jueves, abril 18

Los frentes abiertos que tiene el kirchnerismo contra Guzmán

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Tras la pelea por tarifas, cerca del presidente aseguran que Basualdo se irá pero en el entorno del subsecretario aseguran que es «tema terminado». El ministro tiene el aval del Presidente, que lo sumará a una nueva gira por Europa.

Los frentes abiertos que tiene el kirchnerismo contra Guzmán

Subeditora de Economía y PolíticaActualizado el 02/05/2021 21:08

Martín Guzmán ganó una batalla, pero no la guerra: logró que elaumento del 9% no figure como el único previsto para las tarifas de luz del área metropolitana de Buenos Aires pero el subsecretario de Energía, Federico Basualdo, se mantendría por el momento en su puesto. 

En el entorno del funcionario del Instituto Patria hablan de un «tema terminado» mientras que cerca del presidente Alberto Fernández aseguran que eventualmente dejará el cargo. Guzmán, en tanto, volverá a concentrarse en las gestiones clave de deuda y la asistencia para hacer frente a la pandemia, pero no sin las presiones del kirchnerismo por la caída de ingresos y el manejo de la inflación.

El ministro, ratificado por el presidente, le pidió la renuncia el viernes con aval de la jefatura de Gabinete a Basualdo, que debía llevar adelante la segmentación de tarifas, por incompetencia. Pero en la Cámpora aseguran que el pedido no existió y fue sólo un trascendido, según dijo su secretario general, Andrés Larroque, el fin de semana.

Guzmán sigue y entra en un mes clave para las negociaciones de deuda: el Club de París se reunirá en breve para analizar su pedido de extender el vencimiento y el presidente saldrá de gira para reforzar sus gestiones al más alto nivel. Según indicaron fuentes oficiales, Guzmán volvería a ser parte del periplo europeo para reforzar la vía de un acuerdo político. También seguirá negociando con el FMI, señal necesaria para los acreedores.

La disputa por tarifas llegó hasta a la redacción del comunicado el sábado, tras la publicación en el Boletín oficial del aumento del 9% que comenzó a regir a las cero horas del sábado 1 de mayo. Guzmán consiguió que el texto final no se refiera a una «única» suba, lo que abre la puerta a una actualización más para completar el 15% previsto. La actualización queda por debajo de las cifras estimadas en el Presupuesto pero es un punto medio.

«Las tarifas no se ajustan desde la segunda mitad de 2019. Desde entonces, la inflación acumuló 93% y el dólar oficial se duplicó. En consecuencia, los subsidios aumentaron 250% entre el primer trimestre de 2019 y 2021. Una dinámica insostenible», planteó el economista jefe de Ecolatina Matías Rajnerman.

Pero hay otros frentes abiertos: para el kirchnerismo, mejorar ingresos es clave tras la pérdida de poder adquisitivo de los últimos años aunque también por las elecciones. Sin embargo, Guzmán estima que sin la actualización de tarifas, el aumento de gasto por subsidios seguirá impactando en el financiamiento del déficit fiscal y la mayor emisión presionará precios, dólar y pérdida de poder adquisitivo.

Los críticos internos de Guzmán lo tildan de «ortodoxo». Pero el discípulo de Joseph Stiglitz defiende el ordenamiento de las cuentas fiscales como algo que «no es de derecha». «Tranquilizar la economía» lleva tiempo y no es inocuo, advierte el ministro.

La negociación con el FMI es otro de los puntos de conflicto. El kirchnerismo impulsó un acuerdo a 20 años que el ministro sabe, no podrá negociarse de esa forma, porque implicaría un cambio en las normas del Fondo, según explicó en reiteradas oportunidades. La negociación de las reformas estructurales podría ser eje de nuevos conflictos con los sectores más duros. 

En el frente de la asistencia por la pandemia también hay cuestionamientos. «En su momento expresamos que el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) debía continuar, pero prevalecieron otras miradas», indicó el «Cuervo» Larroque en declaraciones a AM 750. El «gasto Covid» llegó a representar el 5% del PBI el año pasado y Guzmán advierte que no se puede repetir.

La semana pasada también incluyó cuestionamientos por parte de un sector del oficialismo al 4,8% de inflación que midió el INDEC en marzo, por las diferencias con otras mediciones. La noticia impactó en la cotización de los bonos atados a la inflación con los que se financia Guzmán y Economía salió a defender a los técnicos del organismo de estadísticas y censos.