Turquía, una de las principales naciones que ha mediado entre las partes, se lamentó por el estado en el que se encuentran las conversaciones y afirmó que “la confianza” puede tardar décadas en restaurarse

En una guerra que está próxima a cumplir dos semanas, tanto el invasor, Rusia, como el país invadido, Ucrania, manifestaron en reiteradas ocasiones de su voluntad de alcanzar un cese al fuego definitivo, imposibilitado por las distancias que había en las condiciones establecidas por cada uno para alcanzarlo.

Turquía, uno de los países que más se involucró en la mediación entre las partes y que ofició como sede de algunos de los encuentros de las delegaciones, aseguró que los logros alcanzados en las negociaciones se vieron reducidos debido a las gran cantidad de civiles muertos registrados en las últimas semanas en masacres como la de Bucha o Irpin.

“Recibimos a las partes en Estambul para continuar sus negociaciones cara a cara. Gracias a estas reuniones, las partes hizo un progreso tangible, pero las imágenes de Bucha e Irpin y los ataques de civiles en Kramatorsk eclipsaron nuestros esfuerzos”, afirmó el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.

Sin embargo, el mandatario aseguró que seguirán trabajando para poder lograr un alto al fuego: “El proceso de Estambul aún mantiene su carácter como la salida más confiable y más corta para superar la crisis”. En este sentido reafirmó que el fin de las hostilidades sería “una de las mejores acciones realizadas por la humanidad”.

Pese a que las partes se han distanciado, Turquía confía en que se podrá retomar la senda del diálogo: “A pesar de la evolución sobre el terreno, creemos que todavía hay espacio para la diplomacia”, resaltó el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu aunque se lamentó que “la confianza” entre los países occidentales y Rusia puede tardar décadas en restaurarse.

En el corto plazo las perspectivas de diálogo no muestran ser positivas con el avance ruso en el este de Ucrania donde comienza a intensificar sus ataques para lograr el control total en el Donbás y en toda la costa del Mar Negro. En este aspecto, en la ciudad portuaria de Mariúpol se está librando la “batalla final” y es cuestión de días para que la ciudad caiga en manos de las tropas del Kremlin, algo que complicará más las posibilidades de negociaciones:

Obviamente, en el contexto de la tragedia de Mariupol, el proceso de negociación se ha vuelto aún más complicado”, dijo el martes a Reuters el jefe negociador ucraniano, Mykhailo Podolyak.