Los inversores que ingresaron al canje de Guzmán perdieron un 20% en dos semanas

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Con una suba del 6,3% en el riesgo país, el primer día hábil de la semana comenzó con duras pérdidas en las carteras de los inversores que ingresaron al canje.

En las últimas dos semanas, y desde el canje de deuda propuesto por la Argentina, los inversores que decidieron no salir a vender sus títulos en la previa del cierre de la transacción fueron testigos de una abrupta caída de los bonos, llegándose a registrar un deterioro de hasta 20% en dólares.

El acuerdo por la deuda, que logró una adhesión superior al 99% tanto en el tramo externo como en el local, no generó por ahora el entusiasmo que esperaba el equipo económico, sino que por el contrario, debido a la falta de horizonte sobre los planes que tiene el Gobierno en materia de política económica condujeron a que el mercado siguiese castigando a los activos argentinos.

El “lunes negro” impactó fuertemente en los bonos locales que registraron caídas en torno al 7%. De la misma manera lo reflejó el riesgo país, que subió por encima de los 1.350 puntos -superando los seis puntos-, su peor nivel desde que se efectivizó el canje de deuda.

La deuda argentina quedó cotizando en niveles que oscilan entre 14% y 15% anual en dólares, muy alejado del 10% que según Martín Guzmán deberían rendir los títulos locales.

Así mismo, desde Nación los discursos amigables con los inversores no han acompañado: con un proyecto de Presupuesto 2021 que establece un déficit primario de 4,5% del PBI, el financiamiento se generará en parte con emisión monetaria, lo cual puso en alerta a los inversores.

En lo que respecta a la curva de deuda argentina, como si fuera poco, al momento se encuentra “invertida”. Esto significa que los bonos más cortos rinden más que los largos, una señal de la desconfianza que tiene el mercado sobre la futura capacidad de pago por parte de la Argentina.

La parte más preocupante estuvo relacionada con la obligación para las empresas de salir a refinanciar sus deudas en dólares, por el equivalente al 60% de los vencimientos que presenten desde ahora fines de marzo. Esto fue leído como una postura compulsiva por parte del Banco Central, que dejó a las compañías con endeudamiento externo al borde del default.