Con la necesidad de captar votos, el oficialismo busca anclar el dólar e inyectar pesos para subsidios, lo que podría ocasionar mayor devaluación.

Tras la derrota en las PASO y a falta de seis semanas para las elecciones legislativas, el oficialismo busca impulsar medidas económicas que le permitan recuperar votos.

La necesidad de revertir los malos números de las elecciones primarias llevaría al Gobierno a inyectar dinero a través de subsidios y bonos. Pero ese exceso de pesos a utilizar se traduciría en una presión alcista para la cotización del dólar.

“Los intentos para brindar una imagen expansiva al electorado podrían terminar en mayores niveles de inflación y devaluación, con el consiguiente nerviosismo, en un contexto desafiante que requiere ajustes finos que no parecen ser comprendidos por la mayoría de la dirigencia política”, señala un informe de VatNet Research.

Por otra parte, las semanas que faltan para las elecciones legislativas coinciden con la etapa más vulnerable para las reservas del Banco Central. Al mermar las exportaciones del agro, la entidad tiene que vender dólares.

Los analistas están de acuerdo en que el cepo para mantener una suba gradual del tipo de cambio quedará fijo hasta el día de las elecciones legislativas. Pero al mismo tiempo habrá mayor volatilidad para las cotizaciones libres, lo que generará una mayor brecha.

Por su parte, un análisis de Delphos Investment evalúa: “Revertir la actual tendencia declinante de las reservas requiere mayor anclaje de expectativas derivado de un acuerdo razonable con el FMI antes de fin de año que evite otro pago de capital de USD 1.880 millones, un nuevo ritmo de deslizamiento del tipo de cambio oficial que evite la apreciación y señales positivas para los complejos exportadores”.