se encuentra en mínimos históricos.

Eso tiene que ver con dos cosas: el golpe al poder adquisitivo, dado el salto inflacionario de los últimos meses, con salarios que aún no se recompusieron del todo. A lo que se suma el impacto por la fuerte alza en los precios de las facturas de luz, agua y gas. Y también los últimos aumentos en el transporte público.

Según Ecolatina, nunca antes se había dado esta situación donde los bolsillos de los argentinos hayan tenido semejante golpe. Una especie de «doble Nelson», ante la aceleración inflacionaria de los alimentos y los ajustes de las tarifas.

Inflación: cuánta plata gasta una familia en servicios públicos

Con los actuales valores, cada familia gasta alrededor del 14,5% de sus ingresos para costear los servicios públicos, de acuerdo a las últimas actualizaciones de las tarifas y de los ingresos, con base en los datos del Ministerio de Trabajo.

Al comienzo de la gestión de Javier Milei, la proporción que se destinaba al pago de las facturas era del 6,2%. Una relación que fue en aumento a medida que se actualizaron las tarifas y los salarios perdieron poder adquisitivo.

Los datos surgen del último informe de tarifas y subsidios de la consultora de Alejandro Einstoss, un especialista en temas energéticos.

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Según Ecolatina, nunca antes se había dado esta situación donde los bolsillos de los argentinos hayan tenido semejante golpe

Cambia la estrategia de fabricantes y supermercados

Las empresas se vienen acomodando a este nuevo escenario, con marcadas caídas en las ventas y sin una mejora plausible para el corto plazo.

Bajo esta dinámica, hay varios hechos notorios: los fabricantes son muy cuidadosos a la hora de armar las nuevas listas de precios. Una compañía gigante como Molinos mantuvo prácticamente sin cambios los valores de sus productos de la canasta básica (arroz, fideos, harinas). En productos menos sensibles, pero más golpeados por la crisis, hubo rebajas en los precios (congelados, por ejemplo). La mayor suba fue en aceites (+5%), algo que también sucedió en otras compañías del ramo, como Bunge.

Arcor, otra de las alimenticias líderes del sector, tampoco aplicó modificaciones en sus productos básicos, al menos en estas primeras dos semanas de septiembre. Y decidió fuertes promociones para algunos ítems por fuera de la canasta esencial, como chocolates y golosinas. Ahí valen el 3 por 2 o directamente dos productos al precio de una unidad.

Desde el sector supermercadista apuntan que esta estrategia de los fabricantes se relaciona con los stocks. «A medida que avanza el mes, los industriales priorizan sacarse de encima los stocks y promueven ofertas. Eso suele ocurrir durante la segunda quincena de cada mes», dice a iProfesional un referente de la cadena comercial.

A los distribuidores y supermercados les pasa algo similar: ellos también corren con las fechas de vencimiento de los productos.

Una gran cadena comercial ofreció la semana pasada mayonesas con «vencimiento corto» con un descuento del 70% en la unidad, por dar un caso.

Los lácteos corren, al menos por ahora, con una hoja de ruta paralela. En los últimos meses, registraron alzas por encima de la inflación promedio, y septiembre no parece una excepción. Esa tendencia se debe a que la caída en las ventas internas se compensan con mayor volúmenes de exportaciones en un contexto donde, por otra parte, se contrae la producción.

f:Iprofesional