jueves, agosto 22

La carrera entre salarios e inflación, una preocupación creciente para los argentinos

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Nota extraída de TN por Sergio Berensztein

Al Frente de Todos, le costará recuperar la competitividad de cara a 2023 si la inflación no merma y los salarios no se recomponen: la primera que lo debe interpretar de esta manera es Cristina Kirchner.

La clase política argentina se abstrae cada vez más en sus disputas internas, alejándose de los principales temas que preocupan a la sociedad. En el Frente de Todos, las diferencias entre los distintos sectores se exteriorizan recurrentemente y las peleas suelen alcanzar un alto grado de virulencia, con hirientes incriminaciones.

El último asunto que generó rispideces fue la polémica en torno al gasoducto Néstor Kirchner, el pedido de renuncia a Matías Kulfas y su explosiva carta tras la dimisión. Pronto llegarán las tarifas de luz y gas con aumentos (sin segmentación como se había anunciado en un principio): ¿este tema abrirá las puertas a nuevos señalamientos? Por lo pronto, antes de irse Kulfas dejó preparada la cancha al criticar el “desquiciado sistema de subsidios”.

En la oposición también hay disputas, vinculadas especialmente a la lucha por el liderazgo y las candidaturas, a nivel nacional y en cada distrito. La debilidad del oficialismo y el triunfo contundente alcanzado en las últimas legislativas estimulan las discusiones internas: en Juntos por el Cambio todos se relamen y quieren anotarse para competir, porque el premio parece estar cada vez más cerca.

La carrera entre salarios e inflación, una preocupación creciente para los argentinos

De hecho, este tipo de discusiones aparece también entre los libertarios, de una forma que hasta ahora no se veían. ¿Qué generó más repercusión del último acto de Javier Milei en El Porvenir, las peleas internas o sus propuestas económicas? Paradójicamente, la fuerza libertaria que conduce Milei parece enfrentar dilemas políticos que suelen caracterizar a la “casta” y se enfoca en estos, más que en el debate de ideas.

Mientras la política discute sus internas, la sociedad se aflige por otras cuestiones

Las cuestiones que preocupan a la sociedad son aquellas que la afectan en su vida diaria. Según el monitoreo de opinión pública que mensualmente viene realizando D’Alessio IROL – Berensztein, hace un lustro que los argentinos identifican como su principal problema a la inflación. En mayo, la preocupación por la inflación alcanzó el 92%, bastante por encima de la incertidumbre en la situación económica (75%) y la inseguridad (70%) que se ubicaron en segundo y tercer lugar. Los resultados pertenecen a una encuesta de alcance nacional realizada entre 1030 personas, mayores de 18 años.

Por la fuerte aceleración inflacionaria en lo que va del 2022, en D’Alessio IROL – Berensztein decidimos indagar más sobre esta cuestión, en particular en lo que respecta a la diferencia de crecimiento entre salarios e inflación. En primer lugar, consultamos a los participantes: ¿Cómo se comportaron sus ingresos con respecto a la inflación en el último año?

La carrera entre salarios e inflación, una preocupación creciente para los argentinos

El 64% dijo haber perdido mucho o algo, el 27% pudo mantenerse en la misma situación y solo 7% ganó. La percepción mejora entre los votantes del FDT, pero la fotografía es similar: entre los votantes oficialistas, el 48% perdió mucho o algo, el 39% se mantuvo y el 12% ganó. A su vez, los votantes de JxC y libertarios son los que más consideran que perdieron (especialmente estos últimos).

Expectativas para el próximo año

En este ítem, el 23% espera ganar, el 40% mantenerse y el 36% perder. Es decir, hay más argentinos que esperan que sus salarios sigan perdiendo contra la inflación que los que esperan empezar a revertir esta situación, aunque la porción mayoritaria simplemente espera poder mantenerse igual. Se trata de una manifestación más del pesimismo que existe respecto al rumbo económico de la Argentina.

La carrera entre salarios e inflación, una preocupación creciente para los argentinos

En esta pregunta, la segmentación por voto mostró diferencias más significativas. Mientras que el 41% de los votantes del FDT esperan que sus salarios le ganen a la inflación, el 49% de los votantes de JxC consideran que perderán (como si fuese casi un espejo invertido). El pesimismo se acrecienta aún más entre los libertarios: el 61% cree que perderán.

El kirchnerismo siempre creyó que niveles altos de inflación pueden ser tolerables (de hecho, convivió con estos durante una década) siempre y cuando los aumentos salariales se ubiquen por encima. La sociedad percibe ahora que esta fórmula kirchnerista no se está cumpliendo: es que con una dinámica de precios como la actual, fuera de control e incierta, cada vez se hace más difícil alcanzar ese objetivo.

La pérdida del poder adquisitivo que la sociedad percibe es coincidente con el desgaste que sufre la imagen del presidente Alberto Fernández y su gobierno. De hecho, la imagen del mandatario se encuentra en los valores históricos más bajos desde que comenzamos la medición en D’Alessio IROL – Berensztein. Su aprobación es de solo el 21%.

La carrera entre salarios e inflación, una preocupación creciente para los argentinos

Evidentemente al FDT le costará recuperar la competitividad de cara a 2023 si la inflación no merma y los salarios no se recomponen: la primera que lo debe interpretar de esta manera es Cristina Kirchner. Mañana el INDEC dará a conocer el IPC de mayo y, aunque se anticipa una desaceleración, esta sería menor a la esperada por el gobierno.

Consultoras privadas calculan que estará por encima del 5% (en abril había sido del 6%). Mientras tanto, el gobierno nacional insiste con los mismos parches, efímeros y acotados: la Secretaría de Comercio se prepara para anunciar los nuevos Precios Cuidados y relanzar el programa Ahora 12.

A esta altura, esperar un programa de estabilización de más largo plazo y macroeconómicamente consistente es una utopía (de hecho, este gobierno probablemente no cuenta con la credibilidad necesaria para poder hacerlo, aunque quisiese). Por el contrario, para el corto plazo aparecen nuevas dudas y preocupaciones: ¿podrá mantenerse la desaceleración los próximos meses con aumentos de tarifas y recalentamiento del dólar mediante? Al parecer muchos argentinos son escépticos, y por eso creen que a futuro sus salarios seguirán perdiendo.