Se trata de una deportista polaca, quien, además de participar de los Juegos Olímpicos, también disputa los Paralímpicos a raíz de su discapacidad.

Hay una historia de superación que salió a la luz en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Este sábado la polaca Natalia Partyka, que practica tenis de mesa, debutó  en los Juegos Olímpicos con una victoria por 4-0 ante la australiana Michelle Bromley.

Más allá de este triunfo, la historia de la europea conmueve el certamen. Es que la deportista de 31 años nació sin parte de su brazo derecho.

Se trata su tercera cita olímpica, ya que participó en Beijing 2008 y Londres 2012. “Para mí, (esta discapacidad) no es nada. Estoy jugando en la misma línea que los demás”, afirmó hace un tiempo. Con su zurda logró brillar en cada torneo que compitió, ya sea Juegos Paralímpicos, donde fue cuatro veces campeona, u Olímpicos.

“Entiendo que el tema del saque pueda sorprenderlos pero para mí no tiene nada de especial. Tomo la pelota con la derecha y saco con la izquierda”, expresó sobre cómo logra sacar.

A los 11 años ya participó en Sidney 2000, y se convirtió en la paralímpica más joven en la historia del tenis de mesa. Cuatro años más tarde, en Atenas 2004, se colgó la medalla dorada y también fue la campeona paralímpica más joven de su deporte.

Partyka nació con una malformación congénita en su brazo derecho, que termina en el codo, pero nada le imposibilitó comenzar a jugar tenis de mesa a los siete años con su hermana Sandra. Tal fue el despegue que al poco tiempo superó todos los niveles y decidió ir más allá. En Japón, Partyka buscará hacer nuevamente historia en la elite del deporte.