viernes, octubre 4

Los siete errores que causaron “una situación desastrosa» en Lombardía, la región de Italia asolada por el coronavirus

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Más de la mitad de fallecidos en el país fueron registrados en esta región. Los médicos advirtieron que reconocer los fallos de la primera fase “puede ser útil para un ajuste del enfoque estratégico” mientras el país debate la relajación de las medidas de aislamiento 7 de abril de 2020

La iglesia San Giuseppe, en Seriate, cerca de Bergamo, llena de ataúdes (Claudio Furlan/LaPresse via AP)
La iglesia San Giuseppe, en Seriate, cerca de Bergamo, llena de ataúdes (Claudio Furlan/LaPresse via AP)

Al menos 7 errores en el manejo de la emergencia del coronavirus en Lombardía han producido “una situación desastrosa» en la región más afectada por el brote de COVID-19 en Italia, denunció este lunes la Federación Regional de los Médicos Cirujanos y Odontólogos (Fromceo) en una carta abierta a las autoridades regionales.

Desde que empezó la epidemia, más de la mitad de fallecidos en Italia (9.202 de un total de 16.523) fueron registrados en esta región del norte, pulmón económico del país gobernado por la ultraderechista Liga.

Los médicos advirtieron que “el reconocimiento de los errores ocurridos en la primera fase de la epidemia puede ser útil para las autoridades competentes para un ajuste del enfoque estratégico”, en momentos en que Italia ve con prudencia cómo la pandemia pierde fuerza y debate la llamada “Fase 2”, la relajación de las medidas de aislamiento tras casi un mes de cierre.

De acuerdo a los médicos lombardos, “frente a una excelente intervención en el fortalecimiento de las terapias intensivas y semiintensivas”, resultó evidente “la ausencia de estrategias relacionadas con la gestión del territorio”.

El primer error fuela falta de datos sobre la propagación exacta de la epidemia”: esta falla, reportada por varios expertos en las últimas semanas, está estrechamente relacionada “con la ejecución de pruebas solo para pacientes hospitalizados y el diagnóstico de muerte atribuido solo a aquellos que murieron en el hospital”. Los datos, explica la Fromceo, “siempre se han presentado como ‘número de infectados’ y como ‘número de fallecidos’ y la mortalidad calculada es la relativa a pacientes hospitalizados, mientras que el mundo se pregunta las razones de la alta mortalidad registrada en Italia , sin darse cuenta de que es solo el escenario equivocado del recopilación de datos, que subestima en gran medida el número de pacientes y discretamente el número de fallecidos”.

El segundo fue “la incertidumbre entorno al cierre de algunas áreas en riesgo”. La referencia es a la decisión de no aislar de inmediato las áreas más afectadas por el brote como Alzano y Nembro, en el provincia de Bérgamo. El tema causó un encontronazo entre el Gobierno y las autoridades regionales: el primer ministro Giuseppe Conte lamentó la falta de actuación de la región, algo que rechazó el gobernador Attilio Fontana.

El Gobernador de Lombardía, Attilio Fontana, de la ultraderechista Liga (Facebook Live/REUTERS TV via REUTERS)
El Gobernador de Lombardía, Attilio Fontana, de la ultraderechista Liga (Facebook Live/REUTERS TV via REUTERS)

El punto 3 señala un tema particularmente candente en estas horas: “el manejo confuso de los hogares de ancianos, lo que ha producido la propagación de la infección y un triste saldo en términos de vidas humanas: solo en la provincia de Bérgamo, hubo 600 muertes sobre 6000 residentes en un mes”. Se trata de otra punto doloroso: según lo informado por los médicos, el manejo de la emergencia en los centros para ancianos se ha escapado del control causando infecciones en la cadena y haciendo que las intervenciones para detener la situación se volvieran casi imposibles.

El cuarto problema fue la falta de protecciones adecuadas para los médicos y al personal sanitario: “Esto causó la muerte de numerosos colegas, la enfermedad de muchos de ellos y la propagación probable e involuntaria de la infección, especialmente en las primeras etapas de la epidemia”, escribieron los médicos lombardos. Hasta este lunes, al menos 89 médicos murieron y miles trabajadores sanitarios fueron contagiados desde el comienzo de la emergencia.

El quinto error fue “la ausencia casi total de actividades de higiene pública», como el aislamiento de los contactos de los contagiados y la falta de tests realizados en el territorio para los pacientes y sus contactos, mientras que el sexto problema fue no haber realizado tests a los trabajadores de salud, lo cual causó un «mayor riesgo de propagación de la infección”.

Finalmente, el séptimo punto destaca “la falta de gobierno del territorio” que “determinó la saturación de las camas de hospital” y la necesidad de retener a los pacientes en sus casas mientras “deberían haber sido hospitalizados para su puesta en seguridad”.

Según la Federación Regional de los Médicos Cirujanos y Odontólogos, “la desastrosa situación» de la región se debe «a la interpretación de la situación solo en el sentido de una emergencia intensivológica, cuando en realidad era una emergencia de salud pública”. Esto ocurrió porque, durante muchos años, “la salud pública y la medicina territorial se han descuidado y debilitado”.

Un paciente con COVID-19 en una unidad de terapia intensiva en el hospital San Raffaele de Milán (REUTERS/Flavio Lo Scalzo)
Un paciente con COVID-19 en una unidad de terapia intensiva en el hospital San Raffaele de Milán (REUTERS/Flavio Lo Scalzo)

El documento concluye proponiendo que, de cara a la reanudación gradual de las actividades, todas las personas sean sometidas a pruebas inmunológicas rápidas, una de las claves, en opinión de los especialistas, para organizar la etapa después del confinamiento en todos los países afectados. El método debe permitir identificar a las personas contaminadas sin tener síntomas y por tanto, que hayan desarrollado anticuerpos.

Además, los médicos afirmaron que “será necesario el uso constante, para toda la población y en particular en el lugar de trabajo, de un comportamiento y protección adecuados”.

En ese sentido, Lombardía decidió que a partir del domingo, quienes salgan de casa tendrán que cubrirse las vías respiratorias con mascarilla o, a falta de esta, con una bufanda o un pañuelo. Los supermercados deberán proveer guantes y alcohol en gel a los clientes.

Cualquier imprudencia podría conducir a un desastre de proporciones difíciles de imaginar”, aseguraron los médicos, al tiempo que advirtieron que «las medidas de aislamiento social deben fortalecerse y aplicarse con absoluto rigor”.