miércoles, abril 17

Larreta y un sorpresivo as bajo la manga para pelear en las elecciones del 2023

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La carrera por la candidatura presidencial del PRO largó con todo, con el protagonismo excluyente de Larreta y Bullrich y la sombra de Macri

Si hay algo que todos tienen claro a esta altura, es que, si vamos a ir a la carrera presidencial, hace falta un equipo competente y dedicado cien por ciento, con la mira en el objetivo final: hacerse con el Sillón de Rivadavia.

Y si hay alguien al que no se puede acusar de desorganizado, es a Horacio Rodríguez Larreta, quien ya está construyendo un equipo sólido en función de ese objetivo que tiene entre ceja y ceja. El comando nacional de campaña está en marcha, aunque hay algunas áreas que faltan cubrir y eso genera cierta inquietud en el Palacio Imperial de Uspallata.

Diego Santilli está y junto a Jorge Macri, que también está, tienen como misión el armado en la Provincia de Buenos Aires. A ellos, se está sumando con ciertas dudas, Emilio Monzó, el hombre qué desde el ministerio de Gobierno porteño, en la gestión de Mauricio Macri en la Ciudad, «armó el país» para que el ex titular de Boca Juniors llegará a la Presidencia de la Nación.

De todas formas, muchos dudan de Monzó, especialmente aquellos que formaron parte de la administración Macri, y que percibieron los «juegos» del entonces presidente de la Cámara de Diputados, como traiciones.

Horacio Rodríguez Larreta ya está construyendo un equipo sólido en función de las elecciones del 2023

«El que traiciona una vez traiciona mil veces. Emilio es una bomba de humo, no armó nada nunca y siempre se supo vender como armador. Y también es una bomba de tiempo, porque no sabés nunca, como, donde o cuando te va a terminar cagando», dice justamente uno de esos hombres tan cercanos a Larreta como el que más.

La misma fuente asegura: «En su momento lo embocó a (Daniel) Scioli para irse con (Francisco) De Narváez. Cuando el Colorado se hundió en el fondo del mar, se mudó con su peor enemigo: Macri. Cuando cayó en la Cámara, arregló todo con (Sergio) Massa y con el propio kirchnerismo antes que con los nuestros. En las últimas elecciones fue contra Larreta en la lista de (Facundo) Manes, y ahora resulta que está en la mesa principal del comando de campaña de Horacio, es un peligro el tipo», explica ya en detalle, el influyente desconfiado.

La cuestión es que a la desconfianza sobre Monzó se suma otro problema. Tal como lo hizo en el tramo final de la campaña para las elecciones del año pasado, Larreta quiere apropiarse de los servicios del ahora consultor y escritor de papers bastante obvios: Marcos Peña.

Aquel en que en sus épocas de gloria llamaban «EPA» (El Puto Amo, frase tomada de la serie La Casa de Papel) y luego caído en completa desgracia, sigue siendo valorado como estratega comunicacional de los equipos del PRO.

«Marcos está devaluado frente a la gente, no tiene retorno, no puede ir en una lista, pero es bueno tenerlo y escucharlo, sabe de esto. El problema de Marcos siempre fue su entorno, es débil políticamente y torpe en su manejo porque no entienden a la gente, son un grupo de pendejos que creen que se las saben todas. Pero tenerlo es importante, no solamente por lo que pueda aportar, sino porque si tiene algo para aportar, mejor que no se lo aporte a Patricia o algún otro», explica el consejero con alto cargo en el gobierno porteño.

Ahora bien, compatibilizar a Peña y a Monzó no va a ser tan fácil. La rivalidad durante el gobierno de Mauricio Macri fue fuerte, casi violenta, y traspasó la lógica de la disputa política, algunos hablan de odio.

Larreta se llevó a los mejores hombres de Macri

Cerca de Larreta lo saben y buscan un formato que permita tenerlos a los dos, sin que tengan que interactuar. «Mirá, Marcos puede reportar directo a Horacio, dar ideas, lecturas, diseños comunicacionales y no integrarse a la Mesa. Tal vez, alguien de Marcos con menos rechazo y conocimiento público pueda estar cerca de la Mesa para hacer llegar sus aportes», detalla justamente, uno de los integrantes del comando «Larreta presidente».

Larreta en definitiva, tiene equipo. Con más o con menos, con faltantes que podrán completarse en las próximas semanas, pero lo hay. Y eso tiene una explicación: tiene caja. Su contendiente mas dura, Patricia Bullrich, también estructura un grupo de trabajo para dar la pelea, pero tiene dificultades. El equipo base de la ex ministra esta más capacitado para poner en operaciones lo que la líder indica, qué para generar ideas y movidas propias, y con una cabeza única, no suele ser suficiente.

Otro que quiere armar, pero por ahora tiene poco, es el ex presidente Mauricio Macri. Por varios motivos, pero principalmente, porque Larreta se llevó a sus mejores hombres. «Además, lo que le quedó cerca a Macri es nefasto, nadie quiere armar un equipo con esos tipos, son profesionalmente inoperantes y en términos personales, insoportables» dice un experimentado hombre del PRO, que ya a esta altura, no quiere sumarse a nada. Te puede interesar

En definitiva, Larreta está en carrera, organizado y casi totalmente estructurado, fiel a su naturaleza, dos años antes y con la bendita caja porteña, que es una ventaja inigualable para sus rivales.