jueves, noviembre 14

Jack Nicholson, el hombre de las mil caras y risa burlona que cambió a los héroes de Hollywood

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A los 85 años, el actor niega tener problemas de salud. Casi no sale de su casa -su castillo, afirma- sencillamente porque no tiene ganas. Dice que no piensa trabajar hasta el último día de su vida.

Jack Nicholson tiene 85 años y está retirado del cine. Algunos sostienen que tiene problemas de memoria y ya no puede retener las líneas; él dice que no tiene ningún problema de salud: “Simplemente no pienso trabajar hasta el día en que me muera; ya hice bastante”. Por cierto que hizo bastante.

Al recorrer su filmografía queda claro que dejó una marca indeleble con cada papel de su carrera; algunos críticos afirman que la llegada de Nicholson al cine cambió la naturaleza del héroe: él, junto con actores como Dustin Hoffman o Daniel Day Lewis instalaron una nueva categoría en cuanto a las estrellas de carácter: pura intensidad y carisma.

En su caso, también, hay que agregar una sonrisa siempre burlona. Este estilo diferente se vio con claridad desde su primera aparición en Easy Rider (1969) de Dennis Hopper, la película que acá se llamó Busco mi destino.

Por supuesto hizo todo: comedias como Mejor… imposible, con Helen Hunt, o La fuerza del cariño, con Shirley MacLaine. Hizo terror desatado como su inolvidable papel en El resplandor, sobre la novela de Stephen King. A propósito, el hacha que usa Jack Torrance para aterrorizar a su mujer (y al público) fue subastada el año pasado y vendida en 175.000 dólares. Cada película en la que actuó se convirtió en un clásico.

Jack Nicholson y su pasión por el deporte. (Foto: AP)
Jack Nicholson y su pasión por el deporte. (Foto: AP)

Fue Joker en el Batman de Tim Burton, el mismo diablo en Las brujas de Eastwick, sobre la novela de John Updike; fue el Lobo en el film de Mike Nichols y un detective privado en Chinatown, de Roman Polanski. Fue el célebre coronel Jessep en Cuestión de Honor (A Few Good Men) de Rob Reiner, y ya mayor protagonizó Las confesiones del Sr. Schmidt, de Alexander Payne. Ganó el primero de sus tres premios Oscar por su papel en Atrapado sin salida, de Milos Forman.

Su carrera había comenzado de la manera más modesta, empleado como una especie de cadete en los estudios de la Metro Goldwyn Mayer. Mientras tanto estudiaba en el Actor’s Studio y trabajaba como actor de teatro. El joven Nicholson llamó la atención del director Roger Corman, quien le abrió las puertas del cine a principios de la década del 60 y así se inició una generosa filmografía que abarcó todos los géneros.

Su vida personal tiene un curioso origen puesto que ya maduro descubrió que su verdadera madre era June Nilson, a quien siempre había considerado su hermana mayor: un secreto de la familia que él conoció cuando ella ya había fallecido. Hoy Jack Nicholson apenas sale de su casa; sólo se lo ve algunas veces cuando asiste, generalmente con su hijo Ray, a un partido de la NBA. Es fan de los Lakers.