El oficialismo volvió a citar al  ex ministro de Justicia de Mauricio Macri, y la referente de los derechos humanos, para continuar su avanzada contra el supremo tribunal.

La Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados de la Nación, retomó las audiencias contra los miembros de la Corte Suprema de Justicia, con una nueva citación al ex ministro de Justicia del gobierno de Cambiemos, Germán Garavano, y la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.

El ex funcionario de Mauricio Macri, fue convocado para responder preguntas del kirchnerismo en torno a la hipótesis de que hubo un acuerdo político entre el gobierno del que formó parte y varios funcionarios de la Corte para beneficiar a ex represores a partir del fallo Muiña.

Según sostiene el oficialismo la jueza Elena Highton de Nolasco, votó en el fallo Muiña en el mismo sentido que Carlos Rosenkrantz, como parte de un acuerdo político, del que también participó el gobierno de Mauricio Macri, a cambio de poder continuar en su cargo a pesar de haber cumplido 75 años.

En ese sentido, Garavano explicó que decidieron no apelar el fallo que benefició a Highton porque se atuvo a la “doctrina Petracchi” sobre el tema. Además, dijo “no recordar” haber hablado con el senador José Torello o con Fabián “Pepín” Rodríguez Simón, a quienes el diputado ultra k Rodolfo Tailhade calificó como “asesores jurídicos primarios de Macri”, sobre el tema.

Asimismo, el ex ministro de Macri, fue interrogado sobre otros temas vinculados con la Corte, como si se había reunido con el testigo protegido Leonardo Fariña, quién testificó contra funcionarios del kirchnerismo en causas por corrupción, para “negociar” una reducción de su pena.

“Fue largamente investigado en la Justicia, lo investigó Federico Delgado, después de dos años concluyó que esto no era así como usted lo plantea. Todas sus afirmaciones son incorrectas o falsas”, respondió el ex titular de la cartera nacional.

Por su parte, Estela de Carlotto, leyó un documento en el que cuestionó en duros términos el accionar de los jueces de la Corte Suprema en relación al fallo Muiña, conocido como “2×1”, que permitía otorgar ese beneficio a condenados por crímenes de lesa humanidad.

“El fallo desnudó un profundo cinismo por parte de Rosatti, Rosenkrantz y Hilton, porque hablaron de las demoras en la tramitación de las causas”, señaló la referente de derechos humanos.