Ocurrió en Nápoles. La Policía busca al dueño del local al que la mujer fue a confirmar si había conseguido el premio mayor.
La mujer había jugado una raspadita y consiguió el premio mayor de 500 mil euros.
Un caso único: una anciana ganó 500 mil euros al jugar una raspadita, pero el vendedor escapó con el billete de un gran negocio de loterías de Nápoles. Ahora es buscado por la policía de Italia.
El hecho suscita sorpresa y la condena social de los napolitanos, que viven en una que cultiva como pocas las loterías.
La mujer, que juega casi todos los días los números del «lotto», había comprado un billete del “gratta e vince”, cuya traducción sería “rasca y ganas”. La jugada viene tapada y hay que raspar con una moneda o la uña para verla. En Italia tiene millones de adeptos.
Es dificilísimo ganar el primer premio. Pero la anciana lo logró. Ante la sorpresa, fue al negocio que frecuenta del barrio Stella (Estrella), una tabaquería de grandes dimensiones, a confirmar que si ganado medio millón, el premio máximo.
Los napolitanos viven entre la sorpresa y la indignación el robo del billete ganador a la jubilada.
Un joven empleado verificó el billete con el lector óptico y después se lo entregó a uno de los titulares del negocio, que se quedó un momento pensando y, tras meterse la jugada en el bolsillo, escapó agarrando el casco y subiéndose en la calle a su “motorino” con el que huyó.
Los carabineros llegaron de inmediato y comenzó la búsqueda del hombre. Se concentraron muchos vecinos en torno a la tabaquería. Nunca ocurren estas cosas dentro las loterías. De inmediato fue bloqueado el número.
Una mujer definió bien lo ocurrido. “Le dió un golpo di testa”, un ‘golpe de cabeza’, como se llama a un momento de absurda irracionalidad porque el improvisado ladrón nunca podrá cobrar ese billete.
Hasta ahora el hombre no aparece.
Nápoles comenta entre divertida y enojada el acontecimiento. Todos los días hay robos en las calles, asaltos a las casas y muchos otros delitos. Pero jamás de este tipo. «Estas cosas no se hacen», dicen los vecinos.
Los negocios que venden las loterías gozan de un prestigio blindado, entre otras cosas porque los premios mayores los paga directamente el ente oficial italiano que gestiona estos juegos.
En Argentina, muchos heredaron la pasión de las loterías de los inmigrantes napolitanos. Hasta hace unos años por la radio se podía escuchar en Buenos Aires un programa que daba las claves de la “smorfia”, la freudiania interpretación de los sueños. Soñar números era importante para la suerte y cada número tenía su símbolo. Los más famosos son el 15, la niña bonita; el 47, la muerte y el 48 il morto che parla.
Lo curioso es que la lotería no nació en Nápoles sino en Génova, en 1617. Pero el alma de este juego fue lo que albergaron para siempre los napolitanos.
DD
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