Javier Milei desplazó a dos funcionarios de la SIDE que quisieron investigar a Mauricio Macri

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El titular de la Secretaría de Inteligencia, Sergio Neiffert, confirmó que dos abogados solicitaron cuatro expedientes que acusaban al ex presidente.

En un intento por reducir las tensiones con su principal aliado, Mauricio Macri, el presidente Javier Milei decidió desplazar a dos funcionarios de la Secretaría de Inteligencia (SIDE) que intentaron acceder a causas judiciales que involucraban al ex mandatario. Sergio Neiffert, titular de la SIDE, confirmó el despido del abogado Ignacio Damián González y una letrada más, quienes habían solicitado copias de cuatro expedientes vinculados a investigaciones sobre Macri y funcionarios de inteligencia de su gestión.

El conflicto surgió cuando González se presentó ante varios jueces federales para obtener información sobre estas causas, alegando estar autorizado por la SIDE para conocer el avance de las investigaciones. Sin embargo, los jueces Marcelo Martínez de Giorgi, Julián Ercolini y Daniel Rafecas le negaron el acceso a los expedientes, cuestionando la validez del poder que González presentó, en el cual todos los nombres estaban tachados. Este incidente fue revelado por el periodista Joaquín Morales Solá, lo que generó preocupación en el entorno de Macri.

Sergio Neiffert, titular de la SIDE

En respuesta, Neiffert pidió disculpas a Macri y aseguró que los involucrados habían sido removidos de sus funciones. Además, admitió que González trabajaba para la SIDE, organismo controlado políticamente por el asesor presidencial Santiago Caputo. Esta acción fue interpretada como un intento de Milei para evitar un mayor conflicto con el PRO, clave en la alianza gobernante.

Santiago Caputo y Javier Milei

Desde la Casa Rosada, una fuente cercana a Neiffert intentó minimizar el episodio, afirmando que el relevamiento de causas no tenía como objetivo investigar a Macri, sino realizar un seguimiento general de todas las causas en las que estuvieran implicados agentes de la SIDE. Sin embargo, esta explicación no convenció a los líderes más cercanos a Macri, quienes ven el episodio como un signo de desconfianza y potenciales fricciones dentro de la coalición.

Fuente: Clarín