La Comunidad de Negocios Inmobiliarios creó una platafoforma para publicar distintos tipos de inmuebles en venta bajo la modalidad de subasta privada. La base de un departamento sin ‘amenities’ en CABA arranca en u$s 800 el m2
Con el atractivo de adquirir propiedades «a precio de subasta», la Comunidad de Negocios Inmobiliarios (LCNI) ideó un sistema para la publicación y venta mediante subasta electrónica de bienes raíces. Así nació Remate Inmobiliario, que ofrece departamentos, cocheras y oficinas con una base de alrededor del 60% del promedio publicado en los principales portales del sector.
La plataforma, desarrollada junto con una empresa argentina de proptech con base en Eslovenia, publicará entre 10 y 20 propiedades por vez y ofrecerá 21 días para pujar. Los interesados pueden ver cuál es el máximo ofertado y mejorar el precio tantas veces como quieran hasta el cierre del remate.
Para poder ofertar, será requisito abonar una cantidad de dinero equivalente al “derecho de puja”, un monto que dependerá del valor del bien subastado, y que podrá pagarse por Mercado Pago y otros medios ofrecidos por el sitio. Ese dinero se devolverá a todos los participantes con excepción del ganador, a quien se le retendrá para cubrir los costos administrativos.
«Lo que vimos es que las plataformas de publicación tienen precios que están desfasados en el tiempo y que no son los reales de mercado. Entonces, decidimos salir a captar verdaderas oportunidades de venta y ofrecerlas en la modalidad de subasta«, explica Pablo Sánchez, presidente de LCNI, y agrega que, con el mecanismo de subasta, se llegará al equilibrio para el mejor precio posible tanto para el vendedor como para el comprador.
Las 10 primeras propiedades fueron publicadas el sábado pasado y la recepción de ofertas empezará pasado mañana. El objetivo de ofrecerlas en tandas pequeñas es poder conseguir la mayor visibilidad posible.
Antes de ser publicados, se chequea que los inmuebles estén condiciones de ser rematados. Esto es, que no haya inhibiciones y que la base propuesta por el corredor sea la apropiada, entre otros aspectos. La comunicación y promoción de la subasta corre por cuenta de la plataforma.
“Cualquiera puede subastar, no hace falta que sea una inmobiliaria o un desarrollador. Puede ser, también, un propietario de manera individual. Sin embargo, toda propiedad deberá ser aprobada por un comité evaluador y, llegado el momento, el proceso se perfeccionará con la participación de una escribanía, una inmobiliaria, el propietario del inmueble y el comprador”, agrega Sánchez.