jueves, abril 25

EVANGELIO DEL DIA

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💫EVANGELIO DEL DIA 💫

Marcos (1,40-45):

En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: «Si quieres, puedes limpiarme.»
Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó, diciendo: «Quiero: queda limpio.» La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio.
Él lo despidió, encargándole severamente: «No se lo digas a nadie; pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés.»
Pero, cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en descampado; y aun así acudían a él de todas partes.

Palabra del Señor

💫MEDITACIÓN DEL EVANGELIO 💫

Marcos 1, 40-45:

💫La lepra.

1) Un leproso:

Cuántos leprosos de la vida podemos encontrarnos hoy… hasta vos podés ser uno de ellos. Es aquel que tiene las siguientes características:
a) Aislado: No te relacionas con nadie por vergüenza o miedo, porque te rechazan o te dejan de lado, porque simplemente te miran como distinto. Entonces te encerrás en vos y te haces una carcasa.
b) Mal olor: Es la podredumbre que uno tiene que la impregna en los demás. Ese odio y esa bronca en donde uno empieza a hablar mal de todo el mundo o busca tirar un comentario negativo o simplemente ser pájaro de mal agüero.
c) Lastimada la piel: Es cuando estás sensible a todo y te pones a la defensiva, en donde sentís que quien se acerca te puede lastimar.

2) Jesús cura:

El Señor está dispuesto a sanar, pero necesita que trabajes la humildad y la simpleza. Hoy te recuerdo que la vida espiritual es un gran alivio para tu propia vida y da respuesta a muchos golpes que la misma vida te da. Pedí a Jesús que te sane.

3) La prudencia:

¡Che! sé cauteloso también con tu actuar porque podés entorpecer la obra de Dios en muchos. Mira, en esto hasta yo me replanteo mucho porque la imprudencia aparece en muchos lugares. Fíjate en lo que publicas incluso en las redes, en tu estado de Whatsapp, porque también influye y puede generar efectos contrarios. Fíjate si estás siendo prudente en lo que hablas y decís, en lo que publicas, porque capaz que terminas generando esta lepra espiritual que te describí arriba en tus cercanos. ¡Vamos! hasta el cielo no paramos.