jueves, marzo 28

Las dos fotos de la discordia que complican al Gobierno

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El Presidente enfrenta en estas horas un debate interno con La Cámpora y otro externo con la oposición por diferentes fotografías en que mostró debilidades en su gestión

Las dos fotos de la discordia que complican al Gobierno

Alberto Fernández encara en estas horas dos frentes políticos muy duros por dos fotos distintas: el embate interno de La Cámpora, por un lado, y el frente externo de la oposición en el Congreso, por otra parte.

El primer frente de batalla se desató en las últimas horas por la foto que se filtró del cumpleaños de la primera dama Fabiola Yañez el 14 de julio del año pasado en Olivos en plena cuarentena con restricciones severas emanadas por el mismo jefe de Estado y que desató un pedido de juicio político de la oposición.


El segundo frente es interno y también tiene que ver con otra fotografía pero en este caso es un descuido: el PJ subió a las redes una foto para recordar a dos años de triunfo del Frente de Todos pero Cristina Kirchner no aparece allí y envió señales de malestar.

En el frente externo muchos referentes del gobierno aseguraban anoche que el pedido de juicio político del bloque de Juntos por el Cambio no prosperará y es cierto. No le dan los números de votos para avanzar con ese requerimiento de orden constitucional. 

Sin embargo, hay un detalle: el pedido de juicio político por la foto del cumpleaños en Olivos surge no sólo del sector más duro del frente opositor sino también de dialoguistas como el jefe del interbloque de la alianza, Mario Negri y el líder del bloque del PRO Cristian Ritondo. Estos tienen buen diálogo con el oficialismo y suelen frenar las quejas de muchos duros del radicalismo o el PRO. Esta vez no frenaron nada.

El dato alarmante de que ya no sean los «Halcones» de la oposición sino también las «Palomas» que se suman a la embestida del juicio político al Presidente indica que de aquí a fin de año habrá una suerte de parálisis en el Congreso. Difícilmente se pueda acordar una sesión aunque sea para temas livianos.

Anoche, un destacado referente del Frente de Todos admitía a El Cronista que si la oposición insiste con el pedido de juicio político será muy difícil sesionar en un momento clave del año en que se debe aprobar el proyecto de presupuesto 2022 y varias iniciativas más que están frenadas en el Congreso como la ley de etiquetado frontal, el proyecto de personas en situación de calle o eventualmente la ley que disponga del acuerdo por la deuda con el FMI.

Al hablar de la fiesta de cumpleaños en Olivos el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, admitió hoy que «es evidente que hubo un descuido, que se cometió un error, que no debería haber pasado y que estuvo mal». Inmediatamente el jefe de ministros recogió el guante y habló de «oportunismo político» de campaña por la decisión de la oposición de avanzar con el juicio político a Alberto Fernández por la foto de Olivos.

Sin embargo, las palabras de Cafiero traslucen la idea de un Presidente cada vez más debilitado. Las últimas encuestas, antes de la fotografía de la discordia, mencionan que hay una imagen negativa en aumento de Alberto Fernández en todo el país. 

La última encuesta de la Universidad de San Andrés reveló que  sólo el 26% de los argentinos aprueba al gobierno de Alberto Fernández mientras que el 72% lo desaprueba. Esta imagen negativa del Presidente viene creciendo en los últimos meses y no se recupera. El gobierno de Alberto Fernández se mantiene desde mayo de 2021 con un 72% de desaprobación.

EMBESTIDA DE LA CáMPORA 

La otra foto de la discordia es la que el Partido Justicialista subió a las redes sociales para recordar los dos años de triunfo electoral sobre Mauricio Macri y La Cámpora salió al cruce con un simple tuit: «Che, se olvidaron de alguien», señalaron en abierta referencia a que Alberto Fernández estaba rodeado de todos los candidatos y funcionarios oficialistas pero faltaba…Cristina Kitrchner.

Ayer la vicepresidenta reforzó el cuestionamiento: «Algunos se olvidaron de la foto, muy bien La Cámpora, es buena la memoria», disparó. El mensaje llegó como un mortero al corazón de la Casa Rosada.

El malestar de La Cámpora con el peronismo ortodoxo que se aferra Fernández viene de arrastre aunque ahora podría generar mayor daño en medio de la campaña. 

Hay una muestra mínima de esos daños colaterales que se podrían desatar. El Ministerio de Desarrollo Social que acaba de ocupar el ex intendente de Hurlingham, Juan Zabaleta, está parcelado por referentes de La Cámpora, el Movimiento Evita y en menor medida el PJ.

A Zabaleta no le resultará nada fácil lidiar con este frente interno. Lo trató de hacer Daniel Arroyo y no le fue tan bien. Habrá que preguntar en tal caso a los referentes que quedan allí de Carlos Castagnetto, el ex viceministro de Desarrollo Social en épocas de Alicia Kirchner que maneja buena parte de los hilos de ese ministerio clave.

No sólo esto. A Zabaleta le tomaron el municipio. La Cámpora ganó poder en Hurlingham al poner al camporista Damián Selci, presidente del Concejo Deliberante local, como reemplazante en el máximo cargo municipal. La organización que lidera Máximo Kirchner ganó así otro municipio. Ya manejan Quilmes, con Mayra Mendoza, Mercedes, con Juan Ignacio Ustarroz, en y otros municipios del conurbano están bajo las sombras de la agrupación kirchnerista.

Hay más. Cristina Kirchner estuvo ayer en la Casa Rosada en una larga reunión con el ministro del Interior y otro camporista de la primera hora como es Eduardo «Wado» de Pedro. No pasó por el despacho presidencial a pesar de que Alberto Fernández estaba en Balcarce 50. No se de dieron detalles de lo que habló la vicepresidenta con el ministro del Interior. Pero los gestos de malestar sobran. 

En el bloque oficialista de la Cámara de Diputados que maneja Máximo Kirchner se mirarán con lupa los proyectos que envíe el gobierno al Congreso y lo mismo sucederá en el Senado que maneja desde el vértice de poder la misma Cristina Kirchner. El «olvido» del PJ por la vicepresidenta en la foto del Frente de Todos puede costar caro al gobierno.

La puja interna recién empieza. Quedaron profundas heridas entre La Cámpora y el albertismo después del armado de listas de candidatos en el Frente de Todos.  Todo indica que esto se potenciará. Como siempre, es probable que las batallas internas del peronismo terminen acaparando la atención de la campaña electoral.