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Hablar de economía no es estar a favor del virus

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Nota extraída de Clarin por Ricardo Roa – Miércoles 15 de abril de 2020

Es una falacia decir que hay que elegir entre un 10% más de pobres o 100 mil muertos por la pandemia.


Hablar de economía no es estar a favor del virus


Hay muchos datos de cómo está la economía y de cómo la crisis de la economía y la crisis de las empresas pegan a la gente. Uno que está bien a mano: la cantidad de anotados para el subsidio de $ 10.000. El Gobierno esperaba repartir alrededor de tres millones y medio y ya hay una lista aprobada con casi 8 millones.

Está claro que entre la vida y la economía no hay discusión posible: primero está la vida. Todos lo entendemos así. También está claro que la economía está pidiendo a gritos que alguien la reanime. La economía es el empleo, el salario, el acceso a los bienes, la calidad de vida y finalmente la propia vida. Y hablar de la economía y no sólo de la pandemia no es poner en duda que la lucha contra la pandemia es de lejos la primera prioridad.

Hay consenso sobre la transición asociada a la salud, con internas sobre si se mide bien o falta medir y con la necesidad de un plan integral para salir de la cuarentena. ¿Cuándo se puede salir? Cuando se sepa adónde se irá. Los especialistas dicen: la pregunta más importante no es cuándo sino cómo.

Cinco países europeos con cifras parecidas a las de Argentina están moviendo la economía como a un caballo con la rienda corta. Ya empezó la República Checa, que tiene 5.335 casos y 104 muertos. Dinamarca, con 6.513 infectados y 295 muertos comienza hoy y también Austria, donde hay 14.159 infectados y 384 muertos. Noruega, 6.605 infectados y 134 muertos y Estonia arrancarán la semana próxima. Son países serios y realidades distintas que van adelante y vale la pena mirar.

La cuestión no es elegir entre un 10% más de pobres o 100 mil muertos, como ha planteado dramáticamente Alberto Fernández. Es una falacia y puesto de ese modo no hay análisis posible. Es como decir: ya veremos, cuando alguien le pregunta sobre el plan para sacar la economía del parate completo en el que está después de una recesión de años y de un 2020 que arrancó muy mal.

Mientras todo tambaleaba, la política económica consistió en intentar un arreglo por la deuda. Y aún estamos en eso y tapando agujeros a pura emisión. Un ejemplo también a mano es el dólar contado con liquidación, el que se usa para transferir plata al exterior, a $ 108. La brecha con el oficial ya trepó al 66%. Hablar de una brecha así es igual a hablar de peligro de devaluación.

Tenemos una economía planchada y un mercado financiero dislocado, con el riesgo país al borde de los 4.000 puntos. En este estado entramos al capítulo de la negociación de la deuda. ¿Hay alguien que esté pensando en estas cosas?

El Congreso está callado y en el poder no interesa que hable. Fernández prefiere hablar con los que piensan igual como los del Grupo Puebla, con quienes se reunió vía zoom. Decidieron “instar a los gobiernos a implementar con urgencia políticas sociales” por la pandemia. Los de Puebla son como el Canal Volver: ex que intentan demostrar que el progresismo latinoamericano sigue vivo. Sin convocar a científicos o a especialistas, la reunión es el mejor ejemplo de lo que no hay que hacer.

La vice Cristina Kirchner busca convocar al Senado para sancionar su impuesto a los ricos. Y le pidió permiso a la Corte Suprema para sesionar de manera virtual, como si la Corte fuera un órgano de consulta de las iniciativas de otro poder del Estado. Hablar de política, como de economía, no es tampoco poner en duda la prioridad de la salud. No hay cuarentena para eso.