sábado, octubre 26

Guerra en el PJ: Axel Kicillof desafía el liderazgo de Cristina Kirchner

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El Partido Justicialista enfrenta una de sus crisis más profundas, con divisiones internas y liderazgos cuestionados.

El Partido Justicialista (PJ) atraviesa una fase crítica, caracterizada por intensas disputas internas que han generado desconcierto y tensiones entre sus principales figuras. En el centro de la tormenta se encuentran Cristina Fernández de Kirchner, símbolo del kirchnerismo, y el gobernador bonaerense Axel Kicillof.

La lucha de poder entre ambos líderes ha encendido una serie de acusaciones y malestares que ponen en duda la cohesión y el liderazgo de la fuerza política de cara al próximo ciclo electoral.

La confrontación latente no se centra tanto en la permanencia de la expresidenta dentro del PJ, sino en el papel que debería ocupar. En el último tiempo, Kicillof ha mostrado una creciente autonomía en su gestión y ha planteado una serie de críticas veladas a la estructura del kirchnerismo, abriendo un debate sobre la capacidad de la ex presidenta para liderar la propuesta de un PJ unificado.

Algunos dirigentes peronistas consideran que la ex presidenta sigue siendo un activo de gran importancia para el partido. Sin embargo, existe también un sector que plantea la necesidad de un liderazgo renovado, con una visión de centro y apertura hacia otros sectores.

Esta perspectiva encuentra respaldo en figuras como Ricardo Quintela, el gobernador de La Rioja, quien ha cuestionado abiertamente el control del kirchnerismo en el PJ. Según Quintela, el partido ha sido “privatizado” por la cúpula, limitando el debate interno y desatando un enfrentamiento que se considera fundacional para el futuro del peronismo.

La disidencia de Kicillof y el distanciamiento del kirchnerismo

La decisión de Kicillof de marcar una posición diferenciada del kirchnerismo no ha pasado desapercibida. En sus apariciones públicas, el gobernador ha evitado alinearse explícitamente con la ex presidenta, manteniendo un discurso que muchos interpretan como un guiño a sectores del PJ que buscan independencia. “Cristina siempre tendrá un lugar en el peronismo, pero hay que pensar en la renovación de la estructura”, mencionó un dirigente cercano a Kicillof, quien asegura que el gobernador ya no responde incondicionalmente a la lógica impuesta por el kirchnerismo.

Por su parte, el líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, ha sido uno de los críticos más duros de Kicillof, acusándolo de respaldar a Quintela en la interna del PJ. En una entrevista reciente, Máximo señaló que “no se puede apoyar sin motivos claros; hay que ser honestos con las bases”, en clara referencia a la supuesta falta de lealtad del gobernador bonaerense. La tensión ha sido palpable, especialmente durante los últimos actos en los que ambos líderes se cruzaron, dejando en evidencia un distanciamiento creciente.

La situación no es menos complicada en el conurbano bonaerense, donde intendentes y referentes del peronismo tradicional miran con recelo los movimientos de Kicillof. Un jefe comunal que prefirió no ser identificado sostuvo que “Axel siempre termina acatando las decisiones de Cristina, pero esta vez parece decidido a avanzar solo”. Para algunos dirigentes, esta actitud podría dividir aún más al PJ en la provincia, generando dificultades para construir un frente sólido en futuras elecciones.

La percepción en La Cámpora y en otros sectores afines al kirchnerismo es que Kicillof busca construir un liderazgo propio, a la par de Cristina Kirchner, lo que podría diluir el poder del núcleo duro kirchnerista en el peronismo bonaerense. Un dirigente de La Cámpora resumió la situación de esta manera: “Lo único que quieren es evitar que Axel crezca y que se fortalezca como alternativa. Si esto sigue así, el PJ podría terminar atomizado y con facciones enfrentadas en plena contienda electoral”.