Las disputas internas que podrían fracturar a la UCR de cara a las elecciones del 2025
La pérdida de bancas y la falta de acuerdos en distritos clave como Córdoba, Buenos Aires y Santa Fe amenazan la unidad del partido centenario.
La Unión Cívica Radical (UCR) se enfrenta a una de sus mayores crisis en décadas mientras se preparan para las elecciones del 2025. A pesar de haber logrado victorias clave en provincias como Santa Fe y Chaco, el partido centenario corre el riesgo de perder terreno en distritos cruciales y fragmentarse en medio de disputas internas.
La lucha por las bancas en el Congreso y las gobernaciones está cada vez más marcada por la falta de consenso entre los principales líderes y la creciente influencia de fuerzas emergentes como La Libertad Avanza, liderada por Javier Milei.
En los comicios del próximo año, la UCR pone en juego 4 bancas en el Senado y 25 en la Cámara de Diputados, en un escenario donde las alianzas serán vitales para su supervivencia. Entre los dirigentes que podrían ver comprometidas sus posiciones están Martín Lousteau, Facundo Manes, Julio Cobos, y Martín Tetaz. La pregunta que todos se hacen es si el partido será capaz de mantenerse unido o si las tensiones internas lo llevarán a una inevitable fractura.
Los territorios clave
La UCR enfrenta su mayor desafío en tres distritos que concentran buena parte del padrón electoral: la provincia de Buenos Aires, Córdoba y la Ciudad de Buenos Aires. En estos territorios, el radicalismo se encuentra debilitado y sin un rumbo claro, lo que ha generado preocupación entre los principales referentes del partido. El líder radical en Córdoba, Rodrigo de Loredo, ha evitado confrontar directamente con Javier Milei y su espacio, lo que para algunos representa un intento de acercamiento que podría derivar en una eventual alianza.
De Loredo mantuvo su alianza con Luis Juez en Córdoba y logró imponer a su aliado Marcos Ferrer al frente del Comité local, aunque enfrenta grandes dificultades para asegurar su reelección. La llegada de Diana Mondino como candidata de Milei en la provincia podría desplazar al radicalismo al tercer lugar, lo que pondría en riesgo las tres bancas que actualmente ocupa en la Cámara de Diputados.
En la provincia de Buenos Aires, la situación no es mucho mejor. El partido se encuentra dividido entre dos facciones, una liderada por Maximiliano Abad, actual presidente del Comité provincial, y otra encabezada por Facundo Manes, quien decidió enfrentar a su antiguo aliado en las internas. Aunque el oficialismo radical parece tener ventaja, la falta de unidad deja al partido en una posición vulnerable frente al avance de La Libertad Avanza y el peronismo local.
El rol de Pullaro y Santa Fe como modelo
Maximiliano Pullaro, recientemente electo gobernador de Santa Fe, es uno de los pocos líderes radicales que ha logrado mantener una posición sólida dentro del partido. Pullaro ha sido elogiado por su gestión en seguridad y por su capacidad para articular acuerdos con diversos sectores políticos, lo que lo ha convertido en un modelo a seguir para la UCR. Sin embargo, el mandatario rosarino también deberá enfrentar el desafío de acercarse a La Libertad Avanza para asegurar el control de su provincia en las próximas elecciones.
El gobernador santafesino ha mantenido una relación cordial con el gobierno nacional y ha sabido construir un equilibrio dentro de su provincia, donde gobierna en coalición con el Socialismo y el PRO. A pesar de los elogios que recibe, el futuro de su gestión dependerá de su capacidad para adaptarse a las nuevas realidades políticas y las demandas de una ciudadanía cada vez más inclinada hacia propuestas alternativas como las de Milei.
La discusión sobre un posible acuerdo con La Libertad Avanza generó divisiones dentro del partido. Mientras que algunos sectores, como el liderado por Lousteau, se muestran reticentes a cualquier acercamiento con Milei, otros referentes del interior ven en esa alianza una oportunidad para derrotar al peronismo y mantener su relevancia en el tablero político.
En Mendoza, Alfredo Cornejo enfrenta una situación similar. El veterano dirigente radical se ha visto obligado a lidiar con la creciente influencia de Milei en su provincia, lo que ha puesto en jaque su liderazgo. Cornejo ha sido un firme opositor de Lousteau dentro del partido, pero la creciente presión de las bases y la necesidad de mantener un frente unido podrían obligarlo a replantear su postura en los próximos meses.