Pasó por el quirófano la semana pasada y está más que feliz con la imagen que ahora le devuelve el espejo.
Ivana Nadal aprovechó la pandemia para hacerse una operación que venía postergando desde hace bastante. Quería achicarse el busto y su cirujano de confianza le dijo que este era el momento ideal para hacerlo. El miércoles ingresó al quirófano y ahora está feliz con la imagen que le devuelve el espejo.
En sus redes sociales, la morocha compartió el resultado de su
retoque estético y se mostró muy contenta. “Ojitos encandilados por el
sol. Doble corpi para cuidar a las bebés nuevas y muchas ganas de
vivir”, escribió junto a una foto donde se la ve en ropa interior.
“Salió todo bien y estoy feliz”, había dicho la semana pasada apenas se
le fue el efecto de la anestesia.
Cuando les contó a sus seguidores sobre las ganas que tenía de retocarse el busto, ya que había pasado más de una década desde su primera intervención, la modelo les hizo frente a quienes les dijeron que como estaba se veía bastante bien. “Estoy leyendo sus mensajes acerca de que mis lolas se ven perfectas. Si tengo un corpiño deportivo que me sostiene están bien, pero la que se ve en bolas soy yo. Tengo 375 cc y ahora voy a tener 230 cc. Va a ser un cambio lindo, la forma también va a ser diferente. Quédense tranquilos que estoy tomando una buena decisión. Lo necesito”, reconoció.
A mediados de agosto, Ivana habló de su transformación debido a la
actividad física y el cambio en su alimentación, y recordó el calvario
que vivió cuando a los 18 años eligió ponerse siliconas: “Era muy
chiquita de edad y de contextura, no tenía nada de masa muscular. El
cirujano de ese momento me pone los implantes detrás del músculo sin
explicarme que era mas doloroso y que no era la mejor decisión, esa lola
se me salía de lugar internamente. Me acostaba y se iba para el
costado. Me paraba, y se caía. Fue una experiencia muy traumática. Cada
uno es dueño de su cuerpo y de su vida. Y entre los cambios físicos y
las malas decisiones de mi cirujano de aquel entonces creo que es el
momento de hacerlo”.
Por último, la joven sostuvo que a lo largo de once años su
cuerpo pasó por diferentes cambios, lo que le provocó varios estados de
ánimo. “2009-2020. 18 años-29 años. 52 kg – 65 kg. Pasé por muchos
cambios mentales, corporales y espirituales. Sufrí, me maltrate, lloré,
me reinventé, volví a caer, me volví a maltratar, me juzgué, me culpé,
lloré, sufrí, me levanté y seguí… Pero en todo ese proceso, jamás
sané. Pero poco a poco, mi vida se volvió más clara. Comencé a valorarme
y a cuidarme, a quererme y confiar en mí, a pedirme perdón y aceptarme,
a abrazarme sin vergüenza, a expresarme y exteriorizar todos esos
dolores guardados, todos esos miedos impuestos”, concluyó.