En línea con la reducción de la inflación, volvieron a estar disponibles alternativas de financiamiento más extensas. Según un informe del sector, se registraron mayores compras en entretenimiento, indumentaria y electrónica. A mitad de mayo, el Gobierno extendió los plazos de Cuota Simple para financiar compras en hasta 12 pagos, y esto, junto con iniciativas bancarias, impulsó nuevamente el uso de las tarjetas de crédito.
De acuerdo con datos relevados por Payway, proveedora de tecnología para pagos y cobros, en el segundo trimestre del año la cantidad de transacciones pagadas con tarjeta de crédito creció casi 7% respecto de los tres meses previos y aumentó 9,8% en comparación con el mismo período del año pasado. Al analizar la dinámica del uso de los plásticos, se observa que un 43% del volumen en pesos comprado con tarjeta de crédito en el segundo trimestre se pagó en cuotas: un 13,1% correspondió a los planes Cuota Simple -el reemplazo de “Ahora”- y el otro 29% se explicó por las financiaciones bancarias, incluidas las ofrecidas en las tiendas propias de las entidades. Detrás de esta tendencia están la reaparición de las cuotas sin interés y las promociones en fechas especiales como el Hot Sale y el Día del Padre. A esto se añadió el aporte de la financiación bancaria a plazos de entre 7 y 12 cuotas, en momentos en que las alternativas oficiales todavía se limitaban a 3 y 6 meses de financiamiento.
Radiografía del consumo con tarjeta, rubro por rubro
El índice Payway también incorpora información sobre las ventas con tarjeta de todo tipo en diferentes rubros. En la comparación del segundo trimestre respecto al primero, se destaca la evolución de las transacciones en el rubro entretenimiento, que crecieron 40%. También tuvieron una buena performance las compras de indumentaria, que avanzaron 13,43%. En cambio, sectores como construcción y supermercados mostraron caídas trimestrales de 9,75% y 5,05%, respectivamente. Para Florencia Fiorentin, economista de Epyca, los números de evolución trimestral tienen una particularidad: el punto de comparación que dejó el período enero-marzo. “En los primeros tres meses del año prácticamente no hubo cuotas sin interés o con interés bajo. Al mismo tiempo, hubo una mayor racionalización del consumo debido a la aceleración de la inflación y la espera de las políticas del nuevo Gobierno. Entonces, hubo ciertos rubros cuyas transacciones con tarjetas cayeron directamente por la baja del consumo, como restaurantes y construcción”, analizó.
Al observar los datos de manera interanual, se observaron mejoras de 30% en entretenimiento y de 21,9% en la cantidad de operaciones en supermercados. Sin embargo, hubo caídas en sectores como construcción (-16,26%), hogar y electro (-13,10%) e indumentaria (-8,54%).
“El segundo trimestre del año pasado se caracterizó por la aceleración del consumo y la inflación. Se gastaba lo máximo posible en el menor tiempo posible. Las expectativas ahora son menos negativas respecto a la inflación. En ese momento había expectativa de que se acelerara, y ahora, de que siga bajando. Además, predominan otras preocupaciones, como los ingresos o el trabajo”, explicó Fiorentin. “El año pasado seguramente se llevaba lo máximo posible en una sola compra. Ahora, como la inflación es menor y los ingresos están muy bajos en términos reales, tiene más sentido ir comprando de a poco para evitar los grandes gastos. Eso hace que el tanque y el changuito se llenen en varias compras”, cerró la economista.
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