Alexei Navalny es el líder de la oposición al partido de Vladimir Putin en Rusia. Se encuentra en coma a causa de un presunto envenenamiento.
Es un activista anticorrupción y líder de la oposición a Vladimir Putin y su partido. Alexei Navalny se enfermó durante un vuelo y el avión tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia en Omsk. Sospechaban que lo habían envenenado en un té que estaba tomando.
El hospital donde lo internaron de urgencia dio a conocer que Navalny se encontraba en una condición estable pero grave. Como acérrimo detractor del presidente ruso, esta situación encendió las alarmas y ahora se sospecha que quisieron correrlo de la política.
Cabe recordar que en junio de este año, Alexei había descripto a la votación que se llevó adelante en el parlamento ruso sobre reformas constitucionales como un “golpe” y una “violación de la constitución”. Entre otras cosas, permiten a Putin cumplir otros dos mandatos en el cargo.
“Esta mañana Navalny regresaba a Moscú desde Tomsk. Durante el vuelo, se sintió mal. El avión hizo un aterrizaje urgente en Omsk. Alexei tiene intoxicación tóxica. Sospechamos que Alexei fue envenenado por algo mezclado en (su) té. Fue lo único que bebió desde la mañana”, detalló Kira Yarmysh, secretaria de prensa de la Fundación Anticorrupción (fundada por Navalny en 2011).
A eso, Kira agregó: “Los médicos dicen que el agente tóxico se absorbe más rápido a través del líquido caliente. En este momento, Alexei está inconsciente”. Se encuentra internado, en coma y conectado a un respirador. El hospital donde está alojado está repleto de policías.
En un primer momento, los médicos estaban dispuestos a compartir cualquier información sobre el estado de salud del funcionario ruso, pero ahora indicaron que las pruebas de toxicología se habían retrasado y que “claramente estaban jugando a ganar tiempo y sin decir lo que saben”.
Por medio de Twitter, Kira explicó que la condición de Navalny no había cambiado y que aún estaba inconsciente. Los médicos que lo están tratando le comentaron que el diagnóstico sería “hacia la noche”.