viernes, marzo 29

La oscura historia detrás de los blindados defectuosos que el Gobierno quiere comprar a China

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La firma responde al Partido Comunista Chino. Es reconocida por firmar contratos con estados institucionalmente débiles y la calidad de los productos está muy por debajo del promedio mundial y ya fue cuestionada por otros países

Corporación de Industrias del Norte (Norinco, por sus siglas en inglés) es la empresa bajo control estatal preferida de muchos gobiernos alrededor del mundo.

Nació en 1980 bajo el manto protector del Consejo de Estado de China y subsiste desde entonces controlada por el Ministerio de Ciencia y Tecnología para la Defensa Nacional. La empresa responde exclusivamente a los intereses del Partido Comunista Chino.

La empresa comenzó a tomar relevancia en el país luego de que se revelara que Casa Rosada está interesada en adquirir 200 vehículos blindados a dicha firma. Los VN-1, precisamente.

Este modelo no es idea original del régimen chino. El gigante asiático es reconocido por plagiar material bélico de otras naciones. En este caso el VN-1 es una copia de mala calidad de los 8×8 de GDLS, una empresa canadiense que provee al ejército de los Estados Unidos.

Los estados que adquieren estos rodados son seducidos por su precio considerablemente menor al de una marca como la norteamericana. Sin embargo, este valor tiene una razón: las prestaciones y el servicio post-venta son ínfimas. Otro justificativo de su precio bajo es su calidad: la seguridad de sus ocupantes es un punto sensible que frecuentemente no es tenido en cuenta por quienes rubrican el millonario negocio. En los últimos años, decenas de crónicas mostraron cómo el blindaje de los Norinco fueron vulnerados por milicias, no ya por ejércitos regulares. Otros modelos similares han mostrado severas deficiencias en el terreno.

Kenia es un pais que ha adquirido material belico de Norinco. En 2015 el vendedor ejecutivo de la empresa del Partido Comunista Chino, a sabiendas de la defectuosa calidad de sus fabricaciones, se rehusó a ingresar al aparato para someterlo a una prueba de calidad. Un año después, en 2016, docenas de personal militar fueron reportados muertos en esos vehículos.

The Standard, el principal diario de Kenia, reprochó a las autoridades locales la falta de sensibilidad en un durísimo editorial por continuar comprando ese material bélico a una empresa que ni siquiera se animaba a probar sus propios productos. Fue en octubre pasado, luego de que un patrullaje en la frontera con Somalía terminara en una matanza a manos de terroristas islámicos. Eran del grupo Al-Shabaab, una pesadilla para los militares del país. “Es lamentable que incluso después de tales muertes, nuestros oficiales continúen patrullando la frontera en camionetas y vehículos blindados de transporte de personal fabricados en China, a pesar del peligro omnipresente”.

Un artículo publicado por Pulse Live, una revista keniata, remarca similar preocupación: “Los 30 vehículos blindados de transporte de personal que Kenia compró a China en 2016 para proteger específicamente al personal de los ataques de minas terrestres y dispositivos explosivos improvisados (IED) aparentemente son inútiles contra las granadas propulsadas por cohetes (RPG)”.

Estas deficiencias en su calidad no son algo aislado: Un blindado 6×6 WZ551, producido por Norinco, quedó absolutamente destruido e inutilizable luego de sufrir la explosión de una mina.

La desconfianza sobre esta empresa es total. El propio régimen Chino no adquiere ninguno de estos materiales que se venden al exterior, la chatarra es solo para exportación. Bejing sí produce material de calidad pero solo para ellos. Con este accionar, China se asegura la dependencia militar de muchos estados alrededor del mundo y que su funcionamiento sea obsoleto en comparación con el que utiliza China ante una eventual disputa.

Kevin Knodell, especialista en asuntos bélicos, asegura: “La percepción global de la industria de defensa china está por debajo de lo aceptable. Algunas de las percepciones se deben a sistemas defectuosos o diseños de armas defectuosos. Además, China carece de servicios adicionales, como la capacitación y el mantenimiento de equipos y armas. Algunos países también carecen de confianza política en China”

El ministro de Defensa, Agustín Rossi, tiene conocimiento de las críticas que recorrieron el mundo sobre el material bélico que desea comprar a Norinco. No obstante, en una entrevista para Infobae, aseguró que “es un modelo muy bueno”. El ejemplo de Kenia parece no ser suficiente.