jueves, abril 25

Venta del dólar ahorro sigue en la mira, el Gobierno apuesta a un milagro

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Nota extraída de Clarín porDaniel Fernández Canedo

El Banco Central se inclina por defender las reservas. Pero Economía no quiere eliminar el “dólar ahorro” por ahora.

La venta del dólar ahorro sigue en la mira y el Gobierno apuesta a un milagro

La venta de US$ 200 mensuales a los minoristas a precio “solidario” se tranformó en una pesadilla para el Gobierno y ahora la expectativa oscila entre la adopción de nuevas medidas restrictivas y lo que podría considerarse un milagro financiero.

La venta de “dólar ahorro” (cotiza por encima de los $100) pasó de alcanzar US$ 232 millones en enero a US$ 248 en abril y a US$ 875 millones en julio.

Ese recorrido se correspondió con que en enero los compradores fueron 500.000 y en julio cuatro millones tomando una dinámica difícil de sostener para las reservas del Banco Central.

La posibilidad de anular el segmento “dólar ahorro” formó parte central del análisis financiero oficial de los últimos días y el concepto medular estuvo a cargo de la vicejefa de Gabinete que, a la hora de las definiciones, aparece actuando como la voz de conciencia del presidente en materia financiera.

Dijo Cecilia Todesca: “No podemos gastar los dólares en ahorro que queden durmiendo abajo del colchón en lugar de ir al banco y convertirse en crédito productivo”.

Y agregó: “Girar los dólares al sistema productivo no es un castigo sino una condición para la estabilidad económica”.

El objetivo oficial, buscado por todos los gobiernos desde hace 30 años, es que los dólares que tienen los argentinos ahorrados en billetes y activos fuera del sistema (actualmente alcanzarían a US$ 220.000 millones) puedan transformarse en inversiones para reactivar una economía golpeada desde hace diez años.

El escollo central para esa transformación se puede resumir en la falta de confianza. Los atesoradores de divisas descreen en que “el que apuesta al dólar pierde” y también en poder recuperarlos si el Estado es garante de las operaciones. Varias experiencias les dan la razón.

Un nudo gordiano de la coyuntura económica, y que los funcionarios más serios reconocen, es que Argentina exporta muy poco (este año unos US$ 60.000 millones) y que esos dólares se los llevarán los importadores aún cuando la reactivación de la actividad después de la pandemia y la cuarentena sea modesta.

Parte de la visión oficial descansa en la necesidad de exportar más pero ese aumento llevará tiempo y, mientras tanto, el taxi de la disminución de las reservas de libre disponibilidad (dicen que rondan US$ 7.000 millones) sigue marcando el rumbo.

Desde el Banco Central no se ve con malos ojos la posibilidad de anular el dólar ahorro. Creen que cuidar las reservas es esencial para aspirar a una mejora de la actividad económica y más aún para evitar un salto de la inflación u otra “híper”.

Descartan, además, la posibilidad de un “saltito” del dólar para alentar exportaciones y desalentar compras. Para el Central el dólar no está atrasado y la situación actual es diferente a las de “diciembre de 2014 y octubre de 2015” que desembocaron en saltos cambiarios.

Así, el equipo de Miguel Angel Pesce ratifica la política de actualizaciones casi diarias del dólar comercial apuntando a que el tipo de cambio no se atrase (crece a un ritmo mayor a la tasa de interés -33% anual- y a la inflación) pero sin saltos que agiten la suba del costo de vida.

Pero mientras el “taxi del dólar ahorro” sigue, la amplia brecha cambiaria de 73% entre el oficial mayorista ($73,40) y el “contado con liqui”( $127,06) indica que la desconfianza tiene su precio y no es menor.

Para el Gobierno, el segmento del “contado con liqui” está determinado por fondos de inversión del exterior que venden bonos en pesos para llevarse los dólares. Esos fondos mueven unos US$ 25 millones del total de los US$ 45 millones de ese segmento del mercado.

Una posibilidad que tendría el Gobierno sería salir a comprar bonos en pesos para subirle el precio en el intento de achicar la brecha cambiaria pero, así como con el dólar ahorro, Economía prefiere esperar hasta que se produzca lo que, exagerando un poco, podría considerarse un milagro.

El ministro Martín Guzmán y su equipo son los defensores de mantener la venta de los US$ 200 en el entendimiento de que eliminarlo ahora sería un golpe duro a la clase media irritada pero, además, porque apuesta muchas fichas a un cambio de clima financiero después del 28 de agosto cuando se concrete el canje de deuda con los acreedores externos.

En la visión de Economía, cerrando el canje de deuda con alta adhesión de los bonistas y encaminando la negociación con el Fondo Monetario, la presión cambiaria debería ceder a pesar de la “pasión de los argentinos” por el dólar.

Entretanto, una señal clave la debería brindar la presentación del Presupuesto 2021 el próximo 15 de septiembre. ¿Llegará en tiempo y forma?

En el Gobierno dicen que sí y si eso es verdad ese día se correrá el telón sobre las metas fiscal y cambiaria que propone el Gobierno para el año próximo más allá de que quiera o no tener un plan económico formal.

Alguna hoja de ruta será necesaria si el Gobierno quiere convencer a los tenedores de dólares para que se desprendan de ellos, aunque sea temporalmente, y se pasen a pesos. O, tal vez, la idea siga siendo apostar a un cambio de clima que, a la luz de estos días y no sólo por la economía, puede parecer milagroso.