viernes, marzo 29

“Hay una orden de Rusia de rechazar cualquier vacuna estadounidense”

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La decisión inicial del Gobierno Nacional de rechazar las dosis que el laboratorio Pfizer ofrecía al país sigue generando acusaciones cruzadas con la oposición; el diputado Luciano Laspina se sumó a las críticas En una carta enviada por Pfizer al Gobierno en diciembre pasado, se advertía por “el interés expresado por el Gobierno de reducir el número de dosis ofrecidos originalmente” desde el laboratorio. La misiva fue revelada en las últimas horas por el periodista de La Nación Ignacio Olivera Doll, quien mostró el cruce de misivas entre el Ejecutivo Nacional con los líderes del laboratorio estadounidense. Finalmente, el Gobierno no compraría ninguna de las dosis ofrecidas por el laboratorio, pese a tratarse de una de las vacunas más efectivas del mundo contra el coronavirus.

El tema cobró peso luego que la diputada nacional y titular del PRO, Patricia Bullrich, saliera a denunciar un supuesto pedido de coimas por parte del Gobierno a las autoridades de Pfizer, a cambio de avanzar en la compra de las dosis. Luego, Bullrich contó que recibió una carta documento del ex ministro de Salud Ginés González García y respondió que no va a retirar sus declaraciones sobre el frustrado acuerdo con Pfizer.

En ese contexto, el diputado nacional de Juntos por el Cambio Luciano Laspina sumó hoy un nuevo abordaje que explicaría por qué el Gobierno se negó a negociar con laboratorios de Estados Unidos. “El Gobierno ha hecho un desmanejo muy grande de la adquisición de vacunas, no sólo por los intereses cruzados de los laboratorios, sino por cuestiones ideológicas. Es claro que por imposición de Cristina Fernández de Kirchner, muy recostada sobre Rusia y China en su estrategia geopolítica de mediano plazo, rechazó todo lo que sea vacunas estadounidenses. Pfizer es sólo un ejemplo, pero tampoco contrató Moderna, Johnson & Johnson. Me parece que las excusas formales que han dado para rechazar las famosas 14 millones de vacunas que eran entrega prioritaria, o de Covax, que se bajó al mínimo que se podía en el contrato, reflejan de alguna forma esto de elegir a los proveedores por encima de la salud de los argentinos.

En diálogo con Radio Rivadavia, en el programa de Eduardo Feinmann, Laspina continuó: “Es verdad que es un tema que va a pasar, porque en el segundo semestre van a llegar más vacunas y los laboratorios van a producir este año, según The Economist, 14 mil millones de vacunas. Pero el daño que se ha hecho, todos los argentinos que fallecieron innecesariamente por haber rechazado esas vacunas, son cuentas por las que el Gobierno deberá responder en algún momento”.

Y, sobre el final de la entrevista, lanzó: “Es cierto que hay muchos negocios e intereses entre laboratorios, pero hay mucha ideología. La ideología mata. O sea, una cosas son las ideas y otra son ideologías. La ideología, en este caso, ha matado argentinos por rechazar vacunas de Estados Unidos, creo yo, para congraciarse con China y Rusia que quizá le dirían ‘si yo te doy las vacunas, no traigas vacunas norteamericanas’. Es muy probable que eso haya pasado, hay muchos artículos que exploran esa línea, y es evidente que eso haya pasado”.

Luciano Laspina