miércoles, abril 24

Las variables de las que depende CFK para reconvertirse en candidata

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Nota deNexofin Sergio Berensztein

La vicepresidenta es controversial y divisiva. La economía es penosa e impide alimentar el “relato”. Pero ella ya supo cómo reconstruirse como una candidata exitosa. La pregunta precisamente es si el mismo truco le saldrá de nuevo.

En nuestra columna del sábado mencionamos que distintos sectores y dirigentes del kirchnerismo comenzaron a moverse con el objetivo de instalar la idea deCristina Kirchner candidata de cara a 2023. Sin embargo, a pesar de su indiscutida centralidad política, como eventual candidata parte de una situación de suma debilidad. En prácticamente todos los sondeos de opinión pública, su imagen positiva se ubica en torno al 30%, por debajo de los “presidenciables” de la oposición como Patricia Bullrich o Horacio Rodríguez Larreta.

Hay un núcleo duro del electorado que la acompaña independientemente de toda circunstancia, a su vez, como un espejo invertido, hay un núcleo duro que de forma inflexible la rechaza, pero este es el menor de sus problemas. Lo preocupante para ella es que hay segmentos de la población que la acompañaron en el pasado y ahora se ven decepcionados por los últimos tres años del FdT (del cual no logra despegarse) y desencantados con la radicalización discursiva.

Son votos que no se fugan en una única dirección: pueden irse a JxC, a partidos de izquierda o incluso hacia Javier Milei (como lo demostraron los comicios de 2021). Se trata, en buena medida, de sectores de clase media y media-baja que, en 2019, con la candidatura de Alberto Fernández y la incorporación de Sergio Massa, esperaban otro tipo de gobierno, al que le otorgaron el único mandato de resolver la crisis económica, y no el de implantar un kirchnerismo 2.0 (lo que se ha visto con matices y vaivenes hasta ahora).

La pregunta central para el kirchnerismo es, entonces, cómo puede hacer para reconstruir una candidatura exitosa de Cristina Kirchner con lo controversial y divisiva que ella ha sido y con una penosa economía que impide alimentar el “relato” (por el contrario, lo desmorona). Pero la actual vice ya supo cómo reconstruirse como una candidata exitosa. La pregunta precisamente es si el mismo truco le saldrá de nuevo.

En 2019, Cristina Kirchner se reconvirtió y candidateó a Alberto Fernández. Ahora, depende en gran parte de las negociaciones de Sergio Massa (Foto: Reuters: Juan Ignacio Roncoroni).

Las reconversiones de Cristina Kirchner

2008 fue un año marcado por la crisis del campo. El por entonces ministro de Economía, Martín Lousteau, abandonó el cargo en medio de fuertes peleas internas; más tarde llegaría el famoso voto “no positivo” del vicepresidente Julio César Cleto Cobos. La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, reveló años después que, luego del revés sufrido por la 125, Cristina Kirchner pensó en renunciar. En 2009, en medio de una economía en recesión (en gran parte por los coletazos de la crisis financiera internacional) y tras el porrazo sufrido un año antes, el kirchnerismo sufrió un nuevo revés, esta vez en las urnas. Perdió en distritos clave de todo el país y, en la provincia de Buenos Aires, Francisco de Narváez venció a Néstor Kirchner.

Sin embargo, para 2011, la competitividad electoral del kirchnerismo ya había sido reconstruida y Cristina Kirchner arrasó en las presidenciales, obteniendo el 54% de los votos. ¿Qué factores se conjugaron para que esto sucediera? En el periodo 2010-2011, la economía “voló”, con un PBI creciendo el 10% y el 6% respectivamente. Además, la coalición concurrió a las elecciones de ese año muy dividida. El segundo lugar fue para Hermes Binner, por detrás quedaron Ricardo Alfonsín (hoy incorporado al FdT como embajador en España), Alberto Rodríguez Saá (también aliado del gobierno), Eduardo Duhalde (quien el sábado estuvo al lado de Alberto Fernández en la “misa partidaria” en la basílica de Luján), Jorge Altamira y Elisa Carrió.

Cristina Kirchner volvió a reconstruirse como una candidata exitosa en 2019, luego de la derrota que había sufrido dos años antes, en la carrera por la cámara Alta frente a Esteban Bullrich en el bastión K de la provincia de Buenos Aires. Muchos en Cambiemos empezaban a fantasear con el fin del kirchnerismo, la reelección de Macri e incluso su sucesión. Pero en 2019, Cristina Kirchner creó el Frente de Todos, convirtiendo a Alberto Fernández en el nuevo presidente y a ella en su vice. Esta vez la oposición estaba bastante unida (con la excepción de Roberto Lavagna), pero el factor económico por sí solo fue suficiente: la economía de Macri colapsó y en el último año y medio de su gestión entró en un espiral descendente, en el que los precios y el dólar se dispararon.

Las dos variables de las que depende Cristina Kirchner

De cómo se desarrollen estos dos ejes de aquí hasta las elecciones dependerán, en gran parte, las chances electorales de Cristina Kirchner. La oposición por el momento se mantiene unida (con la excepción de Javier Milei), pero hay disputas que amenazan constantemente la cohesión interna. Si JxC se fragmenta, las chances de Cristina Kirchner aumentan, y viceversa.

Las variables de las que depende Cristina Kirchner son:

  • La situación económica.
  • El nivel de fragmentación de la oposición.

Por otro lado, respecto a la situación económica, el ministro Sergio Massa comenzó a desplegar una serie de “parches” y una política de ajuste que, hasta ahora, fueron exitosas en estabilizar la crisis. En este punto vale la pena hacerse la siguiente pregunta: ¿Qué pesará más en el electorado, los costos del ajuste (quita de subsidios, recortes del gasto) o los beneficios de la estabilidad alcanzada?

Lo que sí sabemos es que los planes de estabilización exitosos traen beneficios electorales: la UCR obtuvo buenos resultados en la legislativa de 1985, luego de la aplicación del Plan Austral, y el PJ cosechó recurrentes triunfos en la década del ‘90, con la Convertibilidad como bandera, empezando por las legislativas de 1991. La pregunta es si las decisiones a medio camino, como las que encara ahora el FdT alcanzan o no como para generar un cambio significativo de las expectativas en el electorado. Sera por esto que, mientras todos miran qué hace Cristina Kirchner, ella mira a Massa y a la oposición: de lo que ellos hagan dependerá en gran parte su futuro como candidata.

Columna publicada originalmente en TN.