jueves, abril 25

Insólito: la Justicia obliga al Estado a devolver tres autos de lujo a narcos condenados

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El fallo de un tribunal federal consideró que no está probado que los delincuentes los hayan comprado en forma ilícita. Los vehículos eran utilizados para patrullajes de la Policía bonaerense. Uno fue chocado

La Justicia Federal desestimó el decomiso de tres autos de alta gama que habían sido confiscados en operativos contra narcos y eran utilizados por la Policía bonaerense.

El Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, compuesto por los camaristas Nelson Jarazzo, Nicolás Toselli y Ricardo Basílico, consideró que “los vehículos no fueron instrumento ni ámbito de delito”.

En el fallo, los jueces agregaron: “Tampoco puede sostenerse que los bienes cuyo decomiso se requiere hayan sido el producto del comportamiento acreditado”. Así dejaron sin efecto el pedido de decomiso definitivo que había sido elevado por el fiscal Hernán Schapiro.

Los patrulleros “premium” son dos Mercedes Benz C200 Kompressor y un Peugeot RCZ que la Bonaerense comenzó a utilizar meses después que se realizaron las detenciones, en noviembre de 2017.

El ex ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, y el ex jefe de la Policía, Fabián Perroni, anunciaron entonces que esos “bienes secuestrados a los narcotraficantes” serían “usados para prevenir el delito en la Provincia”.

Los narcos que originalmente eran propietarios del vehículo son Hugo Alberto Rivas y Justo Jaime Rosado González. Según la imputación, “entre el mes de octubre de 2016 y el 27 de noviembre de 2017 integraron una organización dedicada a la venta de estupefacientes”. Fueron condenados a 5 años de prisión por la tenencia de 43 kilos de cocaína.

El Peugeot RCZ fue chocado en 2018 en la Autopista Buenos Aires-La Plata. Dos autos embistieron al patrullero de alta gama, que se encontraba en un puesto policial. Quedó destrozado.

Los operativos se realizaron en la localidad de Quilmes. Según informó la edición digital de 0221, la droga estaba empaquetada y envuelta con grasa mecánica roja para despistar a los perros antinarcóticos.

Tenía además una cubierta de papel metalizado para no ser detectada en los pasos fronterizos y aeropuertos. Y en los panes de cocaína secuestrados había un detalle: tenían grabada la cruz esvástica, símbolo de la Alemania nazi de Adolf Hitler.