En ambas provincias hubo actos en los que participaron senadores y diputados nacionales críticos del Gobierno y del acompañamiento de los gobernadores.
Con la confirmación de Cristina Fernández de Kirchner como presidenta del Partido Justicialista nacional, tras haberse frustrado por vicios de forma la candidatura del gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, que aspiraba al mismo cargo, se pusieron en marcha una serie de actividades de acompañamiento a la expresidenta en varias provincias.
Estos primeros actos se produjeron en Tucumán y Salta, cuyos gobernadores «dialoguistas» mantiene una vínculo cercano con la Casa Rosada, y en Mendoza, en donde gobierna el radical Alfredo Cornejo, que también acompaña la gestión del presidente Javier Milei. La consolidación y el crecimiento de estos podría convertirse en un dolor de cabeza para los jefes locales.
En Salta, en la sede del sindicato de Luz y Fuerza, la semana pasada se activó una mesa de trabajo de apoyo explícito a Cristina Fernández, que tiene como referentes visibles a la senadora nacional Nora Giménez y al diputado nacional Emiliano Estrada, que integran la nueva mesa de conducción nacional y son críticos de sus pares peronistas que apoyaron al oficialismo en el Congreso. También participaron la diputada provincial Mirtha Miller, el senador provincial y exvicegobernador Walter Wayar y el secretario general de la Unión de Trabajadores Municipales, Pedro Serrudo.
Este encuentro, como el tucumano, reunió a militantes y dirigentes que coinciden en la conducción de la exvicepresidenta de la Nación pero que hasta aquí se mantuvieron distantes, aunque todos mantienen posturas críticas de la gestión del gobernador Sáenz por su cercanía con el Gobierno nacional. Por esta razón en los discursos prevaleció la convocatoria a la unidad.
«Tenemos toda una generación de jóvenes que reciben como única fuente de información las redes, que no se detienen a leer, que las bibliotecas para ellos no existen. Habrá que recuperar nuevas prácticas ciudadanas e incluir dentro de estos programas a los jóvenes, que sean el eje y los principales destinatarios de las políticas públicas», detalló Jiménez.
Estrada le apuntó al reacomodamiento partidario. «Necesitamos la discusión del liderazgo intrapartidario para ordenar el conjunto hacia afuera porque lo que está en discusión es la identidad que tiene que tener el partido», dijo. «Y hay que discutirla porque acá hay tres diputados nacionales (por Pablo Outes, Pamela Caletti y Yolanda Vega, que responden al gobernador) que son autoridades partidarias del PJ y votan todos con Milei», agregó.
Por esta razón, en el encuentro sobrevoló la idea de pedir la expulsión de los tres, de persistir en su postura de acompañamiento a la Casa Rosada. El PJ salteño es presidido por el diputado provincial Esteban «Tuti» Amat, que integró la lista de Ricardo Quintela y es cercano a Sáenz.
En Tucumán, este lunes hubo un acto en la sede del sindicato de Luz y Fuerza, en el centro de la capital, que concentró a una dirigencia variopinta cuya unidad se sostiene en el apoyo a la expresidenta de la Nación. Los referentes de mayor visibilidad fueron la senadora nacional Sandra Mendoza, el diputado nacional Pablo Yedlin y los legisladores provinciales José Orellana y Gabriel Yedlin.
También estuvieron referentes de movimientos sociales, de la cultura, exfuncionarios de la gestión del exgobernador Juan Manzur, concejales de municipios y un nutrido grupo de secretarios generales de gremios: UOM , judiciales del SITRAJU, SMATA, del SUTHER -trabajadores de edificios- y de APUNT, los no docentes universitarios. Además, Recicladores, docentes universitarios del SIDIUNT, ferroviarios del APDFA, del Secasfpi -empleados de la ANSES-, del Sindicato de Motociclistas Mensajeros y Servicios y de ATSA (salud).
El lucifuercista José Avellaneda, como anfitrión, fue el primero en dirigirse a la militancia y señalar que «es un orgullo que esta reunión se realice aquí para oponernos a quienes le quitan derechos a los trabajadores».
«Queremos oponernos claramente a este gobierno nacional que no nos representa en nada. Y Cristina otra vez toma la decisión de sostener las banderas y hacerse cargo del Partido Justicialista y de la unión nacional. Y hoy la unidad contra Milei es prioritaria», señaló el senador Yedlin.
Su discurso se encuentra en las antípodas de la conducta que sostiene el gobernador Jaldo, que le facilitó votaciones claves al Gobierno en el Congreso, a través de los diputados nacionales tucumanos que se separaron de Unión por la Patria (UP), por impulso del jefe provincial, y constituyeron el Bloque Independencia. Por esa cercanía de Jaldo, que la justifica en la necesidad de conseguir fondos de la Nación para obras públicas, fue uno de los mandatarios invitados a la residencia presidencial de Olivos a compartir un asado con Milei.
La movida no condiciona la gestión de Jaldo pero sí mete ruido en un peronismo que hasta el el momento se mueve en bloque y en el que manda Jaldo que, en los papeles, es el vicepresidente del PJ tucumano. En la presidencia se encuentra el senador nacional Manzur, quien se alejó de cualquier tipo de presencia territorial en la provincia desde que asumió en la Cámara Alta, lo que no implica que mantenga contactos con el puñado de dirigentes que todavía lo acompaña.
«Está al tanto de todo», sostuvo a Ámbito un hombre cercano al senador. Tanto Yedlin como Manzur ocupan cargos en la mesa que acompaña a Cristina Fernández como nueva conductora del peronismo y ambos han sido blanco de críticas del entorno cercano de Jaldo. En el acto en Luz y Fuerza se deslizó que la presidenta del peronismo podría visitar Tucumán antes de fin de año.
Este medio consultó a una espada del jaldismo sobre si el gobernador la recibiría o tendría algún inconveniente en encontrarse con ella. «Para nada, si se da, por supuesto, es una compañera expresidenta», fue su escueta respuesta.
Desde Salta
En Mendoza
El kichnerismo mendocino realizó la semana pasada un acto en el sindicato de Artes Gráficas para respaldar a Cristina Fernández. El mismo contó con la participación de trabajadores de distintos gremios, jubilados, militantes de movimientos sociales y estudiantes, y fue presidido por la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti, el diputado nacional Martín Aveiro y la diputada provincial Valentina Morán, que también integran la lista de la nueva titular del PJ.
«Tenemos que dejar las rencillas internas de lado, unirnos, es lo que vamos a hacer con Cristina», sostuvo la senadora nacional. «Tenemos que seguir forjando una oposición nítida a Milei, para poner límites en la calle y en el Congreso. El peronismo tiene que estar de pie y luchando por los que menos tienen. Cristina tiene algo que hoy le falta a mucha dirigencia: valentía y coraje para enfrentar a quien haya que enfrentar y decir las cosas que hay que decir», cerró.
Se notó al ausencia de Emir Félix, el nuevo titular del PJ mendocino, electo hace una semanas como resultado de un acuerdo entre las líneas internas más fuertes, entre ellas, el kirchnerismo. Se espera que la confirmación de Cristina Fernández al frente del peronismo genere reacomodamientos internos en Mendoza.
F:Ámbito Financiero
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