Los regalos de Alberto Fernández a Putin por el envío de la vacuna rusa contra el coronavirus
Entre los presentes enviados a Rusia, a bordo del mismo avión de Aerolíneas Argentinas que trasladó los fármacos, está una una variante actualizada del llamado Basto 900, un recado que surgió a mediados del siglo XIX y principios del siglo XX, compuesto por un freno de hierro, con copas y pontezuelas en plata 9.25 con monograma de dos corazones entrelazados.
La platería, el rebenque y los estribos los fabricó el platero y orfebre Carlos Papasidero y las sogas, Santiago Biondi. Mientras que los bastos y las caronas fueron obras de Alberto Vomero, uno de los referentes de la talabartería en la Argentina.
Las gestiones de los obsequios estuvieron a cargo del secretario de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi. Consciente del fanatismo por los caballos del mandatario ruso, se puso en contacto con el centro tradicionalista de Ezeiza La Victoria.
Además, Fernández le envió a Putin una cabezada de lujo con una carta de agradecimiento por las 300 mil dosis