viernes, abril 19

La carta de un diputado del PRO que sacude a la oposición

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Luciano Laspina escribió una carta a sus copartidarios donde los invita a «reflexionar» sobre el apoyo que parte del bloque PRO dio a varios proyectos «demagogos» del kirchnerismo, y ante lo que se pregunta: «¿qué ideas defendemos? ¿qué espacio ideológico-político representamos?» “Sé que es muy difícil resistir las presiones mediáticas y la tentación demagógica cuando el adversario juega con estas cartas todo el tiempo. Pero creo que hay que hacer una profunda reflexión filosófica (de principios) y política (de conveniencia) respecto a nuestro rol en el firmamento de la política y nuestro futuro como alternativa de gobierno. Yo me atrevo a darles mi opinión -que es tan válida como la de cualquiera de ustedes- a pesar que me considero un economista profesional…pero un político amateur”, reza en uno de sus primeros párrafos la carta que envió el diputado nacional Luciano Laspina a sus copartidarios, luego que la mayoría de los legisladores del PRO votara en el Congreso Nacional a favor de un proyecto presentado por Máximo Kirchner que proponía cuadruplicar la cantidad de hogares que reciben subsidio al gas.

La carta, dirigida a todos los integrantes del bloque PRO en el Congreso, se viralizó de inmediato y, según pudo confirmar NEXOFIN llegó incluso a manos del ex presidente, Mauricio Macri, quien leyó con buenos ojos el mensaje del diputado rosarino.

En el comienzo de la carta, Laspina asegura: “Anoche el 51% de nuestro bloque votó una ley de autoría política de Máximo Kirchner e intelectual del inefable Federico Bernal. Básicamente se resume así: cuadruplicar (de 1 a 4 millones) los hogares que reciben un subsidio al gas de red (que son hogares medios y altos en su enorme mayoría que no usan garrafas) y que ahora pasarán a pagar con un descuento de entre 30% y 50% en sus facturas de gas sobre una tarifa que ya tiene un subsidio de más del 50%. Es decir que estos 4 millones de hogares (ricos y pobres, no importa) pagarán apenas el 25% del costo real del gas natural de red. No hace falta decir que esto aumentará el gasto en subsidios, reducirá las tarifas que reciben los productores (que es menor inversión y producción) y hará explotar la demanda, obligando a multiplicar la importación de gas en el invierno con los famosos barcos regasificadores”.

Luego, tras este análisis económico de la medida, el legislador aporta una lectura política sobre los resultados de votarle una ley de ese calibre al hijo de la vicepresidenta: “Es decir que Máximo Kirchner le ‘regala’ a nuestros votantes (porque el mapa de las zonas beneficiadas es “la camiseta de Boca” más la región cuyana) lo que no es suyo y ni siquiera tenemos (por que tendremos que importar gas carísimo en el invierno). Y lo hace con la plata de los contribuyentes y con el voto del PRO. Es un negocio redondo”.

“Tenemos que mirarnos al espejos y preguntarnos: ¿qué ideas defendemos?”

Y sigue: “En lo filosófico, si nosotros no representamos la defensa de cierta ‘racionalidad’ en el debate político, explicando claramente las razones de cara a la sociedad, y defendiendo el verdadero ‘progresismo’ de las medidas, entonces nadie lo hará. El vacío de ahora seguramente se ocupará por alguien en el futuro. La ‘racionalidad’ – que tiene mala prensa política- es la antítesis del ‘populismo’ o mejor dicho de la ‘demagogia’ (hay un debate semiótico que también debemos dar sobre los términos que usamos). ‘Sinceramente’ (con perdón) creo que jugar el juego de Máximo Kirchner y su madre nos dejará vacíos de representación social. Dejaremos de representar a los votantes que quieren algo distinto, que no les creen nada de lo que dicen o hacen, que no quieren más regalos ni subsidios de un joven monarca que te deja el regalo en la puerta y después te lo roba por la ventana con inflación, impuestos y pobreza, y que quieren un país diferente al que se vertebra con este tipo de leyes. Tenemos que mirarnos al espejo y respondernos algunas preguntas: ¿qué ideas defendemos? ¿qué espacio ideológico-político representamos? O simplemente reconocer que preferimos navegar en la ambigüedad y la indefinición de las ideas como estrategia o especulación electoral”.

Tras aclarar que la carta no tiene intenciones de “reproche”, sino que busca “provocar una reflexión”, Laspina enumeró una serie de leyes del oficialismo que también contaron con los votos de parte del bloque PRO: “La ley de Máximo Kirchner es sólo un ejemplo más que se suma a otros. Ayer fue también el aumento del empleo público para los transgénero (aunque ya existe el decreto del PEN ayer lo avalamos por ley) o la baja de Ganancias para los salarios medios y altos (una aberración tributaria) por no hablar de la ley de alquileres o la de Teletrabajo. Son demasiados goles en contra que se acumulan. Errores no forzados que además fueron más por especulación que por convicción”.

Más adelante en la carta, Laspina recuerda que el kirhcnerismo nunca votó a favor de las leyes más emblemáticas que lograron aprobar durante el gobierno de Mauricio Macri: “No sé si recuerdan cómo votó el FPV las leyes más ‘populares’ de nuestro gobierno: Ley de Reparación Histórica, Ley PYMEs o el Pacto Fiscal que buscaba bajar impuestos en todas las provincias, por nombrar las que ahora se me vienen a la mente. Todas en contra”.

Sobre el final, y a modo de conclusión, el diputado rosarino explicó: “En síntesis, creo que si no defendemos nuestra identidad y nos mimetizamos con el sistema político de ‘toma y daca’, corremos el riesgo de dejar sin representación a una parte muy grande de los argentinos y dejar sin una razón de ser a nuestro espacio político. Si no lo hacemos nosotros desde el PRO, no podemos pretender que nos escuchen nuestros socios, que tienen una tradición política variopinta”.

En la misma línea, agrega: “Y muchísimo menos podremos pretender cambiar este modelo nefasto cuando seamos gobierno. La consistencia en las ideas y el pensamiento a través del tiempo es lo que nos dará legitimidad en la acción cuando lleguemos al poder. Nadie puede reclamarle al kirchnerismo que “no avisó” que haría lo que está haciendo. Porque siempre votó y gobernó igual. ¿Qué nos dirán a nosotros si ganamos cuando pretendamos ordenar este desastre? ‘Pero como, ¿ustedes no estaban a favor de regalar el gas? – No, Señor Votante, eso era en otra época – Ah, perdón, había entendido mal’”, ironizó.

Además, el diputado evaluó que este comportamiento opositor que propone para el PRO será fundamental para guiar los pasos de sus aliados radicales: “Hay que explicar lo que está mal ahora para poder cambiarlo cuando seamos gobierno. Sólo si nos blindamos internamente detrás de una visión estratégica y una concepción filosófica del rol que tenemos como oposición podremos conseguir influir en nuestros socios políticos que ya han demostrado (cuando fuimos gobierno y oposición) que – aunque vienen de una tradición y una historia política diferente- también están dispuestos a combatir el populismo y la demagogia”.

En sus últimos párrafos, Laspina reflexionó: “La defección filosófica/ideológica/política del PRO dejará totalmente desbalanceado el mapa político argentino y abrirá las puertas a algo desconocido (o a fuertes
recambios internos, no lo sé). Y ese fenómeno nuevo –si es de afuera- podría dividir nuestro electorado y condenarnos a la consolidación del kirchnerismo en el poder. Ellos unidos y nosotros dominados. Para finalizar, los próximos meses tendremos este mismo debate en cada una de las sesiones hasta las elecciones de noviembre. Y como quizá sean mis últimos meses como diputado de la Nación, uso y abuso de mi rol de diputado para hacerles llegar esta reflexión, porque no quiero arrepentirme que no hice o no dije lo que realmente pensaba”.