Juicio por la obra pública: para el fiscal“ya ni se preocupaban por disimular” las maniobras fraudulentas

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Se realiza una nueva jornada de la audiencia por la Causa Vialidad que se le sigue a la vicepresidenta y al empresario

Se lleva adelante la quinta jornada del juicio por la Obra Pública que se le sigue a Cristina Fernández de Kirchner y a Lázaro Báez.

El Ministerio Público Fiscal continúa con su alegato en el juicio donde se investigaron las 51 licitaciones que el Grupo Austral ganó durante el gobierno kirchnerista y que tiene a la vicepresidenta procesada como jefa de una asociación ilícita.

La audiencia a cargo de la fiscalía inició con la exposición de Sergio Mola, que volvió a referirse a las modificaciones de obras aplicadas en 39 contratos que recibió Lázaro Báez.

“Las modificaciones de obras fueron un modus operandi para prolongar en el tiempo obras y migrar fondos millonarios a Báez”, había leído el fiscal Diego Luciani durante la audiencia del lunes. Bajo ese mismo concepto Mola continuó analizando un conjunto de licitaciones

Durante la audiencia se hizo hincapié en la Ruta Nacional 3, una obra emblemática que resume algunas de las maniobras fraudulentas de Lázaro Baez y el Gobierno de Cristina Kirchner. Un ejemplo de ello es la ampliación del presupuesto con subcontrataciones que beneficiaban a otras empresas de su propiedad.

En aquella obra, Lázaro Báez adujo que debía incluir materiales asfálticos pese a que ya tenía adjudicado el contrato hace cinco años. “Algo injustificado, la propia empresa promueve la modificación del insumo y presenta la cotización de una empresa llamada M&P una compañía que era de sus hijos Luciana y Martín Báez. De manera antojadiza y arbitraria el contratista decidió modificar los fondos, todo con la connivencia de los funcionarios públicos imputados”, explicó el fiscal Sergio Mola.

La Ruta Nacional 3 estuvo bajo control de Austral Construcciones durante más de una década, sin embargo “la obra fue abandonada, por esta obra se pagaron anticipos millonarios y se aprobaron más de tres modificaciones de obras elevando su costo”, resaltó Mola.

El hecho de que la obra estuviera durante tanto tiempo en manos de la constructora de Lázaro Báez radica en un “modus operandi” por el cual la modificación de plazos y de las obras se realizaba “cuando la mayoría de los contratos estaban al borde del vencimiento de los plazos de obra”. “Pese a eso nunca se le aplicó una sola multa, nunca lo intimaron”, planteó.

Y agregó: “Este modus operandi -explicó el fiscal- le permitió al Grupo Austral obtener 760 meses de prórrogas para la finalización de las obras, generando un enorme daño porque se acrecentaban los plazos año tras año, y las obras no se terminaban nunca”.

Las demoras eran algo que se replicaba en todas las obras. El Ministerio Público Fiscal señaló que “las modificaciones de obra muestran una matriz”. “Se replica en todas las demás obras, hay modificaciones de obras que son calcadas”, señaló. “Vemos cómo en los constantes retrasos de las obras, sólo había un necesidad de extender la obra como fuente de financiamiento permanente a favor de la contratista”, acusó.

En doce años “nunca se le aplicó ni una sola sanción y sólo en dos obras de las 51 se respetaron los plazos de los pliegos licitatorios”. Las razones esgrimidas para ampliar plazos “son infundadas y extemporáneas y sin control”, detalló la fiscalía. “En 49 de las 51 obras, no existe documentación que acredite justificativos de demora para que haya sido un motivo razonable para otorgar las modificaciones de plazos”, sostuvo, y cerró: “ya ni se preocupaban por disimular”.

Mola dijo que todo era un sistema que buscaba “artilugios para tapar distintos baches, para seguir dirigiendo fondos públicos hacia el contratista privilegiado, socio comercial de los ex presidentes Néstor y Cristina Kirchner”.

“Hemos visto la modificación de la modificación porque las obras no tenían ninguna previsión”, señaló el fiscal Mola.