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La ropa y el calzado aumentaron un 9,5% en septiembre: «Hoy no existe el consumo de textiles»

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17 de octubre de 2019

El IPC del Indec mostró que fue el rubro que más se encareció el mes pasado, y desde el sector aseguran que la situación es muy crítica, entre otras cosas, por la falta de demanda. «Hubo 42 meses consecutivos de baja en las ventas», alertaron en Pro Tejer.

El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) publicó el miércoles de esta semana el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que incluye rubros como el de Prendas de vestir y calzado, que aumentó un 9,5% de agosto a septiembre, por lo que fue el que más se encareció en el último mes.

De hecho, si se comparan los precios entre septiembre de 2018 y de 2019, el rubro aumentó un 47,4% interanual, lo que eventualmente provocó una respuesta del público: «Hoy no existe el consumo de textiles«, sentenció Yeal Kim, presidente de Pro Tejer, en una charla con minutouno.com.

#DatoINDEC#IPC: en septiembre de 2019, la división con mayor incremento mensual fue Prendas de vestir y calzado (9,5%)

Kim explicó que «los trabajadores han perdido su poder adquisitivo, con lo cual hoy ni siquiera alcanza para cubrir primeras necesidades como comida y pagar los servicios«, por lo que renovar el guardarropas no es prioritario y «cuando no hay consumo obviamente los textiles van a sufrir como están sufriendo».

El sufrimiento es «Extra Large»

Desde Pro Tejer informaron que hubo 42 meses consecutivos de baja en las ventas, por lo que el sector está trabajando casi menos de la mitad de la capacidad instalada: ya perdieron 28 mil puestos de trabajo formal y «cerca de 20 mil informales». La cifra total ronda los 50 mil despidos.

«Obviamente las importaciones nos venían afectando, pero últimamente ni siquiera eso nos afecta porque acá el problema fundamental es por falta de demanda. Cuando no hay demanda, ni importado ni nacional se vende», asumió el dirigente sectorial sobre la llegada masiva de productos fabricados en China, India o el sudoeste asiático.

«Acá abrieron la importación para bajar los precios de la ropa. ¿Bajaron? No», convino Marco Meloni, presidente de Italcolore de Luján, en una charla con minutouno.com a propósito de la llegada de los saldos de la sueca H&M a una feria outlet de Palermo.

De las gurúes de la limpieza al acopio de ropa

Mientras el público recorta en gastos como cambiar el vestuario, y recurre a reciclar ropa y comprar en los outlets y ferias americanas, los productores textiles se enfrentan a los aumentos de tarifas de servicios, impuestos y cargas sociales.

Así, el producto sube de precio aunque menos gente lo compre: el 9,5% de aumento registrado en septiembre «muy probablemente viene por el cambio de temporada» porque «en el sector de textil no se actualiza el precio de venta al público mes a mes«, explicó Kim.

«Muchas veces se mantiene toda la temporada y cuando cambia y sale el producto nuevo se suele aplicar el costo nuevo», aceptó.

«Los textiles hoy en Argentina estamos pasando un momento muy crítico, y si esto no llega a revertirse rápidamente van a haber muchos cierres de fábricas a fin de año«, reveló en referencia a muchas de las PyMES que bajaron sus persianas en los últimos cuatro años.

Por ejemplo, una cooperativa como Brukman, en el Once porteño, pasó de ser un caso de éxito tras ser recuperada por sus empleados en 2001 a contar con 40 personas que trabajan apenas dos o tres días a la semana «debido a que no hay pedidos».

«La gente no compra ropa, sobre todo ropa de vestir, que tiene un costo más elevado. Hoy en día se ve que está más preocupada por los alimentos, los alquileres, llegar a fin de mes. La plata no alcanza», señaló Yuri Fernández, miembro de la cooperativa Brukman,

«La gente prefiere comprar ropa barata, y hacer ropa de calidad tiene un costo muy elevado», convino Fernández. Los problemas de las cooperativas, al margen de que disponen de otro régimen tributario, también tienen que ver con los tarifazos.

«En un momento han llegado boletas de electricidad impagables. Hay una deuda que no sé en qué momento la pagaremos», sintetizó el cooperativista.

«Son varios factores: las cargas sociales son demasiado altas, y cuando uno va a shopping el 50% del valor del producto son los impuestos«, explicó Kim por su parte.

«Nosotros somos muy eficientes puerta adentro de nuestra fábrica, el problema es cuando ese producto sale ya con todos los impuestos y se encarece demasiado», apuntó el empresario.

«Esperemos que el nuevo gobierno tenga una lectura correcta para que pueda avanzar la industria nacional para que pueda salir el país de esta crisis de los últimos años», sentenció Kim, una esperanza que parece alineada con la de Fernández como en un punto medio entre dos modelos de producción.

«Ojalá se dé un cambio. Pero con un nuevo gobierno tampoco va a ser uno inmediato. La situación está muy complicada«, según Fernández.

Así, por mucho que la filosofía de Marie Kondo le haya ayudado a más de uno a «desagotar» el ropero, el consumidor promedio hizo oídos sordos al último grito de la moda y conservó su ropa vieja simplemente por falta de fondos.

F; MINUTO UNO