LOS CINCO MINUTOS DEL ESPÍRITU SANTO

0
270

LOS CINCO MINUTOS DEL ESPÍRITU SANTO 💫

26 DE DICIEMBRE

El agua apaga el fuego, pero el viento lo aviva. ¿Por qué al Espíritu Santo se lo asocia con el fuego, el agua y el viento al mismo tiempo?
El Espíritu Santo es fuego espiritual, porque, cuando se lo permitimos, él quema nuestros males y los reduce a cenizas. Destruye el pecado, el egoísmo, la vanidad, la tristeza.
Pero luego viene como viento, arrastrando esas basuras y cenizas que quedan todavía en el alma.
Y finalmente se derrama como lluvia, que termina de limpiar toda impureza. A veces es agua que cae suavemente; otras veces es un torrente lleno de ímpetu y furor, que arrasa lo malo con toda su potencia de santidad.
Nosotros a veces le exigimos al Espíritu Santo que venga a nuestra vida de determinada manera. Quisiéramos que cayera siempre como lluvia mansa, o preferiríamos siempre el calor del fuego, o desearíamos una brisa suave. Pero él viene siempre de distinto modo, viene como a él le parece. En realidad, viene como más lo necesitamos, aunque a veces no podamos comprenderlo, aunque nos resulte incómodo.
Pero es mejor dejarlo actuar como él quiera, ya que él sabe mejor que nadie lo que realmente nos hace falta para seguir creciendo.

PILDORAS DE FE🌾

Ten la certeza de que no fuiste creado para ser infeliz ni sufrir calamidades para siempre. Dios quiere verte sonreír y gozar a través de la prueba, al final tendrás tu recompensa. En este momento, pon toda tu fe en tus oraciones y clama al Dios del cielo para que te tome en sus manos y te haga sentir todo su amor. Que la esperanza no decaiga ¡Ánimo, que lo bueno está por venir! Repite con confianza como el Salmista: «Dios te cuida y te protege; Dios está siempre a tu lado». (Salmo 121,5) La vida, es un regalo. No te des por vencido ante ninguna dificultad. Que sea el mismo NIÑO JESÚS quien te llene de su amor y de su SALUD en este instante y te arrope con su dulce CALMA. Vence toda actitud negativa y confía en Dios. Vive un momento intenso de oración y deja que la alegría de Dios llene tu corazón y te haga caminar confiado