jueves, abril 25

Kiev y Odessa, los objetivos militares que tienen en mente las tropas rusas

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La importancia estratégica de las dos ciudades las vuelve en uno de los objetivos más preciados para el Kremlin

Aunque no es a la velocidad esperada, las tropas rusas continúan avanzando en territorio ucraniano y se preparan para comenzar los ataques terrestres en dos ciudades claves que pueden ser un punto de inflexión en una guerra que está próxima a cumplir 3 semanas. Se trata de Kiev, la capital y centro económico del país y Odessa, ciudad portuaria en las costas del Mar Negro.

La capital ucraniana ya se encuentra rodeada y las tropas rusas van controlando todas las localidades periféricas a la capital antes de perpetrar el ataque que promete ser sangriento, luego de que el gobierno ucraniano prometiera una “defensa encarnizada”. Hasta el momento, los bombardeos más importantes suceden a 20 kilómetros de Kiev en

ciudades como Irpin y Bucha que son escenario de fuertes ataques que han dejado numerosos cadáveres en las calles.

El Ministerio británico de Defensa estimó que las fuerzas rusas se encontraban a 25 kilómetros de la capital, y que la columna del norte se había dispersado, lo que podría ser un indicio de que se está preparando un asedio.

Al oeste y este de de Kiev la situación es distinta para las tropas rusas que se enfrentan a la férrea defensa de los locales que utilizan armamento brindado por las potencias occidentales para detener los blindados rusos.

Otra de los objetivos del Kremlin es Odessa, una de las ciudades más importantes del país y que se encuentra estratégicamente ubicada en las costas del Mar Negro y su control es el último obstáculo a sortear por Rusia para hacerse del control de toda la cosa ucraniana e imposibilitarle la salida al mar.

A diferencia de otras ciudades, aqui los locales cuentan con la ventaja que no tuvieron en otras regiones: tiempo para preparar la defensa de la ciudad. Desde el comienzo de la guerra los odessianos comenzaron a preparase para la inevitable invasión de las tropas rusas que podría ocurrir en cualquier momento. En las playas, cientos de ciudadanos trabajan removiendo arena para depositarla en bolsas que sirvan para refugiarse de los bombardeos.

En la ciudad, otros tantos completan el proceso de fortificación de la ciudad obstaculizando las calles para dificultar la circulación de vehículos y tanques rusos, incluso los trabajadores del sistema de tranvías que circula por la ciudad se dedicaron a cortar viejos rieles para armarlos en cruz.

Si bien es una incógnita si las tropas rusas apelan a jugar psicológicamente con el temor de una invasión o, simplemente, aún no están preparados para lanzar la ofensiva, decenas de buques y submarinos de Rusia se han visto desde las costas de Odessa en una clara señal de amedrentar y advertirles los locales que les espera una dura batalla.

Kiev y Odessa solo representan unos cuantos kilometros del extenso país ucraniano, sin embargo, su control puede inclinar la balanza en favor de los rusos y sentarse en una próxima mesa de conversación con un mayor poder de negociación. En un Ucrania saben esto y no van a permitir que ocurra, la “defensa encarnizada” inevitablemente sucederá.