jueves, abril 25

Horror en España: un joven de 15 años mató a su familia porque le prohibieron usar la PlayStation

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Con una escopeta, un chico de 15 años le disparó a la madre, al padre y al hermano en España; vivió tres días en su casa con los cadáveres

Santiago, el chico de 15 años, confesó tres días después del crimen el asesinato de sus padres y su hermano de 10 años. El hecho se produjo el martes 8 de febrero en España, pero no se supo nada hasta el fin de semana cuando una vecina de la partida de Algoda, una comarca rural del Campo de Elche en Alicante, se cruzó con el adolescente y le preguntó por sus padres.

La mujer comentó que hace días no veía a la familia, y el chico respondió que los había matado. Confesó que llevaba tres días conviviendo con sus cadáveres y había dejado de ir al colegio. Al escuchar las palabras del presunto asesino, la vecina llamó a un familiar del chico, quien fue hasta la casa y descubrió que el relato era cierto. El pariente llamó a la Policía y a los servicios de emergencia. Llegaron al domicilio los agentes, los servicios forenses, y un equipo de psicólogos. Luego, el menor fue detenido.

Este sábado 12 de febrero, el joven confesó que había utilizado una escopeta de caza y había disparado dos tiros a su madre, tres al padre, y dos a su hermano.

Las causas del hecho aun se están investigando. Sin embargo, fuentes policiales trabajan en una hipótesis. El causante habría sido una discusión por las malas notas escolares del chico y el consiguiente castigo impuesto por los padres: lo dejaron sin jugar a la PlayStation y le cortaron el wifi del celular. Además, le reclamaron que no ayudaba en el ámbito familiar. 

Según indican fuentes de la investigación, el crimen fue de una violencia inusitada. Tras discutir con la madre, el menor fue a buscar una escopeta, presuntamente propiedad de su padre. La cargó y disparó dos veces contra su madre, en el comedor de la casa. Los disparos alertaron al hermano de 10 años, quien estaba en su habitación y al oír los tiros se dirigió al comedor. Su hermano mayor disparó dos veces y mató al menor. El padre estaba trabajando, y cuando regresó a su casa, su hijo de 15 años también le disparó dos veces y con un tercer tiro en la cabeza remató al padre. 

La manera de proceder del adolescente desconcertó a la Policía. Luego de matar a los tres miembros de su familia, trasladó los cadáveres a un “cobertizo” que hay junto a la vivienda. Allí los mantuvo tres días, hasta que fue descubierto. Según informa El País, tras su detención y confesión, los investigadores remarcaron la “frialdad fuera de lo normal” del presunto parricida, que no expresó “remordimiento” alguno.