miércoles, abril 24

Los seis problemas a los que se enfrentará el ser humano en el futuro

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El fin de la materia, la lucha por sobrevivir con otros mamíferos y otras preocupaciones de la humanidad para superar las catástrofes existenciales que llegarán con el futuro El astrónomo <strong>Martin Rees</strong> elaboró modelos que sirven para indicar hacia dónde se dirige el Universo gracias a lo cual se puede saber que<strong> habrá un eclipse solar total en Reino Unido el 23 de septiembre de 2090</strong> porque la Luna, el Sol y la Tierra se mueven en órbitas estables y predecibles con perturbaciones muy leves, y existen ciertas constantes, como la ley de la gravedad, que están completamente probadas.</p><p>Rees también explicó en un <strong>artículo publicado en 1979</strong> la vida en universos abiertos y <strong>describe las posibles catástrofes existenciales que amenazan la vida en el futuro</strong>, desde la muerte del Sol hasta el alejamiento de las estrellas dentro de una galaxia. En este panorama de previsibilidad y desastres naturales la pregunta es una sola: <strong>¿cuáles son los mayores desafíos a los que se enfrenta la humanidad en un futuro lejano si llegamos a sobrevivir?</strong></p><h4>1. Sobrevivir mejor que otros mamíferos</h4><p>Estamos constantemente mutando y sujetos a la<strong> selección natural</strong> (incluso hoy en día, con buena atención médica, en los accidentes de tráfico mueren personas muy jóvenes), y la biotecnología moderna nos permite modificar deliberadamente nuestros genes. Sin mencionar <strong>las tecnologías que nos permiten fusionarnos con lo artificial</strong>. Es poco probable que sigamos siendo iguales durante los próximos millones de años, a menos que decidamos preservar nuestra genética. La ironía es que, <strong>para sobrevivir más tiempo que las especies de mamíferos que nos rodean, tenemos que convertirnos en algo muy diferente de lo que somos.</strong></p><h4>2. Sobrevivir al final de la vida útil de la biosfera</h4><p>En aproximadamente 1.000 millones de años (cientos de años arriba o abajo),<strong> el aumento del brillo del Sol condenará a muerte a la biosfera de la Tierra</strong>. El problema es que el calor del Sol causa un mayor desgaste de la roca, lo que a su vez desencadena reacciones químicas que eliminan cantidades significativas de dióxido de carbono del aire como parte del ciclo del carbono y finalmente conducen a la muerte de la vida vegetal. Una solución sería la de tratar de proteger la biosfera con una megaobra de ingeniería durante el mayor tiempo posible.<br> <strong>Otra solución es mudar la vida al espacio, si aún no lo hemos hecho cuando la biosfera esté en su etapa final.</strong></p><ins class="adsbygoogle" style="display:block;float:left;margin-top:30px;margin-bottom:30px" data-ad-client="ca-pub-6165500218845811" data-ad-slot="2935121636" data-ad-format="auto" data-full-width-responsive="true"></ins><h4>3. sobrevivir al principio del final de la vida del Sol</h4><p>En unos 5.000 millones de años, el brillo del Sol comenzará a aumentar más rápidamente porque el helio acumulado en el núcleo lo calentará, convirtiéndolo en una enorme estrella gigante roja.<br> <strong>La temperatura de la superficie bajará, pero la salida total de luz será mucho mayor debido a la enorme superficie. Esto probablemente se traducirá en el fin de la Tierra</strong>, ya que es probable que el Sol se la trague en su proceso de expansión. Si no es así, se quemará hasta convertirse en una roca sin aire. Para sobrevivir a esto, <strong>cualquier vida inteligente que quede en el Sistema Solar deberá trasladarse a otros sistemas solares.</strong></p><h4>4. Sobrevivir al final de las estrellas</h4><p>A medida que las estrellas brillantes se consuman, <strong>nos quedaremos con una población de estrellas enanas rojas estable pero longeva</strong>. Pueden brillar por billones de años. Pero la formación de estrellas disminuirá, y entre 10 y 100 billones de años, incluso las enanas rojas morirán. Para sobrevivir, <strong>la vida necesitará fuentes de energía distintas a la luz de las estrellas</strong>.</p><h4>5. Sobrevivir al final de las galaxias</h4><p>A la larga, en unos 100 millones de billones de años, toda la galaxia se dispersará o caerá en el agujero negro central. Los planetas alrededor de las estrellas también seguirán el mismo destino. <strong>Para sobrevivir a esto, los seres inteligentes necesitarían llevar las estrellas a órbitas que sean estables a largo plazo.</strong></p><h4>6. Sobrevivir al final de la materia</h4><p>Nuestro tipo de materia está formada por átomos compuestos de protones, neutrones y electrones. Se dice que en circunstancias normales los protones y los electrones son perfectamente estables. Los protones estabilizan los neutrones. Por sí solos se descomponen con una vida media de unos pocos minutos. Sin embargo, <strong>muchas teorías físicas estiman que los protones no son realmente estables y en plazos de tiempo excepcionalmente largos, se deteriorarán.</strong> Hasta ahora, la descomposición de los protones nunca se ha podido observar, pese a algunos esfuerzos heroicos de investigación. Pero esto solo nos indica que el proceso de descomposición lleva billones de años, si es que sucede. <strong>Esta previsible decadencia significará el fin de la materia tal y como la conocemos.</strong> Las últimas estrellas enanas negras frías se convertirían gradualmente en cristales de helio e hidrógeno que se evaporarían silenciosamente. Lo único que quedaría sería radiación y agujeros negros en un Universo vacío.</p><ins class="adsbygoogle" style="display:block;float:left;margin-top:30px;margin-bottom:30px" data-ad-client="ca-pub-6165500218845811" data-ad-slot="2935121636" data-ad-format="auto" data-full-width-responsive="true"></ins><p><em>Fuente: BBC News.</em>