jueves, marzo 28

Los latinoamericanos son los más discriminados en Argentina

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Discriminación en Argentina: mujeres y migrantes de países de latinoamérica

Discriminación en Argentina: mujeres y migrantes de países de latinoamérica, los más aludidos

Al margen de la capacidad individual de tolerancia, el pueblo argentino tiene mucho camino por recorrer para reducir la discriminación.

Un estudio del Observatorio de Psicología Social Aplicada (OPSA) de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires demostró que 4 de cada 10 argentinos sufrieron un acto de discriminación en el último año. Sin embargo, el grupo más vulnerado por los prejuicios de la población es el de quienes son inmigrantes de países latinoamericanos.

Para obtener los números del estudio se consultó a 1534 personas dispersas en todo el país que dieron su parecer de acuerdo a una escala de cinco pasos, desde «totalmente en desacuerdo» hasta «totalmente de acuerdo» pasando por «neutral».

Quienes participaron de la encuesta expresaron su parecer sobre frases discriminatorias como «La mayoría de los inmigrantes latinoamericanos que viven en nuestro país y reciben algún tipo de ayuda social o económica no la necesitan y podrían vivir sin ella si quisieran», o sobre muestras de prejuicio «sutil» como: «Los inmigrantes latinoamericanos que llegan a nuestro país son muy diferentes del resto de los argentinos en el modo en que enseñan a sus hijos a cumplir las normas».

Cada participante también posicionó en esa escala frases como «Las personas mayores a menudo son una carga demasiado pesada para las familias» para medir la discriminación por edad, o «Considero que la gente obesa se posiciona en el lugar de víctima», o que «es menos atractiva que la gente flaca», para determinar el grado de gordofobia vigente.

Las respuestas también fueron acerca de sexismo hostil, con frases como «Las mujeres se ofenden muy fácilmente», o sobre prejuicios hacia la comunidad LGBT con cuestiones como que «a las parejas homosexuales debería permitírseles adoptar hijos al igual que a las parejas heterosexuales».

Así se determinó que el mayor prejuicio recae sobre inmigrantes latinoamericanos, seguidos de cerca por las personas con discapacidades mentales o físicas. En tercer lugar aparece el sexismo tanto hostil como benevolente y en cuarto, la discriminación hacia las personas de acuerdo a su edad.

La obesidad, los contagios por Covid-19 y la homosexualidad cierran el triste ranking de la discriminación en Argentina.

Quienes contestaron se autopercibieron un 51,7% como mujeres, 47,5% hombres, 0,6% personas no binarias, y al leer sus respuestas a través de esa lente se determinó que el 36,5% de los varones se autopercibió víctima de la discriminación y 40,6% de las mujeres pasó por la misma vivencia.

Entre la población nacida y residente en Argentina, el 38,8% afirmó que fue víctima de un acto de discriminación en el último año. Más de la mitad dijo que fue por su ideología o posturas políticas (52,6%), seguido por la edad (25,9%), la condición física o mental (24,1%), género (15,0%), religión (14,3%), orientación sexual (9,9%), o etnia (6,5%).

La mayoría de las situaciones de discriminación se dieron en el ámbito público, y el estudio de la OPSA también reflejó una relación estrecha entre empatía y contacto intergrupal y disminución de prejuicios. A mayor interacción con personas de otros sectores de la sociedad, menor es la posibilidad de desarrollar conductas prejuiciosas sobre el prójimo.

Por desgracia conocer gente en todas partes no evita cuestiones como el acoso sexual y el 66,8% de quienes participaron del estudio afirmó que alguna vez experimentó un ataque de esa naturaleza. El 15% de las mujeres señaló que les ocurrió «muchas veces» y un 5,9% de los varones expresó la misma postura.

Otro dato que surgió del estudio del OPSA fue que el 29,1% afirmó estar de acuerdo con la implementación de un cupo laboral recientemente decretado para personas transgénero en organismos del Estado.

En cuanto a la legalización del aborto, el 55% de las personas opinó que debe ser legalizado y despenalizado y, lejos de ser una cuestión motivada sólo por mujeres jóvenes, al dividir las respuestas por género se observó que el 51,4% de los varones también apoya la ley en cuestión (junto con el 58% de las personas de sexo femenino), y que el 51,9% de quienes tienen entre 55 y 75 años está a favor de esa legislación.

Se calcula que de las 1534 personas que participaron del estudio, 51,7% se autoperciben femeninas, 47,5%, masculinas, 0,6%, no binarias, y su edad promedio es de 42 años (aunque van de 18 a 75). El 29,8% son residentes del Gran Buenos Aires, y el resto habita por todo el país.

El estudio del OPSA reveló además una extraña disociación entre el «yo» y el «nosotros» para quienes participaron: «los argentinos» son «autoritarios», «prejuiciosos», «discriminadores», «agresivos», «egoístas» y «machistas», pero el individuo («homo argentum», como quien dice) es «empático», «tolerante», «generoso», «respetuoso» y, sobre todo, «humilde».

Advertencia: algunas cuestiones, como la tolerancia, pueden ser confundidas con buenos modales.