Lesiones comunes en las máquinas del gimnasio y cómo prevenirlas

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Los efectos negativos de un uso incorrecto de estos aparatos

En cualquier actividad deportiva hay riesgo de lesiones, y el gimnasio no es la excepción. Es más común en gente que no está acostumbrada a hacer ejercicio habitualmente y en quienes comienzan una actividad y no lo hacen con una buena estructura de entrenamiento y sin tener una progresión adecuada de cargas.

Según la máquina utilizada, las lesiones más frecuentes son:

– Con la elíptica y bicicleta estática, las más comunes son las sobrecargas en la musculatura de miembro inferior, sobre todo en gemelo y sóleo.

– En la cinta de correr, tenemos que tener precaución con el impacto en la rodilla y la cadera, porque suele provocar inflamación articular o tendinopatías en el tendón rotuliano.

– Al utilizar el remo es muy común provocarse una sobrecarga a nivel de la musculatura dorsal.

– Con los bancos de pesas, las máquinas y poleas es muy grande el abanico de lesiones, ya que depende del grupo muscular a tratar y el objetivo a trabajar.

Esta es una lista de las lesiones más comunes que se generan en los gimnasios y las causas que las pueden originar:

– Contracturas. Son las lesiones más comunes a nivel muscular, ocasionadas por el sobresfuerzo repetido, la mala ergonomía al realizar el ejercicio y la falta de descanso. La zona de trapecios o la musculatura dorsal suelen ser las partes donde aparecen estas lesiones con mayor frecuencia. Para evitarlo lo más recomendable es llevar a cabo un entrenamiento adecuado y una correcta progresión de ejercicios, respetando los descansos.

– Lesiones en la rodilla. Es la articulación que más porcentaje de lesiones sufre. La mayoría de los ejercicios o deportes que realizamos tienen impacto, y este es negativo para la articulación. Si no se tiene un buen tono muscular a nivel de cuádriceps, glúteo y abdomen, todo el peso de nuestro cuerpo recae sobre la rodilla, provocando lesiones en sus partes blandas. La estructura, la progresión y el nivel físico son fundamentales para prevenir que aparezcan molestias.

– Tendinopatías. Son el conjunto de patologías que afectan al tendón y aparecen con la repetición de un gesto o la sobrecarga de peso. Para evitarlas, realizar un trabajo de calentamiento con el objetivo de que los tendones sean más elásticos y puedan aguantar la intensidad.

– Dolor de espalda. Cuando practicamos cualquier ejercicio, nuestra espalda realiza una contracción muscular postural, tanto para ayudar al movimiento como para estabilizar nuestro cuerpo. Si no tenemos una buena higiene postural y realizamos el movimiento erróneo, se producirá un esfuerzo añadido que genera una tensión negativa que provocará dolor muscular.

– Rotura de fibras. Un calentamiento insuficiente, una carga extra, una tensión excesiva y un mal descanso en el músculo, pueden producirla. El síntoma principal es una sensación de dolor repentino e incapacidad de mover el músculo.

Para la prevención de las lesiones, lo más importante es conocer bien nuestro nivel físico actual y comenzar una rutina de ejercicios acorde a nuestra condición física. A partir de ahí, y con el asesoramiento de un profesional, realizar una buena estructura de entrenamiento (calentamiento, fase inicial y vuelta a la calma).

Otro punto a tener en cuenta es respetar los tiempos de descanso, tanto entre serie y serie de ejercicio como entre los días de entrenamiento.

Fuente: Cuidate Plus